El juez de Familia número 7 de Sevilla, Francisco de Asís Serrano, aseguró hoy que «se ha ocultado» que el Tribunal Constitucional (TC) anuló en su día la sentencia en la que la Audiencia Provincial de Sevilla obligaba a Iván y Sara a volver con su madre biológica, Carmen Fernández, ya fallecida.
En una entrevista concedida a Europa Press, Serrano puso de manifiesto que el procedimiento «está ahí», añadiendo que «una cosa es el procedimiento mediático y otra el judicial», al tiempo que incidió en el hecho de que «se ha ocultado» que el TC anuló el fallo emitido por la Audiencia Provincial, por lo que éste último no se pudo ejecutar.
En este sentido, señaló que el anterior «es un pequeño detalle de una gran importancia», e indicó que, una vez conocido el fallo de la Audiencia, el anterior abogado de Carmen Fernández «estuvo conforme» en que se pusiera en marcha un programa de acercamiento progresivo de la madre con sus hijos. «No había otra forma de hacerlo, pues los niños amenazaron con tirarse por la ventana si se les obligaba a ir con su madre», apuntó.
Al hilo de ello, y tras precisar que este programa no pudo ejecutarse debido a que, durante su puesta en práctica, el Tribunal Constitucional anuló la sentencia de la Audiencia Provincial, «y se tuvo que empezar todo de nuevo», el juez Serrano explicó que la decisión de iniciar este programa se tomó tras el dictamen del psicólogo, quien dijo que existía «un riesgo real» para los menores.
«DECIR VERDADES A MEDIAS ES PEOR QUE MENTIR»
Asimismo, Serrano, quien aseveró que todos estos aspectos «no se conocen», y «peor que mentir, es decir verdades a medias, como en este caso», defendió que «un niño no se entrega como si fuera un saco de patatas, pues imagínate que nada más recibir el fallo de la Audiencia, y sin poner en marcha el programa de acercamiento, entrego a los niños a su madre y se tiran por una ventana».
Según dijo el juez, este tipo de medidas están incluidas en el Código Civil y, en su momento, fue solicitada también por el representante del Ministerio Público, pues «no se puede entregar a un niño como un saco de patatas cuando hay un cambio de titularidad en la guarda». «Esa fue la historia y ahí están las actuaciones», sentenció.
Hay que recordar que Iván y Sara fueron declarados en desamparo y dados en adopción en septiembre de 1998, mientras su madre se encontraba en tratamiento de desintoxicación de su adicción al alcohol.