Después de Roma, Sevilla es la ciudad que posee más conventos. Actualmente se mantienen en pie casi una veintena, pero la cifra llegó a ser mucho mayor en tiempos pasados. Por esta razón, cabe preguntarse a qué se debió dicha proliferación. La respuesta se halla en los siglos XV y XVI, y más concretamente, en el comercio con las Indias, que convirtió a Sevilla en la capital del mundo tanto por sus riquezas como por su elevado número de habitantes. Por aquel entonces, el tráfico de mercancías era incesante, al igual que el de personas, puesto que todos querían conocer el Nuevo Mundo.
Y en este sentido, los religiosos no eran ninguna excepción. No en vano, eran tiempos de cristianización en América, y Sevilla hacía las veces de escala. Así, mientras unos embarcaban y otros desembarcaban, todos (dominicos, franciscanos, agustinos y carmelitas) comprobaron la majestuosidad de Sevilla y sintieron la necesidad de establecer sedes en ella… o mejorar las que ya tenían. El dinero fluía, la fe no se cuestionaba y las donaciones eran constantes, toda vez que muchas familias acaudaladas ingre optaban por ingresar a algún hijo en sus órdenes para mejorar su estatus social (estaba muy bien visto).
Para ilustrar el crecimiento exponencial que sufrió Sevilla a nivel de templos cristianos, existe una leyenda bastante verosímil. Según la misma, el afamado Cosme de Médici, fundador de la dinastía florentina, recibió la invitación de visitar Sevilla y aceptó gustosamente. Sus amigos hispalenses, como buenos anfitriones, le enseñaron los monumentos más importantes y lo subieron a la Giralda. Y fue allí cuando, al ver tantos campanarios, torres y espadañas, el italiano pronunció una frase célebre: “Esto no es un ciudad, es una ciudad-convento”.
Aunque posiblemente se nos pueda escapar alguno, a continuación enumeramos todos los conventos que hay en Sevilla: Asunción, Encarnación, Visitación de Santa María, Espíritu Santo, San Antonio de Padua, San Buenaventura, San Clemente, San Gregorio, San Leandro, Santa Ana, Santa Clara, Santa Inés, Santa Isabel, Santa María de Jesús, Santa María del Socorro, Santa Paula, Santa Rosalía, Madre de Dios de la Piedad, San José-Las Mercedarias y San José del Carmen-Las Teresas.