Caños de Carmona

Caños de Carmona

Caños de CarmonaLos Caños de Carmona, fueron el principal suministro de agua potable a Sevilla. Su origen es un acueducto romano, totalmente rehecho en tiempos islámicos, y que funcionó a pleno rendimiento hasta su demolición en 1912.Se empleó para su construcción el ladrillo como material principal; parece ser que es el único existente en España de este material. Constaba de aproximadamente 400 arcos sobre pilares en la zona que estaba a la vista de todos, en algunos lugares con un segundo cuerpo superior de arcadas.El primer acueducto data de la época imperial romana, según los restos hallados en las exploraciones realizadas en los túneles o «minas» de Alcalá de Guadaíra. Con la caída del impero, el acueducto de la antigua Hispalis fue cayendo en la ruina, hasta perderse la memoria de él.En el siglo XII, casi por casualidad, se encuentran los restos del acueducto: los cimientos de los pilares y restos de la acequia. El emir almohade Abu Yusuf Yaqub mandó edificar el nuevo acueducto aprovechando el mismo recorrido que el primitivo romano. En 1172 se inaugura, con gran regocijo en la ciudad, la nueva traída de aguas, que implicaba el acueducto y un gran aljibe en el centro de la ciudad, desde donde se repartía el agua a las fuentes públicas, palacios, baños y algunas casas privadas. También sirvió para regar las huertas del palacio de la Buhaira.Cerca del siglo XIII, cuando comenzaba la Guerra de Granada volvieron a hacerse reparaciones en sus canalizaciones y arcos.

 

A finales del siglo XIV se reformó nuevamente, añadiéndoseles nuevos arcos que determinaron el número que se conoce en el presente.El acueducto se abastecía del manantial de Santa Lucía, ubicado en el municipio de Alcalá de Guadaíra donde los caños pasaban atravesando largos túneles subterráneos y bóvedas excavadas en la roca o fabricadas de ladrillos (algunos de ellos con un peso de seis kilos), a lo largo de los cuales habían accesos hasta la superficie para ventilar la conducción y permitir entrar y salir a los obreros que lo mantenían, contándose en esta zona alrededor de veinte accesos. El acueducto terminaba en la Puerta de Carmona, continuando dentro de la ciudad hasta un gran depósito desde el que se distribuían las aguas hacia las diversas fuentes de la ciudad, siendo disfrutada principalmente por la aristocracia, instituciones religiosas, la Casa de Pilatos, las Huertas del Rey y los Reales Alcázares.Desde finales del siglo XIX los vecinos de la Puerta de Carmona y del barrio de La Calzada se quejaban al Ayuntamiento de la peligrosidad del tramo último de los Caños, pues sus arcos servían de refugio a inmigrantes, desahuciados sin hogar y también a delincuentes. Los problemas de salubridad y convivencia social, unidos a los planes de ensanche de las rondas de la ciudad, hicieron que el Consistorio consultara a la Comisión de Monumentos de la administración central. Madrid aprobó el plan, respondiendo que el acueducto «es obra vulgar, sin rasgos artísticos, desprovisto de interés arqueológico». De nada sirvió la defensa que hizo José Gestoso. La demolición se inició el 26 de enero de 1912, y aunque duró varios meses, no fué completa; en 1959 se derribaron los últimos tramos al edificarse los barrios de La Candelaria y Los Pajaritos. Sólo han quedado tres pequeños tramos a lo largo de la vía que ocupaba. El primero cerca de la intersección de la Avenida de Andalucía con la Ronda del Tamarguillo en la baririada de Los Pajaritos. El segundo está en la calle Luis Montoto, en la esquina con Jiménez Aranda. El tercer tramo, también en la calle Luis Montoto,apareció en 1990, con las obras previas a la Expo 92. Al desmontar el puente que salvaba las vías del ferrocarril apareció el acueducto, enterrado en el talud de subida del puente. Actualmente se ve en el centro de la calzada, junto a la intersección de la calle Amador de los Ríos.En la zona de Alcalá de Guadaíra su curso movía varios de los molinos harineros subterráneos. Su nombre se debe a que los Caños entraban en al ciudad junto a la Puerta de Carmona. Después de ser descubierto nuevamente tras la demolición del puente que tenía enterrado uno de los tramos de la arcada, también se dejó visible la hornacina donde estuvo una escultura de una Virgen, conocida como “la de las Madejas”. La figura se trasladó en 1912 a la parroquia de San Roque, donde se destruyó intencionadamente en el incendio de la iglesia en 1936. Ahora se ha puesto como recuerdo un azulejo en su lugar, donado por una hermandad religiosa. El nombre viene del puente o «alcantarilla de las madejas» que en aquel lugar cruzaba el arroyo Tagarete.

Eran la fuente de agua de más calidad de la ciudad hasta la época actual, debido a que las galerías subterráneas que también lo formaban se abastecían del agua de recogida por filtración. Su longitud es de aproximadamente 17,5 km. A unos 12 km de su inicio, más o menos por la zona de Torreblanca, comenzaba el tramo a cielo abierto. Suministraba un caudal de unos 5.000 m³ de agua potable al día.

 

Fuente: http://wikanda.sevillapedia.es/wiki/Ca%C3%B1os_de_Carmona

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