Monteseirín consigue que la obra de reforma urbanística sea ejecutada entre enero y agosto · El Consistorio anuncia que «hay tiempo suficiente» para culminar otros proyectos pendientes antes de las elecciones de 2011.El alcalde pisa el acelerador en su particular cuenta atrás en el sillón principal de la Plaza Nueva. Monteseirín quiere apurar el tiempo que le queda para asegurarse el máximo número de inauguraciones de proyectos promovidos en su tercer mandato. Lo ha reconocido en sus últimos artículos en la prensa y todo indica que verdaderamente está dispuesto a cumplir su objetivo. En esta ocasión se ha asegurado que la reforma urbanística que ha de poner en valor el Muelle de Nueva York sea concluida el próximo enero, a menos de cinco meses para culminar sus 12 años como alcalde.
Monteseirín se recreó a mediodía de ayer por la zona acompañado por su delegado de Urbanismo, Manuel Rey; se quitó la americana, se dejo ver sin corbata y explotó su perfil más informal. Quiso parecer más relajado que nunca. Con el pretexto del calor (que le agobia especialmente). Y sin él. En su intervención dejó un mensaje que refuerza el objetivo de su hoja de ruta para los próximos meses: «Tenemos tiempo suficiente».El Ayuntamiento y la Junta de Andalucía completarán la reforma integral de este tramo a la vera del río comprendido entre el Puente de Los Remedios y el de San Telmo en virtud de un convenio con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). La inversión comprometida es de 2,6 millones dentro del denominado Plan Turístico de Sevilla, que apuesta por la explotación del Guadalquivir para captar la atención de los visitantes en una ciudad con el turismo como principal industria. El proyecto contempla la instalación de pantalanes para los atraques de embarcaciones turísticas y de recreo, el montaje de un escenario y gradas permanentes al aire libre para representaciones, conciertos y otros actos públicos y la colocación de dos quioscos-bar con veladores. Entre otros detalles de interés, destaca la instalación de iluminación nocturna, mobiliario urbano y aseos públicos, además de obras de arte, como esculturas, bajorrelieves, grabados de gran formato y placas conmemorativas sobre hitos históricos de la ciudad y el Puerto.El alcalde reivindicó sus años de gestiones relacionadas directamente con el aprovechamiento del río. En su opinión, «nunca como ahora» se ha apostado por sacarle partido al Guadalquivir en beneficio de una ciudad que «ha vivido durante muchos años de espaldas a este importante atractivo turístico, tanto para los sevillanos como para los visitantes». El alcalde se mostró convencido de que el Muelle de Nueva York se sumará al recorrido turístico jalonado por la Real Maestranza, las Atarazanas, el Hospital de la Caridad, la Torre del Oro, los muelles históricos, el Parque de María Luisa y los Jardines de las Delicias. Anunció que el nuevo Muelle de Nueva York acogerá espectáculos teatrales, festivales y otros grandes acontecimientos: «Será una zona para el disfrute de los sevillanos». Monteseirín quiere que la zona sea del interés de los propios sevillanos, y no un sitio exclusivamente concebido para turistas.El delegado provincial de Turismo de la Junta de Andalucía, Francisco Obgregón, tildó de «hito» la reforma urbanística del Muelle de Nueva York. Consideró que este tipo de apuestas son fundamentales precisamente en tiempos de crisis, pues el turismo aparece como una herramienta válida en tiempos de recesión económica: «Y este proyecto no sólo es una apuesta turística, es una apuesta de la ciudad».El acto de presentación de la fecha de inicio de las obras estuvo respaldado también por la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), representada por su vicepresidente y responsable de la comisión de turismo, Manuel Otero Alvarado, quien se refirió a este proyecto como «una deuda que tenía Sevilla consigo misma» y se mostró convencido del «potencial del río y su aprovechamiento turístico».
