La Gerencia llevará a la comisión ejecutiva el acuerdo con los hosteleros de la plaza para fijar el máximo de mesas en 41 en zonas acotadas por clavos cuando en la actualidad no pasan de 29.De las 29 mesas que presentaba en la tarde de ayer, a las 41 como máximo que podrá acoger en breve. Urbanismo ya dispone del mapa de reordenación definitiva de las mesas y sillas de la Plaza del Salvador tras haber alcanzado un acuerdo por consenso con los hosteleros en el marco de la nueva ordenanza aprobada en el Pleno. La plaza podrá acoger un máximo de 41 veladores repartidos entre los cinco establecimientos existentes: La Alicantina (14), La Ibense (9) y las tres bodeguitas de los soportales (18).
Las principales novedades radican en que La Alicantina reducirá su actual número de mesas, pues en la tarde de ayer tenía colocadas 20. Las bodeguitas de los soportales obtienen licencia para 9 mesas altas cada una, en las que Urbanismo obligará a colocar taburetes altos. Estas bodeguitas no siempre han tenido mesas ni en todos los casos han venido solicitando y renovando las licencias. Urbanismo ha apostado por regularizar algunas situaciones de hecho, pero con una serie de condiciones. Los topógrafos de la Gerencia colocaron el pasado viernes los clavos que servirán de guía en la superficie de la plaza para acotar las zonas en las que deberán estar las mesas y sillas. Fuera de ese territorio delimitado no podrán colocarse veladores. Urbanismo asegura que la pasada semana realizó las «pruebas reales de capacidad» de la plaza, una especie de simulacro que permita comprobar los pasillos que hay que dejar expeditos en caso de fuertes aglomeraciones de público. La propuesta de reordenación tiene en cuenta esta particularidad. Se parte de la premisa de que lo importante es el peatón y la contemplación de la iglesia monumental que da nombre a la plaza. El Centro de Coordinación Operativa (Cecop) también ha sido consultado a los efectos de calcular los espacios libres entre sectores de mesas. En el caso de la zona de veladores de La Alicantina y La Ibense se han dejado hasta cinco metros, una distancia más que suficiente ante una ocasional concentración masiva de público.Una vez que la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo apruebe esta reordenación, los planos saldrán a exposición pública para recibir posibles alegaciones durante un mes. Por lo que respecta a la estética -una de las cuestiones a las que hace la referencia la nueva ordenanza aprobada en el Pleno del pasado noviembre-, Urbanismo tiene en cuenta que La Alicantina ya usa el modelo propuesto por el Consorcio de Turismo, mientras que a la propiedad de La Ibense se le ha informado del plazo de varios años que concede la nueva ordenanza para presentar un mobiliario homologado u homologable.Por lo que respecta al núcleo formado por las calles Álvarez Quintero, Argote de Molina y Conteros, la reciente sesión de la comisión especial creada al amparo de la nueva ordenanza decidió congelar las solicitudes de veladores para «emplazar a todas las partes implicadas para una reunión a fin de estudiar la implantación de veladores en la zona». Esta zona es especialmente sensible, pues se produce un efecto avispero por la acumulación de mesas de diversos establecimientos (Robles Tapas, Restaurante Robles, Bodega El Cortijo, Pizzería Doña Francisquita). Urbanismo tiene registradas varias quejas mutuas entre los establecimientos a cuenta de la colocación de los veladores. Los técnicos ya disponen de unos criterios con los que elaborar el mapa de reordenación, que reducirá el actual número de mesas y obligará a respestar una distancia de 1,50 metros entre la fachada y las mesas y sillas.La comisión especial que vela por el cumplimiento de la ordenanza tomó recientemente el acuerdo de no dar licencia para la instalación de veladores junto al Arco del Postigo, en las calles Tomás de Ybarra y Almirantazgo, al tratarse de una zona saturada. Respecto a la calle Alemanes, la comisión ha condicionado los veladores del Pub Flaherty a que renuncie a la música o a que separe la activididad del pub con música y bar con dos puertas distintas.La nueva ordenanza da un plazo de tres años a los titulares de licencia de ocupación de vía pública para renovar el mobiliario urbano y adaptarlo a los criterios estéticos y funcionales decididos por el Consistorio. Todos los negocios de hostelería con terraza están obligados a someter a homologación el modelo de mesas, sillas y parasoles elegido o bien utilizar el modelo denominado Sevilla, que cuenta con el aval del Ayuntamiento y que ha sido instalado inicialmente en el entorno de la calle General Polavieja.La adaptación a los modelos homologados afectará a la mayoría de las licencias concedidas actualmente, cifradas en 708 permisos de terrazas y más de 7.800 veladores. Otro aspecto destacable es la creación de una comisión especial de terrazas de veladores para el seguimiento, asesoramiento, coordinación y control de la aplicación y desarrollo de la ordenanza integrada por cuatro concejales del equipo de gobierno con competencias relacionadas con la materia, todos ellos con voz y voto. También están representados en la comisión un secretario, cuatro técnicos municipales, un representante de la Asociación de Hostelería, otro del Colegio de Administradores de Fincas y otro de asociaciones de vecinos, todos ellos con voz pero sin voto.Este nuevo órgano no sólo ejerce labores de supervisión, sino que tiene capacidad decisoria para resolver la instalación de terrazas independientemente de los requisitos contemplados en la ordenanza y en función de las circunstancias. La ordenanza garantiza la participación activa de los vecinos en la renovación de las licencias. De hecho, el artículo 20 precisa que la licencia inicial de instalación de terrazas con veladores se notificará al presidente de la comunidad de vecinos del edificio en el que se localice el establecimiento hostelero, y también a los bloques colindantes. Se regulan sanciones de hasta 120.000 euros por exceso de mesas El régimen disciplinario estima multas en función de la gravedad de los incumplimientos que oscilan entre los 600 euros y los 120.000 euros.