Los buenos días de Manuela.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días, de río.

¡Ay, ay, qué calor!
Ayer se me ocurrió dar un paseo para contaros cositas y casi me derrito.
En las noticias del tiempo decían que subiríamos a 37º. Eso sería donde ellos lo midan.

A las dos de la tarde el termómetro que está en la Glorieta del Cid, marcaba 49º.
Claro que está al sol, pero yo cuando salgo también lo estoy.

¡Ay, ay! Esto es lo único malo que tiene mi Sevilla.
Pero son tantas las cosas buenas y las bonitas, que la balanza se inclina de su parte.

Por eso hoy se me ha ocurrido pasear por la orilla del río. La visión del agua refresca el entorno y el calor se hace más llevadero.

Yo lo empezaría por Cartuja y llegaría hasta la salida de Sevilla, cuando el río se encamina a Gelves.

También es una buena idea coger uno de los barcos, que llevan hasta la esclusa.
O incluso unos que llegan a Sanlúcar de Barrameda.

Allí se puede ver la desembocadura en barra y después comer un marisquito en Bajo de Guía.

En la Plaza del Cabildo ponen una papas aliñás con melva que quitan el sentío, y unas tortillitas de camarones, que parecen de encaje. ¡Qué ricas!

De postre, para los golosos, hay una confitería, a la izquierda de la plaza.
Los pasteles son tan buenos que ni engordan.

La vuelta en el barco está amenizada con una orquesta y en el salón de la bodega se puede bailar.

El viaje dura el día completo. Por la mañana yendo en cubierta se ve todo el transcurrir del río y la flora de sus orillas, y a la vuelta se pueden contemplar las estrellas o bajar al baile.

Otra idea, ésta más cómoda y barata, es entrar en la página y recorrer el río y sus puentes.

Por ideas que no quede.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos, y de río.

 

Manuela Sosa Martin.

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