Los buenos días de Manuela.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Bueno días, de buenas tardes.

Hoy no toca ninguna historia de Sevilla.
Hoy es el día del fotógrafo.

Si no lo sabéis yo os lo cuento.
Y si no lo cuento reviento.

El periódico Estadio Deportivo, suplemento del Mundo, ha reconocido la web como “uno de los mayores escaparates de la ciudad”
“Página que ha conseguido superar la cifra de más de 600 fotografías esféricas”, dice textualmente.
Bueno, más o menos.
Entrad en la web y lo leéis con atención.

El creador de la página y fotógrafo es un artista.
Eso ya lo sabíamos, pero nos enorgullece que otros lo vean y lo digan.
Es un reconocimiento merecido y espero que a éste le sigan muchos más.
Para los que lo seguimos desde sus inicios esto lo veíamos venir. Es más, a mí, ya me estaba tardando.

Tanto trabajo bien hecho, tanta entrega y tanta constancia son el resultado de esa Sevilla que su ojo mágico nos muestra.
Y siempre digo, que un fotógrafo no es la cámara, no es el objetivo, es el ojo humano que sabe captar la belleza de lo que ve.

Como sevillana amante de mi tierra, nacida y vivida en ella, me atrevo decir que las fotografías nos dan una visión completa y aumentada de todos los rincones de Sevilla.

Sentarme en un sillón cómodo, pulsar y ver cómo la ciudad se abre a mis pies y a mis ojos, no tiene precio.
Y yo puedo patearla todos los días. Vivo en Sevilla y mis piernas aún aguantan un paseo.

Imaginaos lo que es para un sevillano, que por diversos motivos está lejos.
Me consta, por amigos que tengo fuera, lo que añoran y extrañan su Sevilla.
Y me consta, por ellos, la alegría que sienten cuando pueden verla tan cercana y tan real.

Gracias a las nuevas tecnologías, pero sobre todo gracias a un fotógrafo capaz de captar el alma, el color, el olor y la esencia de cada monumento, de cada edificio, de cada puente, de cada calle, de cada rincón.

¿Os habéis parado a considerar el esfuerzo que esto significa?

Estamos tan acostumbrados a pinchar aquí o allá y que se nos ofrezca el mundo entero, que quizás no reparamos en el esfuerzo y el trabajo diario de quien nos lo ofrece.

Vaya desde aquí mi reconocimiento para tantas y tantas páginas. Para tantas y tantas personas que nos regalan gratuitamente su arte, sea gráfico o escrito.
Sea de Sevilla o sea de la cría de los gusanos de seda.

Que la tecnología no nos quite la parte humana. Que reconocer el trabajo de los demás, no sea un punto y aparte, sino una constante diaria de agradecimiento.

Que este nuevo sistema de conectar con otras personas no nos deshumanice. Que sirva realmente de lazo y de conexión de culturas.

Yo sí voy a dar las gracias.

Y hoy, especialmente a Salvador Olivares Sosa, el artistazo que hace posible que Sevilla llegue a todos los rincones del mundo.

¡Enhorabuena, maestro!
¡Gracias, artista!

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos y de buenas tardes.

 

Manuela Sosa Martin.

Deja una respuesta