El éxito que ha tenido el mapping en Sevilla desde su estreno en 2011 es incuestionable. De hecho, ya nadie pone en duda que en las próximas navidades seguirá proyectándose, independientemente de quién gobierne en la ciudad. Lo que no está tan claro es que vaya a permanecer en el mismo escenario, puesto que la Plaza de San Francisco parece haberse quedado algo pequeña para reunir a tanta gente (900.000 personas en su última edición), tal y como quedó patente el pasado mes de diciembre, cuando las aglomeraciones fueron una constante, especialmente en días festivos y fines de semana.
Lejos de beneficiarse por ello, los comerciantes del centro creen que las concentraciones humanas no incentivan las ventas, sino más bien las disuaden. Denuncian, además, que se vivieron algunos momentos de tensión y que los tapones provocaron que muchas calles se volvieran inaccesibles a las horas punta. Por todos estos motivos, la Federación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom) ha sugerido trasladar el mapping a la Plaza de España, un lugar mucho más amplio, menos saturado desde el punto de vista del tráfico de viandantes, e igualmente atractivo. La propuesta aún no es formal, pero ya ha generado reacciones.
La primera de ellas ha sido de adhesión, ya que los vecinos del entorno de la Plaza del Salvador y la Alfalfa también apoyan la idea de trasladar el mapping y descongestionar la zona. Al margen del consabido ruido, esgrimen como argumento que durante un mes les ha sido imposible sacar el coche de los garajes (o introducirlos), pese que al Ayuntamiento habilitó el sentido contrario en algunas vías exclusivamente para los residentes. El primer edil hispalense, Juan Ignacio Zoido, ha recogido el guante y se muestra dispuesto a dialogar con todas las partes implicadas, si bien subraya que primará el interés general de la ciudad.
