El alcalde de Marchena expone hoy a Chamizo el conflicto de la ampliación del conjunto histórico

El alcalde de Marchena (Sevilla), Juan Rodríguez Aguilera (PA), expondrá hoy al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, el conflicto desencadenado ante el procedimiento incoado por la Consejería de Cultura para ampliar de 18 a 81 hectáreas del perímetro del Conjunto Histórico-Artístico, una medida que el Ayuntamiento cree «desproporcionada» al asfixiar las posibilidades urbanísticas del municipio y al sector local de la construcción.

   Juan Rodríguez Aguilera informó que la reunión se celebrará a las 12,30 horas y en ella solicitará a Chamizo que «medie» ante la Consejería de Cultura, cuyo delegado provincial, Bernardo Bueno, anunciaba recientemente al primer edil que las alegaciones del Ayuntamiento para rebajar la envergadura de la ampliación del Conjunto Histórico protegido serán desestimadas.

   Dado el caso, el alcalde anunció a su vez una campaña de «sensibilización» entre la ciudadanía para crear un «movimiento» social contra la iniciativa de la Consejería de Cultura en el caso de que, finalmente, las alegaciones del Ayuntamiento sean desestimadas en el plano administrativo. Igualmente, advirtió de que el Ayuntamiento emprenderá un procedimiento contencioso administrativo para paralizar la medida llegado el momento.

   La iniciativa de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, como se recordará, parte de la declaración formalizada en 1966 en cuanto al Conjunto Histórico-Artístico de Marchena, entendiendo que al limitarse al recinto amurallado no quedaron protegidos «otros sectores que tuvieron su origen en el proceso de morfogénesis de la ciudad durante la conformación de los arrabales históricos», ámbitos que hoy día «conservan inalteradas las características tipológicas de la trama urbana y suficientes ejemplos del tipo edificatorio de su arquitectura tradicional».

   Insertos en este parcelario de carácter histórico pero «no protegido» en la declaración de Bien de Interés Cultural de 1966, existen «inmuebles de interés histórico, arquitectónico y artístico, destacando las iglesias de San Pedro, San Agustín o la Encarnación, los centros conventuales y un numeroso conjunto de edificios de carácter monumental compuesto por las diferentes muestras de arquitectura palaciega», por lo que la Dirección General de Bienes Culturales resolvía imponer la protección a «un ámbito de mayor dimensión» a través de este procedimiento.

   Contra tal expectativa, el Ayuntamiento ha formulado alegaciones en forma de 200 páginas de datos, fotos, planos y documentos sobre las bases históricas y legales de la ampliación del conjunto histórico, entendiendo que el volumen de la ampliación es desmedido y «extraordinario».

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