Golf en Los Bermejales

golf foroHabitualmente asociamos el golf a una práctica elitista reservada a personas acaudaladas, omitiendo el incontestable dato de que es el tercer deporte con más federados en España. Prejuicios al margen, estamos hablando de una actividad en plena expansión que genera mucho dinero, de ahí que cada vez sean más las ciudades que ofrecen este servicio, normalmente a nivel privado. El gran problema del golf con respecto al resto de deportes es que se practica en un escenario muy grande y costoso, precisando además determinadas condiciones geográficas y una serie de infraestructuras hidráulicas que no pueden ser resueltas de manera artificial así como así.   

Para construir un campo de golf se necesita principalmente un buen terreno, a poder ser, llano y con pequeñas ondulaciones, requisitos que, según el Ayuntamiento de Sevilla, cumplen perfectamente dos parcelas de propiedad municipal situadas en Los Bermejales. Allí mismo veremos emerger más pronto que tarde un campo de golf, puesto que su edificación ya ha sido aprobada por los cauces oficiales tras el fuerte interés mostrado por diferentes inversores privados, que serán los que financien las costes.

Cabe aclarar que tanto la construcción como la gestión se llevarán a cabo en régimen de concesión administrativa previo concurso público. El proyecto promete ser sostenible y respetar todo el entorno urbanístico de la zona, si bien el impacto visual será inevitable. No en vano, se habilitarán más de 30.000 metros cuadrados para el campo de prácticas, unos 9.500 estarán reservados a los hoyos y unos 1.500 se destinarán al levantamiento de un club social con cuatro pistas del pádel, el otro deporte de moda. Con este arriesgado plan, el Consistorio pretende generar puestos de trabajo, y por ende, beneficios para la ciudad, al tiempo que amplía la oferta deportiva (y turística) de la ciudad con unas infraestructuras modernas y, del mismo modo, accesibles para todos los públicos. 

Más seguridad para los turistas

TuristasSiempre que viajamos al extranjero tenemos cierta intranquilidad por el mero hecho de estar en un sitio desconocido. La mayoría de las veces no es más que una sensación que no llega a transformarse en realidad, pero no cabe duda de que la posibilidad de desorientarnos en las calles, ser estafados por un pícaro vendedor o sufrir un robo en un momento de descuido, por remotas que sean, siempre están presentes. A los foráneos les ocurre lo mismo cuando visitan Sevilla y el Ayuntamiento quiere que esos temores no sean mínimos, sino inexistentes, de ahí que haya puesto en marcha un proyecto para reforzar la seguridad destinada a los turistas internacionales.

Dicho proyecto ha sido bautizado como ‘Servicio de Atención al Turista Extranjero’ y su sede estará situada en un lugar estratégico a la par que privilegiado: el Patio de Banderas. Esta nueva comisaría tiene como misión principal atender las reclamaciones de quienes visitan Sevilla, desde denunciar hurtos o anular tarjetas de crédito hasta contactar con los consulados o familiares del país de procedencia en el caso de que fuera necesario. La inauguración de las dependencias tuvo lugar la semana pasada y corrió a cargo del alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, y del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

El edificio, que es propiedad del Estado y ha sido rehabilitado para ser compartido por la Policía Local y la Policía Nacional, ya operó como comisaría del distrito Centro hace una década cuando se clausuraron las instalaciones de La Gavidia y aún no estaban construidas las de La Alameda. Prestará servicio los 365 días del año de 8:00 a 22:00 horas y pretende poner un estrecho cerco a los carteristas y delincuentes que se aprovechan del ensimismamiento que provoca la belleza de Sevilla en los extranjeros. Con todo, cabe reseñar que España es el tercer país más seguro de Europa y Sevilla está en la parte alta de la clasificación nacional.  

Un actor precoz

leonardoPor motivos que la razón no puede explicar, Triana ha sido siempre una excelente cuna de artistas. En sus inconfundibles calles nacieron y crecieron grandes cantantes, bailaores y toreros que cosecharon un éxito rotundo, pero no sólo debemos hablar de su cantera en pasado, sino también en presente y en futuro. Buena prueba ello es que en la pasada edición de la Velá de Santa Ana fue distinguido un niño de ocho años como ‘Trianero del año’. Responde al nombre de Leonardo Aguilar Naranjo y dejó el anonimato tras ingresar en el elenco de ‘Los Miserables’, el célebre musical basado en la obra de Víctor Hugo, y realizar una extensa gira por todo el territorio nacional.  

Su madre, que sabía mejor que nadie de su talento, le inscribió en el casting por internet, a sabiendas de que la prueba se realizaría en Madrid. En cualquier caso, el desplazamiento no fue una traba para Leonardo, quien destacó sobremanera sobre los 600 niños que se presentaron, adquiriendo así el papel de Gavroche, un crío tremendamente asunto que es capaz de timar a los adultos y unirse a la Revolución Francesa. Su actuación, así como el espectáculo en general, fueron muy bien acogidos tanto por la crítica como por los espectadores, de ahí que ya le lluevan las proposiciones para unirse a otros proyectos.

