Hoy día relacionamos a la Virgen de Cuatrovitas con Bollullos de la Mitación, pero no todo el mundo sabe que la hermandad se fundó en Sevilla y que incluso llegó a procesionar en la capital hispalense. Sin embargo, por motivos que no han quedado del todo claros, la corporación se extinguió en 1749 y todas sus pertenencias fueron trasladadas a la localidad aljarafeña, donde estaba afincada su filial. ¿Y por qué tenía una filial en la provincia? Por una razón de peso: fue precisamente en Bollullos de la Mitación donde la imagen fue encontrada por un pastor durante la época musulmana.
Las reglas de la Hermandad matriz describen así el hallazgo. “Fatigado cierto pastor por la sed que le oprimía se dirigió para saciar su necesidad a un pozo, que lo halló todo iluminado con un resplandor extraordinario que le sorprendió, y aturdido y fuera de sí se encaminó con precipitada agitación a la inmediata Villa de Bollullos, y publicando esta novedad admirable, la Justicia, Ayuntamiento, Cura Párroco, Sacerdotes acompañados de muchas otras personas se dirigieron al referido pozo, donde cerciorandos de cuanto había declarado el Pastor procuraron averiguar en lo posible esta iluminante novedad. Advirtiendo que aquella claridad se comunicaba al Pozo por las estrechas concavidades de material de una de sus barrancas, y con este motivo se determinaron a desmoronar y franquear aquel sitio, donde encontraron una Cueva y en su fondo colocada la Imagen de Ntra. Madre y Señora la Virgen Santísima con la de su Santísimo Hijo en una de sus benditas manos, y en la otra mano como especie de un higo, que se ignora su significado”.
La imagen fue entronizada en una antigua mezquita (su actual ermita), recibió el nombre de Cuatrovitas por los cuatro árabes que habitaban su torre y empezó a ser venerada por hombres, mujeres y niños de la zona. La devoción fue en aumento con el paso de los años y los siglos, hasta tal punto de que en 1957 relevó a la Virgen de Roncesvalles como Patrona de Bollullos y en 1980 fue coronada canónicamente por el Cardenal de Sevilla, a la sazón José María Bueno Monreal. Cabe destacar también que desde el siglo XV viene celebrándose una romería en honor a ella el cuarto domingo de octubre, día en el que caballistas, hombres con trajes camperos y mujeres con traje de faralaes la acompañan durante los cinco kilómetros que separan el casco antiguo del pueblo de la ermita, en un ambiente festivo de cante, baile y palmas.
Tras la celebración de una misa, la Romería de Valme comienza a las ocho de la mañana con la salida de la Virgen desde la Parroquia de Santa María Magdalena. Le acompaña una comitiva formada por jinetes, amazonas, miles de devotos que realizan el camino a pie y carretas tiradas por bueyes. Discurre por la vieja carretera que une Dos Hermanas con el barrio hispalense de Bellavista, una vía angosta y sinuosa que ofrece estampas muy hermosas, como por ejemplo los parajes de Barranco, el arco de la Hacienda de Doña María o la pendiente conocida popularmente como ‘Cuestaelinglés’, donde a medida que se avanza se va divisando Sevilla en el horizonte.
Pese a que desde un principio la hermandad fijó como fecha de salida el tercer domingo del mes de octubre, la primera Romería de Valme se celebró, debido a las fuertes lluvias que cayeron la semana anterior, el 28 de octubre de 1894. Fue (y sigue siendo) un traslado de la imagen desde iglesia parroquial de Santa María Magdalena (Dos Hermanas) a la antigua ermita del Cortijo del Cuarto (hoy Bellavista), donde Fernando III imploró ayuda divina. Para sufragar los cuantiosos gastos que ocasionaba el festejo, la corporación rifaba cabras, botellas de vino, rosarios y todo tipo de objetos que suscitaran interés. Sin embargo, estos sorteos dejaron de tener éxito a comienzos del siglo XX por una cuestión estrictamente económica, ya que los temporales de aquellos inviernos acabaron con las cosechas y restaron poder adquisitivo a los campesinos.
