La Hispalense baraja cambios en los criterios de matriculación

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universidadBusca mejorar el acceso escalonado al sistema y evitar la picaresca. «Lo ocurrido este curso con la automatrícula [matriculación a través de internet] no va a volver a pasar». La vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Sevilla anuncia ya cambios de cara a la matriculación del curso 2011/2012. Rosario Rodríguez está convencida de que el sistema es bueno -«es uno de los grandes logros de la Universidad de Sevilla. Ha permitido hacer una matriculación más cómoda-«, aunque «puede ser mejorado». Las modificaciones vendrían así a evitar lo ocurrido en los últimos años con colapso del sistema, primero, y con acaparamiento de asignaturas optativas (sobre todo en la Facultad de Derecho), después.El vicerrectorado y todos los agentes implicados en este procesos tienen abierto un «periodo de reflexión» sobre los criterios a seguir para conseguir que la automatrícula sea ordenada y no lesione los derechos de los estudiantes.

Para este curso se hizo un sorteo de las letras del NIF para así conseguir un «acceso escalonado». «Nunca un sistema es perfecto. El sorteo -explica Rodríguez- duele a los que se quedan los últimos». Por eso hay otros criterios encima de la mesa. Uno de ellos ha sido sugerido por el propio rector, Joaquín Luque, y estaría basado en las calificaciones obtenidas por los estudiantes. La matriculación por internet seguiría entonces un esquema similar al de Selectividad.Otro de los criterios que se barajan es el de mantener el sorteo de la letra del NIF, pero un sorteo «de todas las letras». Es decir, que no se establezca una correlación en función de la primera letra que salga sino que el orden se fije en función de un sorteo «letra a letra». La decisión final estará en torno a mayo, ya que los estudiantes tienen que irse de vacaciones sabiendo claramente cuáles son las reglas del juego.Lo que sí tiene claro el Vicerrectorado de Estudiantes es que, sea cual sea el criterio para ordenar el acceso a la automatrícula, habrá mecanismos nuevos con los que evitar la picaresca de los últimos años.En relación al fenómeno registrado en Derecho, donde algo más de 200 alumnos acapararon asignaturas optativas dejando al resto de sus compañeros sin opciones, la universidad va a fijar para todos los centros un tope máximo de créditos optativos de los que poder matricularse.Se estudiará la manera de evitar que el alumno que ya ha formalizado su matrícula pueda entrar cuantas veces quiera en el sistema para hacer modificaciones y, por último, se buscará ser «más ágil» y trabajar con mayor previsión en relación a los cupos de las asignaturas troncales (obligatorias) para que no haya estudiantes que no puedan matricularse, tal y como ha ocurrido este curso. Esto último, recalca la vicerrectora, «no puede volver a pasar bajo ningún concepto». La Universidad de Sevilla está convencida de que este sistema de matriculación tiene enormes ventajas y sigue defendiendo que «ni este sistema ni ningún otro aguanta que 50.000 personas quieran hacer un mismo trámite a la vez».Rosario Rodríguez pone un ejemplo: «No se pueden construir 20.000 autopistas porque el 31 de julio todos los sevillanos salgan camino de la playa. Lo que hay que hacer es regular el tráfico». Y eso es lo que pretende lograr la Universidad con los cambios que introducirá en la automatrícula de cara al próximo curso. Porque el objetivo es poner orden y racionalidad y sin lesionar derechos de los alumnos.Sin sanción para los que acapararon asignaturasEl rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, avisó en octubre de 2010 que se sancionaría a los estudiantes que se demostrara que habría cometido algún tipo de fraude en el proceso de matriculación. Pero, finalmente, no será necesario. El Vicerrectorado de Estudiantes remitió a todos los alumnos un escrito en el que les advertía de que si no soltaban las asignaturas de más en las que se habían matriculado, el Rectorado intervendría en sus matrículas. Actuaría de oficio. «No ha hecho falta. En cuanto se les advirtió, se deshicieron de ellas», explica la vicerrectora de Estudiantes. «La universidad no se ensañará con esos estudiantes». Dicho de otro modo, que no habrá sanciones.

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