Con todo, cabe reseñar que Leonardo no era un ‘novato’ al uso cuando fue elegido para formar parte de ‘Los Miserables’. De hecho, a los cuatro años ya participaba en obras de teatro por las calles, a los seis ingresó en la escuela Viento Sur Teatro y en su currículum vitae ya figuran participaciones en un cortometraje, un videoclip, una serie de televisión emitida por internet y el musical ‘La Bella y la Bestia’. En resumidas cuentas, con tan sólo ocho años tiene mucha más experiencia en su campo que muchos adultos, pero, a pesar de su insultante juventud, mantiene los pies en el suelo, compagina su ‘profesión’ con su formación académica (acaba de terminar cuarto de Primaria) y espera seguir subiendo peldaños poco a poco para convertirse en un actor digno de un Oscar. 

Otro museo para Sevilla

bellverNo se puede decir que Mariano Bellver sea una personalidad pública, pero sí es un hombre tremendamente respetado en el mundo del arte. Bilbaíno de nacimiento, se trasladó con 12 años a Sevilla, ciudad en la que su abuelo, Ricardo Bellver, había dejado su huella previamente. No en vano, en 1885 fue el encargado de realizar el relieve de la Asunción de la Catedral y del apostolado que flanquea la misma puerta. Mariano no hizo carrera como escultor sino como profesor (es dueño del colegio privado San Juan Bosco) y actuario de seguros, si bien la pasión por el arte que heredó de sus antepasados nunca le abandonó.   

Tanto es así que, una vez casado con Dolores Mejías, comenzó a coleccionar obras de gran valor. Inicialmente su obsesión consistía en conseguir todo lo relacionado con el Siglo de Oro, pero después amplió sus miras y adquirió pinturas del romanticismo y el realismo, sobre todo las elaboradas en Sevilla en los siglos XIX y XX. Así terminó reuniendo una amplia colección de pintados por autores de la talla de Ricardo López Cabrera, José Pinelo Llull, Gonzalo Bilbao, Manuel García y Rodríguez, Valeriano Domínguez Bécquer, etcétera, la cual ha decidido donar a la ciudad de Sevilla.

Si bien la cesión ha sido totalmente gratuita y desinteresada, el mecenas ha puesto algunas condiciones para que su legado se conserve en el tiempo y pueda estar al alcance de todo el mundo. Una de ellas ha sido la de que todas las obras (943, de las cuales más de 360 son pinturas) tendrán que ser mostradas sin excepción. Por esta razón, el Ayuntamiento habilitará el Pabellón Real de Sevilla para cobijar y exponer la colección al completo a partir del 5 de diciembre de 2016, coincidiendo con el 90 cumpleaños de su artífice. Eso sí, se hará de manera rotatoria, pues la cantidad es tan voluminosa que resulta imposible enseñarla toda de una vez.

 

El Salvador, al descubierto

salvador nocheLa Iglesia Colegial del Divino Salvador, conocida de forma abreviada como ‘El Salvador’, es el segundo templo más grande de la ciudad tras la Catedral y un lugar tremendamente concurrido durante todo el año, especialmente, durante la cuaresma, pero… ¿conocemos todos sus recovecos? Muy pocos pueden responder afirmativamente a este pregunta porque algunas de sus dependencias no están abiertas al público habitualmente, si bien este verano desaparecen las barreras. Concretamente, y por segundo verano consecutivo, se han habilitado unas visitas guiadas para dejar la magnificencia de El Salvador completamente al descubierto.

Y para darles un plus de originalidad, el Cabildo ha dado luz verde para que las visitas se realicen por la noche en un ambiente irrepetible. El recorrido temático arranca en el Patio de los Naranjos, continúa por la cripta, prosigue por el camarín de la Virgen de las Aguas y concluye en las cubiertas de la iglesia, que ofrecen unas vistas realmente espectaculares y, lo que es más importante, insólitas. De esta manera, durante los 90 minutos aproximados que dura la excursión, el espectador podrá contemplar vestigios de las diferentes civilizaciones que han ocupado este espacio a lo largo de la historia.

 Según anunció el Arzobispado a través de una nota, el objetivo de esta actividad es mostrar “la huella de lo sagrado con la tenue luz de la noche”, de ahí que los horarios sean tardíos (21:00, 21:30 y 22:00 de lunes a jueves y 22:00 y 22:30 los viernes). Cada grupo estará compuesto por un mínimo de diez personas y un máximo de 20, mientras que el precio de las entradas ha sido fijado en 12 euros. Los turistas extranjeros también están de enhorabuena, puesto que los guías hablan inglés, francés, alemán e italiano. Las reservas pueden realizarse a través de la web oficial de la Catedral (www.catedraldesevilla.es), por email ([email protected]) o por teléfono (902099692).

