El mapping de 2015 podría brillar… por su ausencia. Después de haberse convertido en la gran atracción navideña de los últimos años, su continuidad está entredicho por tres factores. El primero de ellos tiene un cariz eminentemente político, ya que fue el santo y seña del gobierno del popular Juan Ignacio Zoido y ahora el socialista Juan Espadas desea alejarse de él y trazar su propio camino. El segundo es estrictamente económico, ya que supone un coste elevado (unos 220.000 euros) y los patrocinadores solventes no salen de debajo de las piedras. De hecho, ya el año pasado hubo bastantes dificultades en este sentido. El tercero y último tiene que ver con la ubicación, ya que los vecinos y comerciantes del centro histórico se quejan amargamente del colapso que genera su proyección en la Plaza de San Francisco.
Así las cosas, parece poco probable que el mapping vaya a seguir haciendo las delicias de los sevillanos, o al menos, no tal y como lo conocíamos. Y es que el Ayuntamiento no descarta impulsar varios espectáculos audiovisuales más modestos en otros emplazamientos, de manera que no supongan una losa para las arcas municipales y ayuden a descongestionar el casco antiguo. Algunas empresas ya han presentado propuestas para llevarlos a cabo en el Palacio de San Telmo y en las Setas de la Encarnación, aunque, de momento, no hay nada decidido en este sentido.
Sí está confirmado que habrá actuaciones de danza, circo, teatro y música en distintos enclaves y que la iluminación navideña se va a extender un 21%, alcanzando un total de 206 calles (un 21% más que en 2014). Los grandes beneficiados de este aumento serán los barrios de Sevilla Este, Alcosa, Torreblanca, Cerro, Amate y Macarena. También el centro saldrá ‘ganando’, ya que se instalarán bombillas en Puerta Osario, Escuela Pías, Pérez Galdós, Arjona y Plaza de San Pedro.