Los trabajadores de la empresa municipal de transportes de Sevilla (Tussam), que hoy han registrado un comunicado en el organismo por el cual dan cuenta de la convocatoria de huelga para los días 22 de febrero, 12 de marzo y 26 de marzo (Viernes de Dolores), explicaron hoy que desconvocarán el paro en el caso de que observen «una verdadera voluntad de negociación» por parte de la dirección.
Precisamente, en protesta por lo que consideran indicios de privatización de la empresa y en pro del empleo, un millar de empleados de Tussam, según los manifestantes, se dieron cita a las 17,00 horas en el Parlamento andaluz para marchar hasta Plaza Nueva, en lo que el secretario general de CCOO de Tussam, Miguel Pereira, calificó en declaraciones a Europa Press de «éxito rotundo, teniendo en cuenta que la mitad de la plantilla se encuentra trabajando en turno de tarde».
Pereira expuso que el motivo de la huelga obedece a que en la primera reunión para la negociación del plan de estabilidad, donde se pactó «una total disposición al diálogo y voluntad de negociación y colaboración para que el plan de estabilidad sea efectivo», los sindicatos solicitaron que se paralizara la licitación para contratar a empresas privadas que se hagan cargo de determinados servicios urbanos, al entender que ello constituye «una amenaza directa para los trabajadores».
Sin embargo, el sindicalista criticó que la empresa justifique esta acción como una «mera herramienta burocrática» para tener cubierta la posibilidad de que sea necesario externalizar líneas en el futuro, por lo que, ante la amenaza, «ponemos en marcha nuestra propia manera de amenazar, la convocatoria de huelga».
Desde CCOO se quiso dejar claro el «ánimo total y completo» de no realizar el paro si la empresa «se sienta con nosotros a negociar todos y cada uno de los aspectos del plan de estabilidad relacionados con los trabajadores, así como para dar datos con los que podamos elevar propuestas serias y coherentes».
«En función de cómo transcurra la situación podemos ir desconvocando, y aunque valoraríamos muy positivamente que se paralizara el proceso de externalización, ello no es condición ‘sine qua non'», concluyó Pereira.
Fuente: Europapress.es