El presunto homicida del polígono Store llegó a esperar al grupo con el que se había enfrentado para atacarlo luego con su vehículo · Después dio marcha atrás y aceleró en repetidas ocasiones.El autor del atropello del Polígono Store esperó a la víctima y pasó varias veces con su coche por encima de ella. El presunto homicida, un joven de 26 años cuya identidad responde a las iniciales J. F. G. D., aguardó a que Manuel Alías García, de 30 años, y su grupo de compañeros terminaran la cena de Navidad para atacarlos con su vehículo. Después, se ensañó con la víctima pasando varias veces con su coche por encima del cuerpo, teniendo incluso que dar marcha atrás en repetidas ocasiones para luego volver a acelerar.
Tras el crimen, el joven se marchó a dormir a su casa de Triana, donde fue detenido por la Policía Nacional tres horas después.Así lo confirmó ayer el comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional, Manuel Piedrabuena, durante el acto de inauguración de la comisaría de este cuerpo en el distrito Macarena. Los hechos ocurrieron a las tres y media de la madrugada del domingo en la calle Gramil del polígono Store, a las puertas de los salones de celebraciones Badía, donde tanto el presunto autor del atropello como la víctima participaban en dos cenas de Navidad con sus empresas. En un momento de la fiesta, ambos grupos mantuvieron una discusión, «un incidente verbal que no debería haber tenido mayor importancia», en palabras del comisario Piedrabuena.Minutos después, el presunto autor del atropello vio desde la cristalera de los salones como algunos de los miembros del otro grupo causaban presuntamente daños a su coche, un Seat Ibiza de color negro que estaba aparcado en la puerta. Según el relato de los testigos interrogados por la Policía, el vehículo tenía el espejo retrovisor roto. El propietario del vehículo salió de los salones junto con un amigo y se encaró con los miembros del otro grupo, llegando incluso a propinarse varios golpes entre ellos. Luego, el joven se quedó en el coche con un amigo mientras los otros regresaban al salón.El dueño del vehículo y su compañero permanecieron unos minutos dentro del coche esperando a que salieran los jóvenes que presuntamente le habían destrozado el espejo. Cuando lo hicieron, aceleró su vehículo y atropelló a Manuel Alías, quien, según la versión de la familia, ni siquiera había causado daños al coche. Luego, el autor del atropello dio marcha atrás y volvió a acelerar, pasando varias veces con el vehículo por encima del cuerpo de la víctima, que murió antes de que llegaran los servicios de emergencias sanitarias. Algunos de los amigos de Manuel Alías intentaron seguir al autor del atropello por la ronda de circunvalación SE-30, pero sufrieron un accidente.El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha interrogado a 14 testigos que tomaron nota de la matrícula del vehículo. «Al principio bailaban algunos números, pero luego los cruzamos hasta dar con un coche que respondía al modelo, color y marca que decían los testigos. En nuestros registros figuraba el domicilio del propietario y nos presentamos allí, vimos que el coche estaba aparcado en las inmediaciones y finalmente detuvimos al dueño en su casa», indicó Piedrabuena.Tres horas después del homicidio, el conductor dio una tasa de 0,38 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando lo permitido es 0,25. El acompañante se presentó acompañado de un familiar en una dependencia policial, en principio sólo para interesarse por las investigaciones policiales, y finalmente fue detenido por una presunta omisión del deber de socorro.La Policía tomó ayer por la tarde declaración al autor del atropello después de haber interrogado a los 14 testigos y al copiloto a lo largo de la jornada del domingo y de la mañana de ayer. A la hora de cierre de esta edición, los detenidos permanecían en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía a la espera de pasar a disposición judicial, algo que podría ocurrir en las próximas horas.La víctima fue enterrada ayer en San Juan de Aznalfarache, de donde era natural. Residía en la barriada del Monumento, tenía pensado casarse en los próximos meses y trabajaba en la empresa Feuvert, que se dedica a reparaciones y ventas de respuestos de automóviles.