Joaquín, el trabajador de la Asociación lebrijana de Minusválidos Físicos (Almif) que encontró casualmente un cheque al portador por valor de 2.965,65 euros y lo entregó a la Policía Local, habita actualmente «en una caravana» y es una «persona muy necesitada» al percibir mensualmente poco más de 233 euros. La presidenta de Almif, Castillo Carmona, explicó que este trabajador de poco más de 45 años que ha protagonizado esta historia padece una minusvalía sensorial relacionada con el aparato auditivo, además de problemas en el habla.
Según su relato, ayer sobre las 14,00 horas, este trabajador acudió a la zona de aparcamientos habilitada en la calle Eduardo Dato para custodiar el entorno según el acuerdo de «colaboración» que rige entre Almif y el Ayuntamiento cuando, al apearse de su moto, descubrió en el suelo «un papel que le llamó la atención». Joaquín, siempre según el relato de Castillo Carmona, se percató entonces de que se trataba de un cheque al portador por valor de 2.965,65 euros, tras lo cual arrancó de nuevo su moto y se trasladó hasta la Jefatura de la Policía Local para entregar dicho cheque. «Es tan honrado», exclamaba la presidenta de Almif, porque este hombre separado de su pareja «vive en una caravana» a la espera de que el Ayuntamiento le entregue una vivienda de promoción pública y «está muy necesitado». A tal efecto, Carmona explicó que el protagonista de esta historia percibe poco más de 233 euros mensuales por sus colaboraciones.