A Juan Ignacio Zoido se le ha ocurrido una idea para que los dos clubes de fútbol más importantes de la ciudad salden sus deudas con el Ayuntamiento: que disputen algunos partidos oficiales en el Estadio de La Cartuja. Aún no han comenzado las negociaciones propiamente dichas, pero sí ha habido una primera toma de contacto que todas las partes la han calificado como satisfactoria. En cierto modo, están condenados a entenderse, ya que las arcas de Betis y Sevilla no están precisamente boyantes y al Consistorio le interesa reflotar las suyas propias recuperando esos cinco millones de euros cuanto antes, y de camino, revitalizar un escenario que fue catalogado en su día con el distintivo de cinco estrellas.
El también conocido como Estadio Olímpico fue edificado a finales de la década de los noventa con un coste aproximado de 128 millones de euros y desde entonces a esta parte ha albergado grandes eventos deportivos como el Mundial de Atletismo de 1999, la final de la Copa de la UEFA de 2003, las finales de la Copa del Rey de 1999 y 2001, la final de la Copa Davis de 2004 (repetirá este año) o la Peace Cup. También ha acogido conciertos de referentes musicales como Alejandro Sanz, U2, Héroes del Silencio, Madonna, Bruce Springsteen, etc. Sin embargo, a nadie se le escapa que, desde que el estadio fue diseñado, todos los alcaldes han intentado con mayor o menor convicción el traslado definitivo de los clubes a La Cartuja, fracasando en el intento por el rechazo de las aficiones verdiblanca y blanquirroja a abandonar sus tradicionales feudos.
No obstante, el actual primer edil plantea una solución intermedia que sí parece viable. Obviamente, aún habría que darle forma, pero no sería descabellado que Betis y Sevilla jugasen algún partido como local en La Cartuja en esta misma temporada. Otra opción más remota es la de que pueda disputarse algún derbi allí, aunque hay quienes piensan que ya es hora de desempolvar el Trofeo Ciudad de Sevilla que tanta aceptación popular tenía hace no demasiado tiempo.