La compañía Viento Sur teatro denuncia a los dueños de la Sala El Cachorro

Teatro Viento del Sur

Teatro Viento del SurLa directora de Viento Sur Teatro, Maite Lozano, ha denunciado que la compañía «se siente acosada práctica y judicialmente» por los propietarios de la Sala El Cachorro, sede de su escuela de teatro, «quienes nos han relegado poco a poco a un espacio limitado donde solo podemos desarrollar los cursos con muchas dificultades, en dos aulas de pocos metros, con la intención de instalar un bar ilegal», ha asegurado. «Lo que iba a ser un ambigú complementario a la actividad cultural se ha transformado poco a poco en un bar de copas abierto desde la tarde hasta la madrugada», ha lamentado.Lozano, cofundadora de Viento Sur Teatro junto a Jorge Cuadrelli, ha señalado además que «los dueños, junto a la encargada del bar, María Hidalgo, se han adueñado de nuestra identidad y la explotan en su nombre».

 

«Sentimos que se está haciendo un uso instrumental del curriculum acumulado para beneficio comercial de una actividad que no es por la que hemos luchado en todos estos años, y segundo porque no queremos que se confunda una identidad fundada en la creatividad y la producción teatral con un bar que además no tiene permiso de apertura», apuntó.Al respecto, la directora de Viento Sur, residente en la Sala El Cachorro desde 1994, señaló que «todas las subvenciones que han ido a mejorar el espacio de forma notable, como la construcción de servicios adecuados, la insonorización y mejora de las instalaciones eléctricas según las normas de seguridad, o el mantenimiento del jardín del patio, han sido siempre conseguidas por la compañía y deshonestamente se lo ha quedado el bar para su función comercial».El bar ‘se apropia’ de las actividades»Esto no es una cuestión de dinero, porque no nos importa que esté el bar, con el que mucho tiempo hemos mantenido una relación buena, pero cuando el bar se adueña de nuestra actividad, y se hace productor de teatro, pone un escenario, que es el mío, usan mi insonorización, que yo he luchado con el Ayuntamiento para conseguirla, y cuando le decimos al dueño que tenemos que arreglar esto para que nos dejen dos o tres días programar y hacer cosas a nosotros, y no nos escucha, y además están las denuncias por tonterías, esto ya nos provoca un sincero dolor», explicó.En este sentido, Maite Lozano quiso dejar claro que los dos juicios celebrados «han sido ganados ambos por Viento Sur». «Uno ha sido por injurias a María Hidalgo, que se ha apropiado un festival de cine fundado por nosotros, lo hace en el patio, y la otra es por podar un árbol del jardín de atrás». «Se trata de una lucha constante, porque no saben qué hacer para echarnos ya que pagamos todos los meses religiosamente y no tenemos contrato escrito, sólo verbal», señaló, y prosiguió diciendo que desde Viento Sur «se ha puesto una demanda a los dueños por incumplimiento de contrato, porque cuando han visto que la cosa funcionaba, ahora nos quieren echar».»La Sala El Cachorro la fundaron Maite Lozano, Jorge Cuadrelli y Viento Sur Teatro y ahora el dueño, junto con su hijo, Carlos Ruiz de Olavide, y la encargada del mismo, María Hidalgo, han hecho que el bar El Cachorro se quede con la actividad de Viento Sur, robándonos así nuestra historia con una falta total de ética», concluyó Lozano.

 

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/07/andalucia_sevilla/1275940586.html

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