El alcalde de Constantina (Sevilla), Mario Martínez (PSOE), ha convocado para las 20,30 horas de hoy un pleno de carácter extraordinario en torno al desplome de la torre del homenaje de la fortaleza medieval, caso que motivó el desalojo eventual de tres familias que habitan las faldas del recinto amurallado y el desescombro de las ruinas del torreón.
Mario Martínez informó a Europa Press de que se trata de un pleno «extraordinario» Y «televisado» cuyo «único punto» del orden del día gira en torno al derrumbe protagonizado la semana pasada por la torre del homenaje de la fortaleza medieval, una de las tres torres que aún seguía en pie de un total de siete que
conformaban este castillo poligonal declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Según el alcalde, en este pleno se dará cuenta de los acontecimientos y «la oposición tendrá la oportunidad de debatir» los aspectos relativos a esta polémica.
Y es que el propio alcalde ha censurado públicamente el papel juzgado por la Diputación y la Consejería de Cultura al haber sido alertadas ambas administraciones, 12 días atrás, de la gran grieta que amenazaba a la torre del homenaje, sometida a labores de restauración en 2006 gracias a una escuela taller. La Diputación provincial, de su lado, planeaba restaurar uno de los antemuros de la fortaleza a través de los fondos Feder para la cohesión europea.
LA OPOSICIÓN SE PREPARA
El portavoz municipal del PA, Pedro Ponce, dijo de su lado a Europa Press que este pleno extraordinario «promete» a cuenta del contenido, si bien manifestó su temor ante la posibilidad de que el Gobierno municipal socialista «intente quitarse las responsabilidades de encima». En ese sentido, recordó que los concejales andalucistas «hemos pedido en seis u ocho plenos ordinarios dinero para restaurar el castillo».
La torre del homenaje del castillo de Constantina, una de las tres que se alzaba aún en pie de un total de siete, se desplomó sorpresivamente en torno a las 05,00 horas de la madrugada del 10 de marzo, toda vez que el Ayuntamiento había detectado 12 días atrás el surgimiento de una gran grieta que partía de arriba a abajo la estructura de la torre, de aproximadamente 12 metros de altura.
El caso motivó que tres familias, cuyas viviendas se ubican en las faldas de la montaña coronada por la fortaleza, fueran desalojadas para permitir las labores de desescombro financiadas por la Diputación con cargo al proyecto inicialmente destinado a rehabilitar uno de los antemuros del recinto fortificado.