
Fuentes del Arzobispado precisaron que su promulgación podría ser cuestión de días, por lo que esta misma semana o la que viene podría ver la luz.Aunque no ofreció detalles sobre su contenido, el arzobispo confirmó a los periodistas que el decreto tendrá vigencia a partir del momento de su promulgación, de ahí que se pueda dar por seguro que el Silencio, el Santo Entierro y la Quinta Angustia -las tres cofradías capitalinas que aún mantenían el veto a la mujer nazarena en sus filas- tendrán nazarenas este año.El hermano mayor del Silencio, Alberto Ybarra, valoró ayer este anuncio arzobispal y aseguró que su hermandad asumirá plenamente los postulados de Palacio: «Acataremos lo que diga el arzobispo porque así lo dicen nuestras reglas y estamos supeditados a lo que nos diga la autoridad eclesiástica». En su opinión, esta nueva medida no afectará demasiado a la organización de su cofradía, toda vez que según las estimaciones que maneja la junta de gobierno este año podrían incorporarse «en torno a 15 o 20 hermanas» a la estación de penitencia. «No creo que vayan a salir más».La medida no sólo afectará a estas tres hermandades, sino también a las cofradías del Santo Entierro y la Vera-Cruz de Dos Hermanas. La primera de ellas, según fuentes consultadas por este periódico, podría incluso estar planteándose un posible recurso al decreto arzobispal ante Roma, extremo éste que no quiso confirmar ayer su hermano mayor, Guillermo López. «La hermandad tomará la decisión que tenga que tomar en los órganos competentes para ello y a los primeros que informaremos será a nuestros hermanos por los cauces reglamentarios», sentenció el mandatario de esta cofradía de Dos Hermanas que agrupa a unos 700 hermanos y en cuya estación de penitencia participan siete mujeres encarnando a las tres virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad), a la Mujer Verónica y a las tres Marías.Con el decreto de Asenjo, las hermandades de Sevilla cerrarán el círculo de la igualdad en sus cortejos procesionales, un proceso que se inició hace más de 25 años con la salida de las primeras mujeres nazarenas en Los Javieres y Vera-Cruz.