Un prostíbulo romano en el Alcázar

Patio banderas

Patio banderasLo que hoy es el lugar de peregrinación de cientos de turistas y templo del patrimonio real de Sevilla, fue hace siglos un lugar de citas donde los habitantes de la Híspalis satisfacían sus deseos sexuales. Sí. El Patio de Banderas del Real Alcázar de Sevilla habría albergado un prostíbulo o lupanar durante la época de la Híspalis romana.El equipo de arqueólogos que investiga las ruinas del edificio romano del siglo I antes de Cristo localizado en el subsuelo de la plaza baraja esta hipótesis después de que haya sido descubierto este verano un relieve pétreo con forma fálica en el marco de las excavaciones arqueológicas que están siendo promovidas por el Patronato del Real Alcázar.El alcaide del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, ha confirmado a Europa Press que esta «anecdótica teoría» ha surgido, efectivamente, a cuenta del descubrimiento de este relieve en uno de los muros exteriores del edificio perteneciente a la Hispalis romana que descansa en el subsuelo de la plaza.

 

 Este edificio datado en el siglo primero antes de Cristo, como ha explicado el arqueólogo director del conjunto palaciego, Miguel Ángel Tabales, habría alzado sus muros hasta tres metros sobre el firme y habría sido construido mediante la técnica arquitectónica del opus africanus.La construcción, demolida en el siglo IV después de Cristo, había sido asociada hasta el momento a la actividad portuaria, pero el reciente descubrimiento del mencionado ídolo fálico ha motivado una nueva y llamativa hipótesis. Este relieve de piedra, en concreto, muestra un fascinum o falo sustentado por dos extremidades traseras en movimiento, quizá patas de bóvido, y una cola de león. Rodríguez Galindo ha señalado que estos ídolos fálicos, comunes en la cultura romana y especialmente en el ocaso de la República, periodo al que pertenecerían las ruinas del edificio en cuestión, están asociados a «dos funciones» muy concretas.La primera de ellas, según ha asegurado el alcaide del monumento, es la de «amuleto» contra los malos espíritus, pues la costumbre de atribuir al falo erecto poderes para combatir el mal de ojo tuvo arraigo en la antigua Hispania. La otra función asociada a estos relieves de piedra, según ha reconocido, era el señalamiento de un determinado lugar o edificio como «prostíbulo». «Hay una teoría que afirma que el edificio era un prostíbulo, pero no lo sabemos», apostilla Antonio Rodríguez Galindo, quien admite el carácter «anecdótico» de esta teoría. Las funciones y los detalles de este edificio son uno de los aspectos que deben resolver las nuevas excavaciones.Las dos primeras fases de la investigación, ya consumadas, han supuesto intervenciones en esta plaza donde, ya en 1976, el arqueólogo Manuel Bendala Galán descubrió unos restos arquitectónicos de época medieval atribuidos a una basílica paleocristiana. Lo más significativo hasta el momento ha sido la identificación del más antiguo vestigio de ocupación humana de la ciudad y un fondo de cabaña con restos de una cocina del siglo VIII antes de Cristo, en el ocaso de la Edad del Bronce.

 

Fuente: http://www.elcorreoweb.es/sevilla/103889/prostibulo/romano/alcazar

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