Vistas en 360 Grados.
En la fotografía mantenga pulsado el botón izquierdo del ratón y desplácese por la imagen.
Exterio de la Capilla ( Plaza del Museo )
Capilla de la Hermandad de El Museo 1
Capilla de la Hermandad de El Museo 2
Capilla de la Hermandad de El Museo 3
Capilla de la Hermandad de El Museo 4
En la cuaresma de 1575 la corporación de plateros sevillanos celebró unos cultos gremiales en la parroquia de San Andrés, en las que el orador sagrado versó sobre la expiración de Cristo, con tanto acierto y realismo que los asistentes, quedaron impresionados y conmovidos, hasta el punto que en dicho gremio surgió la idea de fundar una hermandad de penitencia, cuyo titular fuera precisamente Cristo en el momento de la expiración.Intervinieron en esta gestión Francisco Lozano, Gaspar Campuzano, Rodrigo de Hurtado, Pedro Herrera, Baltasar de Aguilar, Hernando de Soria, Andrés de Heredia, Bartolomé Prieto y Juan de Ordóñez, como los mas activos y destacados. Lograron la aprobación de las primeras Reglas de la Hermandad, con fecha 4 de noviembre de 1575, por orden del cardenal Rojas y Sandoval, que designaban la parroquia de San Andrés como sede canónica y la tarde del Viernes Santo como jornada para realizar la estación de penitencia, instituyendo las fiestas de invención de la Santa Cruz, de la Natividad de la Virgen y la de Todos los Santos.
Una copia se conserva en el Archivo de Historia Nacional de Madrid, en el legajo número 785, número 17 de la sección de Consejos. Contenía cuarenta y siete normas.La primera medida que adoptaron la hermandad fue la de encargar la imagen titular sobre la que había de articularse ésta. Sin perdida de tiempo eligieron al escultor, teniendo como premisa que la imagen fuese algo diferente a lo que era habitual en la ciudad; y se eligió al cordobés Marcos Cabrera, con el que se pactó el contrato de ejecución con fecha 7 de diciembre de 1575.La actual imagen del Cristo de la Expiración recién salida de las manos de Marcos Cabrera, efectuó su estación el Viernes Santo de 1576, desde San Andrés por primera y única vez. La estación se efectuaba a los cinco templos más próximos, en recuerdo de las cinco llagas del redentor.El primero de marzo del año siguiente se convino con la comunidad del convento de la Merced, alojada en el hoy Museo de Bellas Artes, en la misma plaza del Museo, la cesión de una capilla a la hermandad �para siempre jamás� a cambio de tres mil maravedíes, y consecuentemente la hermandad cambió de sede, abandonando San Andrés.En 1604 el cardenal Niño de Guevara reguló las estaciones de penitencia a la Catedral y desde entonces comenzó a hacerlas al templo metropolitano, en la tarde del Viernes Santo.EL 12 de mayo de 1613 la comunidad cedió a la hermandad un solar de 75 pies de largo por 25 de ancho, que pertenecía al compás de la Casa Grande de la Merced, del que fue segregado, y que es el que actualmente ocupa la capilla. Firmó la escritura correspondiente, por parte de la orden mercedaria, el provincial fray Melchor Guerrero. Su precio fue 800 ducados.En 1624 sin que sepa por qué ni cómo, en algún documento de la época aparece, por primera vez, el nombre de la Virgen de las Aguas como titular de la hermandad, sin que se conozca que ninguna imagen la representara.Realizada la construcción en el nuevo compás, la hermandad abandonó la capilla que le había sido cedida en 1577 �para siempre jamás� y se trasladó a la recién construida, que es donde hoy continúa y ha permanecido salvo excepcionales desplazamientos.En las primeras estaciones el Cristo iba portado a hombros de los hermanos, pasando, transcurridos unos años, a salir en procesión sobre unas andas.Durante más de un siglo, desde 1625 a 1760, se perdió casi toda noticia sobre la vida de la hermandad. Solo se conoce que durante la epidemia de peste que asoló la ciudad en 1696, fallecieron numerosos hermanos.Desde 1695 a 1771 en sus salidas en procesión salían a la calle dos artísticos pasos de Francisco Antonio Ruiz Gijón, en primer lugar un paso alegórico que representaba al sol y la luna, en un eclipse, en recuerdo de los fenómenos atmosféricos acaecidos al expirar Jesús; el segundo, de extraordinarias proporciones lo coronaba el magnífico Crucífijo titutlar, sobre un extenso calvario, irregularmente asentado, con los habituales evangelistas en las esquinas.Existen noticias sobre que la hermandad contó con un hospital llamado de San Eloy. Las ordenanzas del siglo XVI hablan de él y posteriormente no existe ninguna referencia. Se cree que desapareció en la primera reducción de hospitales, Probablemente debió estar en la cercana calle San Eloy.En 1772 el escultor Cristóbal Ramos modeló en terracota la Virgen de las