Los buenos días de Manuela.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días de Jueves Santo.
Y con sol!

“Tres días hay en el año.
que relucen más que el sol:
Jueves Santo, Corpus Cristi
y el Día de la Ascensión.”

De momento este jueves ha salido reluciente. !Qué dure!

Y qué dure porque la jornada es larga. Hoy nos vamos a echar a la calle y no va a haber quién nos recoja.

Vamos a visitar los Sagrarios, ver los Pasos en sus Templos, asistir a los Oficios- potestativo- y ver las calles llenas de cofradías, a cual más bonita.
O sea, Sevilla, en su Semana Santa.

Lo de los Oficios es para aquellos que lo sientan y a los que respeto. Pero ver Sevilla en todo su esplendor es de obligado cumplimiento.

Se picotea una mijilla por dónde se pueda y cómo se pueda.
Una tapita en un bar, por hacerle algún gasto, y si no un bocadillo de casa.
Se prepara un bolso grandecito, echamos una botella de agua, unos bocadillitos que no pringuen mucho, unas galletitas y ¡a disfrutar!
Hay que coger fuerzas y energía. Los cuerpos se quejan y además no se nutren de belleza. Son cuerpos. ¿Si fueran almas?

Y hay que coger una prenda de abrigo. ¡No se os olvide!
¡Y a la Madrugá!
A atracarse de Vírgenes, Cristos, nazarenos, penitentes, costaleros, hermanos aguaores, cirios e incienso.
¡Qué me gusta el olor del incienso!
¡Cuántos recuerdos me trae!

El incienso, que los árabes llaman alhucema.
Lo aportaron a nuestra cultura. Les debemos muchas cosas, y entre ellas ésta.
Sobre todo Sevilla. Recordemos lo que hizo por ella el rey Almutamid, el rey poeta, el primer novio de la ciudad.

Pido perdón porque mi saludo os llega hoy tarde.
Tengo una excusa.
Había unas nubes tontorronas en el cielo y he estado soplándolas, para ponerlas en fila y que desagüen a lo largo del Guadalquivir. Ahí no molestan a nadie y se van caminito de la barra de Sánlucar.
¿Creéis que me han hecho caso?
Nada. Las muy díscolas siguen ahí.
¡Ay, ay, me das más miedo que un nublao!

¡Y os dejo, os dejo! Voy a ver si las meto en vereda.
Echadme una mano, vamos a soplar todos.
¡No os vayáis a equivocar y las mandéis para la Plaza Nueva!
Hoy, está ahí el cogollito del bueno.
¡Mira qué suerte San Fernando con lo mal que me cae!
No es nada personal, es que con Almutamid nos iba mucho mejor.
¡Ay, la historia!
¡Qué me voy! ¡Qué se me rebelan las nubes!
¡Las muy, muy!

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días de sol y nubes.

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