Una iglesia con acento francés

san luisEn Sevilla, como en Roma, hay una iglesia en cada esquina y resulta materialmente imposible jerarquizarlas porque todas tienen su encanto. Hoy hablaremos de la de San Luis de los Franceses, uno de los mejores exponentes del barroco hispalense. Fue construida con un gusto exquisito entre 1699 y 1730 por la Compañía de Jesús, que ya había levantado previamente la Iglesia de la Anunciación. Los terrenos eran propiedad de Doña Lucía de Medina, quien puso dos condiciones para donarlos: que el templo se consagrara a San Luis (rey de Francia) y que ella misma fuese enterrada en su Capilla Mayor cuando pereciera. Ambas peticiones fueron aceptadas.

Funcionó como noviciado hasta 1767, año en el que los jesuitas fueron expulsados por primera vez por orden de Carlos III. Posteriormente pasó a ser un seminario clerical, un hospicio para religiosos mayores, un convento franciscano, una fábrica… en resumen, todo menos una iglesia. De hecho, durante muchos años estuvo cerrada al culto y en una situación de semiabandono. Afortunadamente, entre 1984 y 1990 se llevaran a cabo unos trabajos de restauración para darle una nueva utilidad: la de ser un privilegiado escenario para conciertos musicales y representaciones teatrales. Actualmente también se encuentra en obras para renovar su aspecto y reforzar sus estructuras.

¿Y pué podemos destacar de su arquitectura? Pues prácticamente todo. Se da por hecho que el diseño corrió a cargo de un arquitecto italiano desconocido y que el sevillano Leonardo de Figueroa actuó como maestro de obras. Vista desde fuera, la iglesia de San Luis llama la atención por su bellísima fachada elaborada en piedra y ladrillo, sus dos torres octogonales y su portentosa cúpula. El interior se articula con refinadas columnas salomónicas y cuenta con siete retablos de incalculable valor. El principal está presidido por un lienzo de San Luis, una Inmaculada de Duque Cornejo y un cuadro de la Virgen María con el Niño Jesús, mientras que los otros seis, situados en los laterales, están dedicados a diferentes Santos Jesuitas: San Ignacio de Loyola, San Estanislao de Kostka, San Luis Gonzaga, San Juan Francisco Regis, San Francisco de Borja y San Francisco Javier.

Melonares, en la recta final

MelonaressDe Melonares se lleva hablando tanto tiempo… que ya nos parece un pantano antiguo. Y nada más lejos de la realidad, pues oficialmente aún no se ha estrenado. Pero vayamos por partes. A principios de los setenta se llegó a la conclusión de que era ineludible construir un nuevo embalse para aumentar el abastecimiento de agua en el área metropolitana de Sevilla y acabar con el temor a las prolongadas sequías. La ubicación elegida fue la Sierra Norte, y más concretamente, un parque natural situado entre las localidades de El Pedroso y Castilblanco de los Arroyos que recibe el nombre de Los Melonares.  

Como suele ocurrir con todos los proyectos de gran envergadura, los plazos iniciales no se cumplieron y hubo que esperar más de lo debido para ver los planos transformados en realidad. Tanto es así que las obras, financiadas con fondos europeos, comenzaron durante el mandato de Soledad Becerril (1995-1999) y no concluyeron hasta diciembre de 2007. Pero claro, una cosa era rematar el pantano y otra, conectarlo a la red de Emasesa. Dichos trabajos están a punto de finalizar, por lo que, si no hay imprevistos de última hora, los sevillanos podrán beber agua procedente de este embalse a finales de este mismo año.

Cuando hablamos de Melonares nos estamos refiriendo al pantano más grande de los que abastecen a Sevilla (186 hectómetros cúbicos), muy por encima del de Zufre (175). Se nutre del río Viar, que nace en Monesterio (Badajoz) y desemboca en el Guadalquivir, regando entre medias (su canal) las cosechas de los pueblos de Cantillana, Villaverde del Río, Alcalá del Río, Burguillos, Guillena y La Algaba. Una vez que las conexiones estén operativas, el agua ‘viajará’ desde Melonares a El Carambolo (Camas), donde Emasesa tiene su estación de bombeo. En total, hará un recorrido de 60 kilómetros antes de introducirse en las tuberías de la capital hispalense. 

