Calle Sierpes

Calle Sierpes es el nombre de una tradicional y concurrida calle comercial de Sevilla (Andalucía, España).

Siendo conocida por todos los sevillanos, se sitúa en el centro de la ciudad, comenzando en la plaza de la Campana y terminando en la plaza de San Francisco, donde a su vez se halla el Ayuntamiento. La calle, peatonal, está llena de comercios, reconocidas confiterías, cafeterías, y tabernas, por lo que siempre hay sevillanos, forasteros y extranjeros transitándola, de compras o aprovechando su tiempo de ocio. También pueden encontrarse estatuas humanas, mimos, músicos, pintores e incluso mantas de improvisados vendedores ambulantes.

Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, hasta la finalización del verano, se colocan toldos a la altura de las azoteas, quedando ésta, y otras calles próximas, completamente entoldadas, lo que produce una sensación de alivio, al tiempo que resguarda del calor a los viandantes.

En realidad, y en la actualidad, aunque sustenta el nombre, la importancia de Sierpes se diluye entre la totalidad de las calles que conforman el Centro de Sevilla, ya que al estar en gran parte peatonalizado, constituye un espacio comercial muy atractivo para ciudadanos y visitantes.

Recorrido histórico

En un principio y antes de convertirse en calle, la situación geográfica de Sierpes correspondía a un antiguo brazo del Guadalquivir, en cuyos márgenes se levantaron varios conventos durante los siglos XVII y XVIII, uno de ellos, el conocido como Convento de San Acacio (actualmente la sede del Círculo Labradores) sirvió como «residencia» a la Hermandad de «Jesús del Gran Poder».

El primer nombre conocido que tuvo la calle fue el de Espaderos, siendo así bautizada desde la reconquista cristiana de la ciudad por el rey Fernando III de Castilla (San Fernando) en 1248. El nombre de Espaderos le vendrá posiblemente por la existencia de un hospital y hermandad que construían espadas, o tal vez y simplemente por la abundancia de establecimientos que existían de este tipo.

No obstante, años después, desde el siglo XV y por motivos inciertos, la calle fue rebautizada puede que, en un principio, con el nombre de calle de la Sierpe, y más tarde hasta la actualidad con el nombre de calle Sierpes. Existen diversas hipótesis e incluso leyendas que tratan de explicar su nombre; desde que es debido a su serpenteante forma, hasta narraciones complejas que se antojan cuentos infantiles. Lo cierto es que algunos historiadores consideran que proviene de la Cruz de la Cerrajería (ubicada hoy día en la Plaza de Santa Cruz, e instalada hasta 1840 en la confluencia de Sierpes con la calle Rioja), ya que en otro tiempo y según la obra “El Cicerone de Sevilla” de Alejandro Guichot, pudo ser conocida como la Cruz de las Sierpes, o serpientes. Pero también se dice que proviene de un supuesto caballero llamado Don Álvaro Gil de las Sierpes, siendo en un principio el ilustre escritor Luis Montoto quien lo atribuye, alegando que este caballero tenía su residencia en esta calle. Además, el nombre podría simplemente provenir de alguna leyenda, como la que rondaba en aquellos años en la que se explica cómo una serpiente enorme que habitaba sus alcantarillas era la devoradora de muchos niños que comenzaron a desaparecer, y que aunque en un principio las culpas se dirigían a los judíos y sus prácticas sacrílegas, al parecer cierto día un esclavo que ansiaba la libertad dijo que conocía la causa de tantas desapariciones, condicionando que sólo lo diría si a cambio le concedían la libertad, cosa que se le prometió, por lo que entonces les condujo a una alcantarilla cercana a la Cárcel Real donde mostró los restos de una inmensa serpiente muerta rodeada de cuerpos y esqueletos infantiles.

Miscelánea

•La Cárcel Real de Sevilla, donde llegó a ocupar una celda (como preso) Miguel de Cervantes por el año 1594, estaba ubicada al final de esta calle.

•La calle Sierpes es nombrada en diversas obras literarias, como por ejemplo en la comedia de Cervantes titulada «El rufián dichoso».

•En ella se cultivó por vez primera el tomate en Europa, en el jardín adyacente que poseía el médico Nicolás Monardes.

•Durante la Semana Santa es paso obligado de todas las cofradías sevillanas, al formar parte de la Carrera Oficial que comienza en su inicio (la plaza de la Campana) y acaba en la Catedral.

•Desde el 31 de agosto de 1991 la calle Sierpes está hermanada con una calle de Düsseldorf (Alemania), llamada Schadowstraße.

•La calle Sierpes ha llegado a ser motivo de inspiración para pintores, como es el caso del artista ucraniano Iliá Repin, que retrató la calle en un cuadro datado en 1883.

 

 

                                                                                                 Fuente: www.wikipedia.org
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