Asumiendo desde la primera línea que en este artículo no pueden estar todos los que son, ni son todos los que están, haremos una ruta por los principales belenes de Sevilla. Por aquello de la oficialidad, no estaría mal empezar por el que se instala en el arquillo del Ayuntamiento, que tiene la ventaja de estar expuesto las 24 horas del día. Muy cerca de allí, en la Plaza de San Francisco, se encuentra la Fundación Cajasol, en cuyo patio se ha vuelto a colocar un nacimiento napolitano de bellísima factura, en el que se mezclan las escenas religiosas y cotidianas. De similares características son los del Hospital de la Santa Caridad, situado en la calle Temprado.
Si nos importa la autoría de estas obras de arte, tenemos dos paradas obligadas. Una de ellas es la Plaza de San Lorenzo, pues allí un grupo de personas trasplantadas ha dispuesto el Belén de la Solidaridad que cada año promueve el Convento de Santa Rosalía. Y la otra, en el centro comercial Los Arcos, donde los alumnos del Centro de Educación Especial San Pelayo han dejado su huella en forma de Navidad. Otra gran superficie, El Corte Inglés, también lleva mucho tiempo poniendo a disposición del público sus figuras en la Plaza del Duque y ameniza las colas con la presencia del Cartero Real.
Si buscamos originalidad, es ineludible pasar por las instalaciones del Círculo Mercantil (calle Sierpes), donde coexisten dos conjuntos bien diferenciados, uno de carácter hebreo y ambientado con nieve, y otro elaborado completamente con chocolate; y por Tomares, donde está ubicado el de Playmobil. Si hablamos de hermandades, se pueden visitar los interesantes belenes de Pasión, El Valle, El Rocío, etcétera. Y si nos gustan los vivientes, también estamos de enhorabuena, pues podemos hallarlos en El Cerro del Águila y también en la provincia (Alcalá del Río, San Juan de Aznalfarache, Guillena). En definitiva, hay belenes para dar y regalar, a gusto del consumidor.