La empresa asegura un 75% de circulaciones en las horas punta de cercanías y un 73% en alta velocidad.Calma en las estaciones ferroviarias españolas pese a la huelga de 24 horas convocada por CC.OO y la CGT. El director del departamento de Viajeros de Renfe, Enrique Urkijo, ofreció a primera hora de la mañana una rueda de prensa en la que cifró una incidencia del 15% en los transportes diurnos y de un 10% en los nocturnos. En líneas generales, según las estimaciones del propio gestor ferroviario, las movilizaciones afectarán a 500.000 usuarios, más del 25% del total de los viajeros, que sufrirán, en su mayor parte, retrasos.
Los desplazamientos afectados por demoras y, en menor medida, anulaciones son 1.800 de los 4.100 previstos que circulasen, más de un 43 por ciento. Urkijo señaló que 370.000 usuarios de Cercanías se verán afectados, una incidencia muy superior a la que se producirá en los servicios de media distancia (75.000) y de AVE (20.000).Reforma laboral “injusta”Las organizaciones sindicales se oponen, con estas movilizaciones, a la reforma laboral que SEMAF (Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviario) y UGT pactaron con la dirección de Renfe el pasado mes de marzo. Los sindicatos convocantes, que no se adhirieron al acuerdo, denuncian que “el pacto es injusto, insolidario e ineficaz” y tachan a los representantes del gestor ferroviario de “demagogos”, al engañar “al Gobierno, a los trabajadores y a los españoles” con la firma de un nuevo marco laboral que, según estos sindicatos, generará incrementos en el salario de algunos colectivos, como los maquinistas, superiores al 10% hasta alcanzar los 46.000 euros anuales, desde los 38.000 anteriores.La mañana en AtochaEn la madrileña estación de Atocha, el número de viajeros afectados resultaba menor que en el paro convocado a comienzos de abril. Montse Sánchez, que sufrió un retraso de media hora en el desplazamiento de Barcelona a Madrid en el AVE de las 7.30, esperaba en la puerta de la oficina de atención al cliente. Iba a presentar una reclamación, a pesar de que admitía, indulgentemente, los retrasos. “Este tipo de situaciones son imprevistas”.Verónica Sáenz, sin embargo, exhibía su indignación. Quería viajar a Zaragoza en AVE para visitar a su abuelo enfermo. Después de intentar comprar el billete sin éxito, desistió. “Me voy corriendo a coger el autobús. Lo malo es que ahora tardaré más de cinco horas en el viaje ”.