Como casi todos los recintos deportivos, el Stadium quedó articulado en torno a cuatro gradas. La más importante era la de Preferencia, que a su vez se dividía en tres partes: alta (la de mayor capacidad), intermedia (donde estaba ubicado el palco de autoridades) y baja (para la sociedad más elitista). Justo enfrente se situó el uniforme graderío de Fondo, que daba a lo que hoy es la Avenida de la Palmera, y a los lados, dos pequeños Goles con sólo ocho filas de plazas. Oficialmente, el Stadium poseía una capacidad para 20.000 espectadores, aunque la prensa de la época sostenía que era algo inferior (unos 16.000, de los cuales 13.000 podían sentarse y otros 3.000 debían estar de pie).
En el año 1248 Fernando III conquistó Sevilla tras un asedio prolongado que hizo mella dentro y fuera de las murallas. Tanto es así que, cuando las fuerzas, la moral y los suministros de sus tropas escaseaban, el monarca fue al Cerro de Cuarto (también llamado Buenavista, hoy Cortijo del Cuarto) para implorar la ayuda de la Virgen que llevaba consigo. “¡Váleme, Señora, que si te dignas hacerlo, en este lugar te labraré una capilla, en la que a tus pies depositaré como ofrenda, el pendón que a los enemigos de España y de nuestra Santa Fe conquiste!”, pronunció. A renglón seguido, y siempre según la leyenda, ordenó al maestre Pelay Pérez Correa que clavara su espada en el suelo, un hecho que provocó instantáneamente el nacimiento de un manantial (Fuente del Rey).
Tras la concesión de la Exposición Universal de 1992, en Sevilla se construyeron muchos puentes para mejorar las comunicaciones, pero hubo uno de ellos que simbolizó perfectamente la unión entre lo viejo (el casco antiguo) y lo nuevo (La Cartuja): el de la Barqueta. Hablamos de un puente colgante de un solo ojo que fue diseñado por los ingenieros Juan José Arenas de Pablo y Marcos Jesús Pantaleón Priet. Inicialmente fue concebido como pasarela peatonal, pero después se modificaron los planes para que permitiera tanto el tránsito de personas como el de vehículos.
En los primeros planos que entregó Aníbal González en 1912 para la Exposición Iberoamericana figuraba un gran recinto deportivo entre el Parque de María Luisa y el Prado de San Sebastián. Sin embargo, el proyecto fue modificado al año siguiente para descongestionar la zona, de ahí que en dicho emplazamiento se construyera finalmente la Plaza de España y se acordara trasladar el Stadium (así se le bautizó) a lo que hoy es el barrio de Heliópolis. La idea del Comité Ejecutivo era que este escenario no sólo albergara partidos de fútbol, sino también carreras, juegos, cabalgatas y otros espectáculos al aire libre, por lo que la obra se antojaba faraónica.
En Sevilla podemos encontrar alrededor de una veintena de museos de diversa índole y hoy ahondaremos en el que quizás sea el más desconocido para el público en general: el que trata sobre el Guadalquivir. Está situado tras una de las naves de la Avenida de la Raza, su nombre oficial es Centro de Información del Puerto de Sevilla y su contenido permite responder a la compleja pregunta de qué sería la capital hispalense sin el río y viceversa. La exposición, que es permanente, ocupa aproximadamente 1.600 metros cuadrados y está diseñada para que los visitantes realicen un recorrido histórico lineal, aunque existe total libertad para detenernos más en unos lugares que en otros.
La provincia de Sevilla está llena de rincones y festejos que merecen ser vistos. Si hace unos días enumerábamos las bondades de Gines y su ‘Pará’, hoy es el turno de Villanueva del Ariscal y su Mercado Medieval. Su tercera edición tendrá lugar entre el 11 al 13 de octubre y se centrará en recrear uno de los pasajes históricos más importantes de la localidad: la entrega de la villa a la Orden de Santiago en 1253. Dentro de un ambiente lúdico, la feria girará en torno a un mercado temático en el que podremos encontrar todo tipo de productos gastronómicos y artesanales elaborados por comerciantes locales. Asimismo, por sus estrellas calles se realizarán pasacalles y se habilitarán talleres demostrativos de alfarería, talla en madera, herrería, etcétera.