El fiscal de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, requiere un estudio a la empresa pública para buscar la mejor localización sin perjudicar a los peatones y conductores.La Fiscalía de Seguridad Vial de Sevilla ha requerido a la empresa pública de limpieza (Lipasam) la realización de un estudio sobre la ubicación actual de los 22.000 contenedores de basura que hay en la ciudad para tratar de mejorar su localización y evitar que se produzcan accidentes de tráfico.El director gerente de Lipasam, Rafael Pineda, y el fiscal delegado para Andalucía de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, mantuvieron esta misma semana un encuentro con el objetivo de determinar una serie de medidas y actuaciones a desarrollar en la capital para mejorar la seguridad vial.
El fiscal explicó a este periódico que la idea consiste, en primer lugar, en detectar aquellos contenedores que están ubicados en intersecciones de calles y junto a pasos de cebra que pueden afectar a la visibilidad tanto de los peatones como de los conductores. A continuación, una vez que se disponga de la información necesaria, habrá que «modificar la ubicación de esos contenedores para que no estorben».En el encuentro con el responsable de Lipasam, el fiscal le expuso que esta actuación es imprescindible porque, en el caso de que se produzca un siniestro que pueda derivarse de un mal emplazamiento de un contenedor de basuras, la empresa pública y el Ayuntamiento podrían incluso llegar a ser considerados como responsables a nivel penal de lo ocurrido por no haber puesto los medios para evitar el siniestro. Luis Carlos Rodríguez León explicó que esta posibilidad está contemplada en el artículo 385 del Código Penal.El fiscal señaló que solicitó el encuentro con el director gerente de Lipasam después de que recibiera diversas denuncias de ciudadanos que protestaban sobre la ubicación de un determinado contenedor cerca de un paso de cebra y del riesgo que existía para los peatones. El fiscal precisó que también ha recibido quejas por la localización de otros contenedores que también molestan a los propios conductores, que tienen que realizar maniobras con sus vehículos y sacar el morro para ver si viene otro coche, con el consiguiente peligro de que se produzca una colisión.Tras la reunión con la Fiscalía, Lipasam se ha comprometido a elaborar, en los próximos meses, un estudio minucioso sobre la ubicación de todos los contenedores instalados en la ciudad, «con la finalidad de analizar aquellos que dificultan la visibilidad de peatones y conductores, y los que no lo hacen», indicó Rafael Pineda.A partir de este estudio, una vez que sea presentado a la Fiscalía de Seguridad Vial, Lipasam estima que en un plazo de 18 meses está previsto que se lleven a cabo todos los cambios de mobiliario urbano que se consideren oportunos.Lipasam tiene instalados en la actualidad en las calles de Sevilla 21.954 contenedores para todo tipo de residuos y 19.526 papeleras, que obligatoriamente tienen que ocupar su sitio en la vía pública, para posibilitar la recogida de los más de 320 millones de kilos de residuos que se generan al año.La empresa también trabaja en la accesibilidad de los contenedores y en minimizar que obstaculicen el paso de minusválidos y carritos de bebé en zonas con aceras estrechas.Rafael Pineda aseguró que con que sólo haya que cambiar de ubicación un 5% de los contenedores, eso ya representa mover más de un centenar de recipientes. La medida supondrá un coste aún no estimado en el caso de que no sólo baste con mover el contenedor, sino que haya que retranquear un contenedor que esté insertado en el acerado.