Aguas, que cierra la cofradía en su actual formación y que por aquel entonces aparecía a los pies del Cristo de la Expiración de rodillas, con las manos cruzadas. La imagen salió al año siguiente sobre unas parihuelas sin palio, independientemente del Cristo.De 1805 a 1814 la hermandad tuvo que refugiarse en la cercana parroquia de San Vicente, pues su templo fue ocupado y casi destruido por los invasores franceses.El 24 de febrero de 1825 la corporación celebró Cabildo General con la idea de reorganizarse y volver a su vida activa, con la ayuda de los frailes mercedarios y distinguidas personalidades de la ciudad. Logró salir el Viernes Santo por la tarde, 13 de abril, con un nuevo paso, con el Cristo y la Virgen a los pies. Fue la primera que salió con cruz de guía y los hermanos revestidos de nazarenos. El 17 de abril de 1829 salió por primera vez con el paso del Cristo y el de palio.En 1845 el escultor Gutiérrez Cano cambió el sudario primitivo del Cristo por otro de aire barroco, en tela encolada. Además restauró los desperfectos que presentaban la imagen y le cambió la corona de espinas primitiva que era de plata, por la actual.El Viernes Santo de 1910 salieron por primera y única vez el Cristo y la Virgen en el mismo paso en la cofradía del Santo Entierro.El 6 de mayo de 1921 en Cabildo se aprobó que la Virgen saliera en otro paso bajo palio. Dos años más tarde el hermano mayor don Luis Torres gestionó y consiguió para la hermandad, el traslado de su estación al Lunes Santo, siendo la primera en procesionar en ese día. También intervinieron en esa decisión José Luis Garrido Ávila y Alfredo Estrada de la Roza, que pasaron a la historia de la Semana Santa como fundadores del Lunes Santo. Así el Lunes Santo, 26 de marzo de 1923, fue una fecha histórica para la semana santa, siendo la hermandad junto con las de las Aguas de San Jacinto (hoy en la capilla del Dos de Mayo), a la cual se le ofreció y compartió tal hecho, las pioneras de este día.En 1929 fueron modificados los atuendos de los nazarenos, quedando como en la actualidad. De 1931 a 1936, periodo de la II República, la hermandad dejó de salir durante un trienio (1932 a 1934)En 1940 estrenó el Cristo un nuevo paso, diseñado por el hermano Francisco Jiménez Román, labrado por Rafael Fernández de Toro y dorado por Manuel Fuentes. En 1947 se estrenaron los portentosos varales de Manuel Seco Velasco, en cuyos basamentos aparecen pequeñas figuras de patronas de distintas regiones españolas, labradas por Sebastián Santos Rojas. En 1954 don Santiago Ramos Castro compuso la marcha �Virgen de las Aguas�En 1962 el escultor Sebastián Santos restauró la imagen de la Virgen, a la que le dotó de un nuevo candelero, y modificó algo la dirección de la mirada, consiguiendo una más propia para salir en procesión bajo palio. EL 19 de marzo de 1964 se bendijo el bello retablo de azulejos que preside la fachada con los dos titulares, obra de Antonio Morilla, el tallista Guzmán Bejarano diseñó el marco y Pablo Aguilucho la corona que lo remata.En 1975 se celebró el cuarto centenario fundacional de la hermandad y como motivo de su conmemoración constituyó el patronato Social del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de las Aguas.El 22 de junio del años siguiente fueron aprobadas nuevas Reglas, en las que se estableció como nuevo nombre el que hoy se mantiene. En 1977 hermanos jóvenes costaleros portaron el paso de Cristo por primera vez, el paso de la Virgen no fu llevado por hermanos hasta dos años más tarde.EL 20 de junio de 1982, se enriqueció el tesoro artístico de la hermandad, instalando en el altar mayor un magnífico y rico sagrario. Con dicho motivo, el director espiritual don Miguel Rastrojo, concelebró una solemne misa con hermanos sacerdotes.El 9 de febrero de 1986 celebró solemne función que presidió don Antonio Domínguez Valverde, en acción de gracias por la concesión del título de sacramental, que tuvo a bien concederle la Mitra. El siguiente año se estrenó el guión sacramental.En 1990 fue restaurado el Cristo de la Expiración por la Conservación y Restauración de Obras de Arte en Madrid, tras someter las muestras tomadas a análisis y así aprobarlo en cabildo.En dos ocasiones, la hermandad fue objeto de carteles oficiales sobre la Semana Santa. En 1987 en el editado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, obra de Ignacio Velasco González, y en 1996 mediante un cuadro pleno de fantasía del pintor Juan Valdés.El 28 de marzo de 1998, la Virgen de las Aguas fue proclamada, con la oportuna Autorización eclesiástica, patrona de la compañía municipal de aguas de Sevilla, EMASESA.
Fuente: http://www.hermandaddelmuseo.org/historia/historia.htm