La ubicación de las cocheras afectaría al área de ampliación de los naranjales.El Metro no sólo es el trazado por el que discurrirán sus unidades móviles y sus estaciones. Para que funcione el sistema de transporte se necesitan unas cocheras, con talleres y playa de vía incluida, en donde se almacenen y revisen estas máquinas. En los anteproyectos de alternativas de las líneas 2, 3 y 4 de la red que se exponen publicamente estos días se recoge que las cocheras de la linea 2 irán más allá del Polígono el Pino, cerca de la A-92; que la de la línea 3 irá por detrás de Pino Montano y las de la línea 4 irán…..en el Parque del Alamillo.
En principio, en la memoria de la línea 4 se plantean en principio tres posibles soluciones. La primera incluye la utilización de las cocheras de la línea 1. Eso supondría una conexión ferroviaria entre ambas líneas en el punto en el que se cruzan, la Ronda del Tamarguillo a la altura de la avenida Marqués de Pickman. El nuevo ramal tendría que ser subterráneo, se ejecutaría por el sistema de túnel entre pantallas y tendría unos 260 metros de longitud. Además, sería necesario, dada las nuevas necesidades de espacio y equipamiento, reordenar y ampliar los talleres de la línea 1.La otra alternativa es usar las futuras cocheras de la línea 3. Eso implicaría el diseño de una conexión, también subterránea, por el punto de cruce entre ésta y la línea 4, junto al Hospital Virgen Macarena, de unos 270 metros de longitud y una pendiente del 41,5%. Aquí el espacio es más limitado por la proximidad de edificios colindantes y además su ejecución condicionaría la ubicación de la estación prevista junto al hospital. A su favor tiene que, al no haberse ejecutado aún las cocheras, pueden adecuarse a las necesidades de ambas líneas antes de iniciar la obra.La última alternativa, y por la que se decanta la Consejería de Obras Públicas, es ubicar las cocheras junto al Parque del Alamillo. Se plantean hasta tres posibles ubicaciones, el naranjal próximo a Ingenieros, por donde está prevista la ampliación del parque; el naranjal ubicado al otro lado del viaducto, en pleno parque, y, por último, en una zona utilizada como aparcamientos del Estadio Olímpico y que también está incluida dentro del parque e incluso se ha ajardinado ya. Las tres alternativas suponen que las cocheras se introducirían en torno a unos cien metros dentro del parque del Alamillo, rompiendo sus dimensiones actuales y futuras. Para justificar esta ubicación, la propia memoria del anteproyecto sobre la línea 4 resalta que en esta zona hay espacio suficiente para albergar la playa de vías y urbanización exterior, oficinas de personal, nave de cocheras y naves de mantenimiento de unidades, lo que da cuenta de las grandes dimensiones que tendrá que tener este espacio. Defiende esa ubicación en base a que tiene que aproximarse lo máximo posible a la vías de la línea de metro _saldrá entre la estación de Remo y la de Ingenieros:_, que el trazado de la infraestructura ferroviaria por este tramo discurre en superficie, posibilitanmdo la conexión y bifurcación de las bías hacia la parada de talleres y cocheras y que se trata de una amplia superficie en una zona no residencial.Eso sí, no obvia el documento algún inconveniente. Las parcelas que se sugieren están identificadas en el PGOU como «espacios libres, parque metropolitano, sistema general» y que son zonas verdes reservadas para la futura ampliación del parque del Alamillo por lo que su ocupación «no parece compatible» con el plan de reserva de espacios libres. No obstante asegura que el artículo sobre las condiciones particulares de los parques metropolitanos de dicho plan y que establece las condiciones del diseño de estas áreas y sus posibles usos públicos y compatibles, no especifica la compatibilidad con posibles usos ferroviarios. Eso sí, reconoce, su ubicación allí implicaría una modificación parcial del PGOU.
Fuente: http://www.abcdesevilla.es/20100614/sevilla/metro-amenaza-mutilar-parque-201006132351.html
