Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días, de remate del Arenal.
No es que vaya a cargarme al barrio, no.
Es que hoy vamos a explicar las últimas cositas y luego mis amigos irán descubriendo otras cuando lo pateen. Sin prisas y con los sentidos muy abiertos. Los cinco.
Ya hemos dicho porqué este barrio lleva el nombre de Arenal.
Hoy vamos a ver el origen del Baratillo.
Durante el siglo XV, en el centro de esta explanada, había un mercado de ropa de marineros, de avíos para las bestias, de recipientes para el aceite y odres para el vino. Toneles, corcho, madera, piezas de tejidos para los estandartes, productos venidos de las Indias y muchas baratijas. Y hablando de toneles, buscad la calle Toneleros. Seguro que la habéis paseado muchas veces.
Había mucha actividad en el mercado.
Se exponían las mercancías, unos vendían, otros compraban, muchos picareaban y la mayoría recorría el barrio en busca de algo asequible a su bolsa, que solían ser las baratijas.
De ahí el nombre de Baratillo.
Nombre que se conserva en la Capilla de la Hermandad Nazarena que está en la calle Adriano.
De esta capilla sale la cofradía del mismo nombre que procesiona el Miércoles Santo. Sus titulares son La Piedad y La Caridad.
No sólo el barrio, Sevilla entera, aprecia la belleza de sus imágenes.
Cerca de este mercado había un espacio dedicado a reparar e incluso construir carretas.
La carreta era el vehículo que transportaba las mercancías del puerto a la ciudad y de la ciudad al puerto.
Como todo vehículo tenía un desgaste y tenía que ser reparado o incluso sustituido por otro.
El gremio de los carreteros estaba a la izquierda del Baratillo, si tomamos como referencia nuestra situación mirando al río.
Hay constancia de eso en la calle Carretería y en la Hermandad Nazarena del mismo nombre.
Si nos ponemos a indagar en la historia vemos que todo tiene un porqué.
Ya en el Paseo de Colón, no creo que sea necesario explicar el porqué de este nombre, encontramos la Plaza de toros de la Real Maestranza de Artillería y el teatro del mismo nombre que se construyó con motivo de la Exposición Universal de 1992.
Se encuentran en el lugar que ocupaban las Reales Atarazanas, construidas por Alfonso X, el sabio, con la misión de construir navíos para la Armada Real.
En lo que ahora es el Teatro de la Maestranza, estaba un cuartel de artillería de donde toma su nombre, ahí se pueden ver las arcadas de las atarazanas.
Y fue un acierto respetuoso el conservar la fachada con los grandes ventanales de hierro, del antiguo cuartel.
Hoy el barrio del Arenal es lugar de encuentro cofradero, taurino y de los amantes de la ópera y el teatro.
Sigue siendo un barrio de mucha actividad, y si lo paseamos atentos encontraremos vestigios de otros siglos, de otras profesiones, de otras personas, que nacieron, trabajaron, disfrutaron y murieron allí.
Es la esencia de esta zona, es el sustrato de su historia, es un goce para los sentidos recorrer sus calles y entrar en sus edificios.
Y para descansar y reponer fuerzas, hay tabernas y bares emblemáticos desde la Plaza del Cabildo hasta la Puerta de Triana.
Queda pendiente nuestro paseo.
Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos y de remate del Arenal.
Manuela Sosa Martin.