Los jueces dictaron sentencias condenatorias contra más de 4.000 conductores · la mayoría de los sancionados fueron sorprendidos conduciendo sin carné o bajo los efectos de las bebidas alcohólicas.La cárceles de Sevilla acogen en la actualidad un total de 246 presos que han sido condenados por delitos contra la seguridad vial, en su mayor parte por conducir sin carné, de forma temeraria o bajo los efectos del alcohol. La memoria de la Fiscalía de Seguridad Vial, que ayer presentó en Sevilla el fiscal delegado, Luis Carlos Rodríguez León, recoge que de estas 246 personas presas, 81 están en la cárcel por haber sido sorprendidas conduciendo sin carné, 76 por circular de forma temeraria y 65 bajos los efectos del alcohol.
El criterio de la Fiscalía consiste en pedir la prisión en los casos más graves o en los que el conductor es reincidente en el delito.Las estadísticas ponen además de manifiesto que el año pasado fueron condenadas 4.124 personas en Sevilla, de las cuales 2.095 lo fueron por circular sin permiso y 1.869 por hacerlo con una tasa de alcohol superior a la legalmente autorizada, mientras que otros 71 conductores fueron condenados por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia y 24 por circular a una velocidad excesiva.El 93% de las personas condenadas son varones -3.854- y el 7% restante mujeres -270-, aunque en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra no hay ni una sola presa cumpliendo una condena por un delito relacionado con la circulación de vehículos. Sólo un 1% de los reos condenados son extranjeros, ya que unicamente hay 42 casos en los que el infractor no es de nacionalidad española.El jefe provincial de Tráfico de Sevilla, José Luis León, explicó que desde que se instauró la modalidad del carné por puntos, en julio de 2006, son ya 3.889 los sevillanos que se han quedado sin permiso por la pérdida de todos los puntos, unas cifras que se elevan a 13.042 a nivel andaluz. En este periodo se han retirado en comunidad autónoma 2.219.065 puntos.El fiscal de Seguridad Vial destacó que los delitos «estrella» en esta materia son las conducciones sin licencia y las alcoholemias, y consideró que no se ha producido un incremento de los delitos sino un aumento de los controles policiales, lo que incide que se detecten más infracciones. En cuanto a las condenas por conducir sin carné, en el 73% de los casos se trata de personas que nunca habían obtenido la licencia, mientras que un 26% de los conductores fueron detenidos por quebrantar la prohibición de conducir y un 1% por hacerlo después de que se les retirara la licencia por la pérdida de la totalidad de los puntos del carné.Luis Carlos Rodríguez León sí llamó la atención en las tasas de positivos que arrojaron estos controles y así señaló que 723 conductores circulaba con un nivel de alcohol en sangre de entre 0,80 miligramos y un gramo por litro de sangre, y otros 288 llevaban más de un gramo, lo que supone que «los que han bebido, han bebido más».Las estadísticas del Ministerio Público reflejan igualmente la importancia de los delitos contra la Seguridad Vial entre los menores, hasta el punto de que estas infracciones representan el 40% de las cifras globales de la delincuencia juvenil. El año pasado fueron sorprendidos 412 jóvenes que circulaban sin la correspondiente licencia, mientras que en otros 27 casos conducían de forma temeraria y nueve bajo los efectos del alcohol. En este apartado se ha registrado un importante descenso con respecto al año 2008, en el que se contabilizaron 27 delitos de alcoholemia entre menores.El fiscal considera que el elevado número de adolescentes que conducen sin licencia obedece a que no tienen asumida la necesidad de contar con la autorización necesaria para usar un vehículo. «Si se les convenciera de esa necesidad, se podría reducir un 40% la delincuencia juvenil», explicó el fiscal, que anunció un encuentro el próximo lunes en el Parlamento con el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, el fiscal superior de Andalucía, Jesús García Calderón, y la dirección general de Justicia Juvenil, para tratar de fomentar un «educación real» en materia de Seguridad Vial.
