Los Baños de la Reina Mora

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banos-reina-moraLos almohades dejaron una huella imborrable en Sevilla. No en vano, muchas de sus grandes obras (La Giralda, la Torre del Oro…) siguen dando lustre a la ciudad, si bien su arquitectura civil no corrió tanta suerte. De hecho, son pocos los edificios de este tipo que han sobrevivido a nuestros tiempos, aunque hay honrosas excepciones, como la que hoy nos ocupa. Hablamos de los Baños de la Reina Mora, que datan del siglo XII y se encuentran ubicados entre las calles Baños, Jesús de la Veracruz y Miguel Cid, es decir, en el corazón de la ciudad.

Básicamente, el conjunto está formado por un patio central rodeado de galerías con columnas que están dispuestas en torno a cuatro estancias rectangulares. Debido a su irregular estado de conservación y a las profundas renovaciones que sufrió, cuesta distinguir los aljibes, depósitos, calderas, pilas y demás partes del mobiliario, si bien el Ayuntamiento de Sevilla tiene previsto llevar a cabo una profunda restauración para que recobre su aspecto original. No pudo hacerse antes porque la propiedad del terreno había generado mucha controversia, aunque la expropiación ya es un hecho desde el pasado mes de junio.

Cabe destacar que los baños siguieron funcionando después de la ocupación cristiana. De hecho, hay pruebas que confirman su operatividad durante todo el siglo XV y ya en el XVI se convirtió en un convento, que a su vez hacía las veces de centro de recogimiento para ‘mujeres arrepentidas’, es decir, para aquellas que intentaban apartarse de la mendicidad o la prostitución bajo las directrices de las monjas agustinas. El edificio siguió reciclándose desde 1886 hasta 1976, periodo en el que fue sede de la Comandancia de Ingenieros, aunque, afortunadamente, los baños se respetaron y no se perdieron. Y para que no volvieran a correr riesgo de desaparición nunca más, en 1996 fueron declarados Bien de Interés Cultural. 

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