Probablemente, muchos de nuestros lectores ya conocerán la relación que existe entre el periodista Iñaki Gabilondo y la Hermandad de Santa Marta, pero quizás no sepan discernir con claridad qué parte de la historia es real y qué parte de la historia pertenece a la ficción. Vayamos por partes. Corrían los años setenta cuando la corporación afincada en San Andrés decidió introducir una rosa en el paso que desfila cada Lunes Santo por las calles de Sevilla. Concretamente, debajo de la mano del Santísimo Cristo de la Caridad, representando así la última gota de sangre del Señor, la cual, tras caer al suelo, brotó de manera divina.
Por aquel entonces, la hermandad recibía muchos ramos de flores para confeccionar el Monumento del Jueves Santo, y guardaba las tarjetas para posteriormente expresar su agradecimiento a los contribuyentes. Uno de ellos fue Iñaki Gabilondo, a la sazón director de Radio Sevilla, quien envió una rosa a todas las hermandades de la Semana Santa sevillana. Manuel Otero Luna, en aquel momento hermano mayor de Santa Marta, era consciente de que la mujer del periodista estaba muy enferma y sugirió que la flor acompañara al Cristo de la Caridad ese Lunes Santo, encontrando uno de sus priostes la ubicación perfecta para tal propósito.
Aquel gesto espontáneo conmovió a Iñaki Gabilondo, quien a partir de entonces cogió la costumbre de enviar un ramo de rosas a la corporación, manteniendo ésta la tradición de colocarla debajo de su Titular hasta la actualidad. No es de extrañar, por tanto, que el vínculo entre el periodista y la hermandad sea muy estrecho, hasta el punto de que llegó a pronunciar la Meditación ante el Cristo de la Caridad en 2001. Por último, cabe señalar que dicha rosa, tras concluir cada Estación de Penitencia, es entregada a un hermano enfermo.