Los buenos días de Manuela.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días, del Pópulo.

El Pópulo no sólo era una calle, la actual Pastor y Landero.
Era un arrabal y se le conocía como el arrabal de la Cestería.
Tomó su nombre del gremio de los cesteros, y ya fue citado en la Crónica de los Reyes Católicos de 1485 por su cronista Andrés Bernáldez.

No es de extrañar que unas de las calles más anchas de este barrio se llame de Reyes Católicos y que Andrés Bernáldez tenga una calle en Sevilla.
La historia pone las cosas en su sitio.

El arrabal de la Cestería permaneció sin cambios hasta 1626, año en que se levantó el convento de frailes agustinos de Nuestra Señora del Pópulo, y se hizo un paseo de árboles desde la Puerta de Triana hasta el convento, que se llamó Alamedilla del Pópulo.

Las casas de este barrio estaban adosadas a las murallas por fuera, de ahí su nombre de arrabal.
Esas viviendas pertenecían a las calles que ahora se llaman: Santas Patronas, Narciso Campillo y Galera.

El trazado de las mismas podemos verlos en el plano de Olavide de 1771.
Ahí aparecen los trazados de la calle Santas Patronas, entonces Vírgenes.
Cestería que es el primer tramo de la calle Pastor y Landero
Y la calle Galera, que se llamaba así porque era una prisión de mujeres.
En 1835 desapareció el convento del Pópulo, por la exclaustración que hizo el gobierno, el edificio, como ya habíamos comentado, se destinó a prisión como “Cárcel del Pópulo”
A partir de esa fecha se construyeron Reyes Católicos, un trozo de lo que hoy conocemos como Paseo de Colón, un tramo de Adriano y la calle Pastor y Landero.
Estas construcciones llegaron tal cual hasta finales del siglo XIX.
Como todos los barrios de Sevilla, éste está lleno de historia, y es quizás sobre el que hay más documentación
No podemos olvidar el auge que tuvo su enclave cuando llegaban las mercancías que venían de las Indias. Y la diversidad de gremios que se establecieron en torno a esta actividad comercial.
Hoy al conjunto de sus calles se le conoce como el barrio del Arenal. Seguiremos profundizando en su historia y en sus costumbres.
En la época de la que estamos hablando cada bario tenía su vida propia, su autonomía y su jerga.
Todos ellos constituyen la Sevilla actual y si prestamos atención veremos que quedan vestigios de su idiosincrasia.
En cada barrio, en cada calle, en cada rincón, hay una historia y unas leyendas que merecen ser conocidas.
Nos pondremos a la labor.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos y del Pópulo.

 

Manuela Sosa Martin.

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