La efervescencia del zepelín

Cuando los aviones se destinaban casi exclusivamente para fines militares, la mejor manera de volar placenteramente era a través de un zepelín. Este medio de transporte tuvo una vida efímera, pero bastante intensa. De hecho, la primera vez que sobrevoló el cielo sevillano (el 14 de abril de 1929) causó muchísimo furor, extendiendo el deseo de probarlo entre los ciudadanos y el de explotarlo entre empresarios y gobernantes.

¿Qué era exactamente un zepelín? Básicamente, un globo aerostático que se podía dirigir con precisión y tenía la apariencia de una nave. Acuñó este nombre por su inventor, Ferdinand von Zeppelin, un militar alemán de alta alcurnia que murió antes de ver cómo su flamante creación daba la vuelta al mundo. El modelo que se dejó ver por la capital hispalense, el Graf Zeppelin, tenía más de 200 metros de longitud y trasladaba a unos 30 pasajeros en condiciones de lujo, ya que disfrutaban de un amplio comedor, habitaciones individuales, etcétera.

Los hangares se instalaron en lo que hoy es la barriada Aeropuerto Viejo, y hasta allí se desplazaban los curiosos para presenciar las maniobras de despegue y aterrizaje. También era muy habitual que la gente subiera a las azoteas para contemplar su paso más de cerca. En cualquier caso, para ver el zepelín no hacía falta ir a buscarlo. Sin ir más lejos, más de una vez atravesó el centro de la ciudad para fortuna de los fotógrafos, quienes inmortalizaron estampas espectaculares y captaron la enorme sombra que el dirigible proyectó en los monumentos.   

Durante casi una década, una línea regular operó entre Sevilla y Larache (Marruecos), al tiempo que otra que unía Alemania y Brasil hacía escala en la capital hispalense. También eran frecuentes los vuelos de exhibición, que tenían trayectos más cortos y personalidades públicas como pasajeros de excepción. Pero todo se acabó de la noche a la mañana, y no sólo en Sevilla. La razón, el trágico accidente sufrido por un zepelín en Nueva Jersey, que le costó la vida a 36 personas y dejó en entredicho la seguridad de este extinto medio de transporte.  

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