Aquellos cines de verano

cine veranoTodo el mundo sabe que los cines de verano causaban furor en Sevilla. Quienes peinan canas tendrán recuerdos en primera persona, mientras que los que aún gozan del privilegio de la juventud a buen seguro que habrán oído historias y anécdotas de sus padres y abuelos. Y es que en aquellas calurosas noches de los años sesenta y setenta no había mejor manera de divertirse que acudiendo a una de las numerosas terrazas hispalenses que proyectaban películas bajo las estrellas. Los nombres de los cines hacían referencia a la zona en la que estaban ubicados: Santa Catalina, Alfarería, Avenida, Osario, Trinidad, Miraflores, Alfonso XII, Estrella, Candelaria, Palmera, Pagés del Corro, San Gonzalo, y un largo etcétera.

Obviamente, no eran cines como los de ahora, pero tenían un encanto especial. Sus pantallas blancas marcaban el horizonte y podían ‘bailar’ tímidamente si el viento hacía acto de presencia. Sus sillas de enea no eran tan cómodas con las butacas de ahora, pero entonces nadie se quejaba de ellas, mientras que el suelo no estaba cubierto por una moqueta, sino por el albero más mundano, que era ideal para enterrar pipas y todo tipo de cáscaras sigilosamente. Y es que comer durante la proyección era algo innegociable. De hecho, era habitual que todas las películas tuvieran una pausa (el llamado ‘intermedio) para fomentar el consumo en el ambigú y en el puesto de chucherías.  

Los límites de la sala los marcaban cuatro largas paredes encaladas, en las que convivían las enredaderas con alguna que otra lagartija. Los cines de verano de Sevilla alcanzaron su culmen en 1982, coincidiendo con la celebración del Mundial de Fútbol en España, y a partir de entonces comenzó su rápido declive debido al ‘boom’ urbanístico y la difusión del vídeo comunitario, entre otros factores. Con todo, la nostalgia de aquellas noches estivales sigue estando muy presente en Sevilla, de ahí que este año se haya habilitado un cine de verano en un lugar tan emblemático como el Parque de María Luisa. De martes a domingo y hasta el 31 de agosto, allí se reproducirán películas de distintas temáticas a las 22:15 horas de forma totalmente gratuita.   

Los detalles de la Puerta del Perdón

PuertadelperdonLa originalidad de la Puerta del Perdón de la Catedral de Sevilla no reside precisamente en su nombre, pues tiene ‘tocayas’ en ciudades como Santiago de Compostela, Burgos, Toledo, Ciudad Real o Jaén, pero sí en otros rasgos que le hacen ser diferente a todas las demás. Si nos centramos en el templo hispalense, hablamos de la puerta más antigua y la única que perteneció a la vieja mezquita almohade. Fue construida a finales del siglo XII bajo el mandato del califa Abu Yusuf y ha llegado a nuestros tiempos en buenas condiciones, si bien las distintas remodelaciones han cambiado parte de su fisonomía.

La Puerta del Perdón es muy fácil de identificar porque hace las veces de acceso principal al Patio de los Naranjos desde la calle Alemanes. A diferencia de las otras puertas que tienen la misma denominación, nunca estuvo relacionada con indulgencias ni con actos de expiación de ningún tipo. Es más, según el catedrático Alfonso Jiménez, en un principio tuvo un uso militar, ya que los almohades quisieron separar la mezquita de la ciudad levantando unas murallas, proyecto que no terminó de cuajar y fue reemplazado por el célebre patio.

Está documentado que en la parte superior de la puerta sobresalía una azotea y que debajo de ella había dos habitaciones que se alquilaban con regularidad hasta la época de los Reyes Católicos. Dichos elementos se perdieron, pero otros perduran, como el arco túmido y el pórtico en sí, cuyas dos enormes hojas fueron elaboradas con madera de cedro, revestidas de bronce y decoradas con motivos de lacerías. Además, contiene inscripciones árabes que repiten versos del Corán, tales como “el poder pertenece a Alá” o “la eternidad es de Alá”, y unos aldabones de un valor incalculable, pues podrían ser las muestras más antiguas de la orfebrería sevillana. Quizás por ello, hace algunos años los originales se trasladaron al Museo de la Catedral y en su lugar fueron colocadas unas réplicas fidedignas.

✅ Turismo en Sevilla - Guía de Sevilla - Personajes y leyendas de Sevilla
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

La ley afirma que podemos almacenar cookies en su dispositivo si son estrictamente necesarias para el funcionamiento de esta página. Para todos los demás tipos de cookies necesitamos su permiso.

Esta página utiliza tipos diferentes de cookies. Algunas cookies son colocadas por servicios de terceros que aparecen en nuestras páginas.  En cualquier momento puede cambiar o retirar su consentimiento desde la Declaración de cookies en nuestro sitio web.

Obtenga más información sobre quiénes somos, cómo puede contactarnos y cómo procesamos los datos personales en nuestraPolítica de Privacidad. (Enlazar con la política de privacidad del sitio web)

Al contactarnos respecto a su consentimiento, por favor, indique el ID y la fecha de su consentimiento.