Los buenos días de Manuela.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días, de Lunes Santo.

Como dice el poeta:
“El clima de Sevilla en primavera es caprichoso como una mujer temprana.”

No voy a discutir con el poeta, ni soy quién.
Pero sí, el clima es caprichoso en primavera.
En Sevilla y en todos los lugares en los que la climatología separa el invierno del verano, con esta estación.

La primavera la sangre altera y la primavera altera la salida de las cofradías.
Altera y alterna.
Depende de las horas de salida y de la mayor o menor voluntad de los hermanos cofrades.
Hay algunas hermandades que ante la menor posibilidad prefieren sacar sus pasos, aunque el palio se moje o al Cristo lo duche la lluvia.
Los restauradores también tienen que vivir.

Y, como hay que vivir, hoy es día de trabajo.
Y,Sevilla seguirá con su rutina laboral.
¡Divina rutina!
Y entre trabajo e ilusiones, llegaremos al jueves.

Los hay que tienen suerte, doble, y los pasos pasan por la puerta de su lugar de trabajo. Sí, los pasos, pasan.
Entonces todos hacen una paradita y se asoman a la ventana o a la puerta.

Y de eso quería hablar.
Hay muchos nazarenos que tendrían que trabajar el día que su hermandad hace estación de penitencia.
Ya lo tienen hablado y ese día descansan, cambian el turno con un compañero o quitan el día de uno de sus vacaciones.
Lo mismo ocurre para los hermanos costaleros.

Pues de eso quiero hablar.
Este año hay quien se ha puesto el parche antes de que le salga el grano.
Hay quienes han prohibido que sus trabajadores hagan cualquier tipo de permuta.
Y la explicación ha sido clara.
En ningún lugar de la geografía española ocurre esto.
Las cofradías salen el domingo o a partir del jueves.
En el norte de España no sé, pero en Andalucía hay cofradías que procesionan durante toda la semana.

No voy a hablar ni de política económica ni de sociología. Voy a hablar de tradición y de humanidad.

O mejor, no voy a hablar de nada.
Sencillamente os lo cuento.

Hoy es lunes santo, y el sol o la lluvia, salen para todos.
Para ti solamente, no.
¡Para todos!
¡Mejor que nadie me tire de la lengua!

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días, sin distinción, para todos.

 

Manuela Sosa Martin.

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