El Museo de Bellas Artes de Sevilla es el más importante museo de arte de Andalucía, considerado el segundo más importante de España, al menos en lo referente a pintura de autores nacionales.
Instituido en septiembre del año 1835, fue inaugurado oficialmente en 1841. Se ubica en la llamada Plaza del Museo, que está presidida por una escultura dedicada a Bartolomé Esteban Murillo. Es un museo fundamental para conocer tanto la pintura barroca sevillana, especialmente de Zurbarán, Murillo y Valdés Leal, como la pintura andaluza del siglo XIX.
Historia
El edificio que en la actualidad alberga el Museo se construyó en un principio como convento para la Orden de la Merced Calzada de la Asunción, fundada por san Pedro Nolasco en época de Fernando III. Este rey, tras la reconquista de la ciudad, cedió unas tierras con la finalidad de levantar el edificio conventual, que por la época de su construcción era de estilo mudéjar.
Tras unas remodelaciones promovidas en el siglo XVII por Fray Alonso de Monroy (General de la Orden desde 1602) y ejecutadas por el arquitecto y escultor Juan de Oviedo y de la Bandera a partir de 1603, se comienza el edificio que actualmente contemplamos, después de derribar el antiguo Convento que ocupaba el solar, terminándose la obra principal en 1612, si bien la obra no concluyó definitivamente hasta 50 años más tarde, resultando de ello un edificio de estilo manierista andaluz, del que es uno de sus principales referentes.
En 1625, el dramaturgo Tirso de Molina, perteneciente a la Orden de la Merced, fue desterrado de Madrid a Sevilla por dictamen de la Junta de Reformación, residiendo en este antiguo Convento de la Merced.
La Orden que ocupaba el edificio fue expulsada en 1835, tras la desamortización de Mendizábal.
En 1839 pasó a ser museo. Desde esa fecha ha sido modificado estructuralmente en tres ocasiones: en primer lugar, entre 1868 y 1898 en que se restauraron las arquerías y muros del piso primero, el solado de los claustros y alicatado con azulejos de otros conventos desamortizados; por segunda vez se retocó entre 1942 y 1945. En esta ocasión se actuó sobre la antigua sacristía,que pasó a convertirse en el patio de las Conchas y sobre la fachada principal, que cambió de lugar, cerrándose la portada barroca por la que se accedía anteriormente. La tercera vez que sufrió una modificación fue entre 1985 y 1993, en que se rehabilitó en su totalidad y acondicionó realmente para que sirviera como museo, rigiéndose por las exigencias existentes para ello.
Edificio
Exterior:
Contenido:
La fachada principal se presenta frente a la plaza del Museo, su portada, es la primitiva del convento, que estaba colocada en el extremo contrario del edificio y fue diseñada por Miguel de Quintana en 1729, presenta arco de medio punto con un par de columnas paredas a cada lado, que descansan sobre pedestales. Sobre la misma se abre una gran hornacina en cuyo interior se encuentran las figuras de la Virgen de la Merced, San Pedro Nolasco, fundador de la Orden y el rey Jaime I de Aragón, su protector. A ambos lados la flanquean dos columnas salomónicas, y sobre ella se encuentra a modo de remate un frontón en cuyo centro se sitúa el escudo de la Orden de la Merced.
Interior:
La estructura actual del edificio se corresponde con la reforma llevada a cabo a partir de 1602 por Juan de Oviedo. El edificio se estructura alrededor de tres patios comunicados por una gran escalera y la iglesia, situada en uno de los extremos del convento. El vestíbulo se encuentra decorado con azulejería procedentes de diversos conventos sevillanos.
Patios
- Claustro grande, que consta de dos cuerpos:
- Inferior, formado por arcos de medio punto que apean sobre columnas pareadas de mármol
- Superior, reformado en 1724 por Leonardo de Figueroa, asoman balcones enmarcados por pilastras jónicas.
- Claustro pequeño o de los bojs fue diseñado por Juan de Oviedo
- Claustro del aljibe que sirve como patio de ingreso al museo. Destaca el panel de cerámica de la Virgen del Rosario, realizado por Cristobal de Augusta en 1577 para el convento de Madre de Dios.
Iglesia
La iglesia fue construida entre 1603 y 1612, proyectada por Juan de Oviedo. La nave tiene forma de cruz latina, con bóveda de cañón y bóveda semiesférica sobre el crucero. La portada se encuentra en el lado izquierdo, está atribuida a José Álvarez, y fue ejecutada en el último tercio del siglo XVIII.
El origen de la colección comenzó con obras procedentes de conventos y monasterios desamortizados por el gobierno liberal de Mendizábal, razón por la cual el grueso de obras estaba formado por pintura religiosa, mayormente barroca sevillana. Desde principios del siglo XX comienza a crecer en variedad gracias principalmente a las donaciones de colecciones particulares, entre las que destacan las de Rafael González Abreu (1928), José Gestoso y Pérez (1931) y Andrés Parladé (1945) compuestas de pinturas, armas, cerámica, tejidos y mobiliario; en esas fechas, cada cual tuvo dedicada una sala, pasando el museo a denominarse “casa-museo”.
Ya en los años 70, se normalizó el contenido del museo, al igual que en todos los museos nacionales, reduciéndose su contenido y depurándose la presentación de la colección que iba a ser permanente.
En los últimos décadas se ha incrementado la colección por las adquisiciones públicas de la Administración andaluza y las donaciones efectuadas por descendientes de artistas de primeros del siglo XX.
Como resultado de todo este proceso, está considerada la segunda pinacoteca de España, tras el Museo del Prado de Madrid, destacando la colección de pintura sevillana del siglo XVII, de la que se pueden contemplar obras de los más representativos pintores españoles como Murillo, Velázquez, Zurbarán, Juan de Valdés Leal, Lucas Valdés, Gonzalo Bilbao, Valeriano Bécquer y Eugenio Hermoso y otros pintores como Lucas Cranach, El Greco (Retrato de su hijo Jorge Manuel) y Marten de Vos.
La distribución actual del museo que está compuesta por 14 salas es la siguiente:
- Planta Baja
- Sala I: Arte medieval español.
- Sala II: Arte del Renacimiento.
- Sala III: Francisco de Pachecho y su escuela, los retablos.
- Sala IV: Pequeñas obras maestras.
- Sala V: Antigua iglesia del convento. El Barroco sevillano: los grandes maestros. Destacan las obras de Murillo colocadas en el frente de la iglesia y el crucero.
- Planta Alta
- Sala VI: El Barroco sevillano.
- Sala VII: Selección de pintura de Murillo y sus discípulos, entre ellos Juan Simón Gutiérrez.
- Sala VIII: Pintura de Juan de Valdés Leal.
- Sala IX: Pintura Barroca europea.
- Sala X: dedicada a la pintura de Francisco de Zurbarán. También destacan las esculturas de Santo Domingo de Guzmán y San Bruno, obra de Juan Martínez Montañés y las de San Juan Baustista, la Virgen de las Cuevas y San Ramón Nonato obra de Juan de Mesa
- Sala XI: Pintura española y sevillana siglo XVIII.
- Sala XII: Pintura sevillana del siglo XIX, el tránsito del Romanticismo al Realismo.
- Sala XIII: Romanticismo. En esta sala destaca el retrato de Gustavo Adolfo Bécquer realizado por su hermano Valeriano
- Sala XIV: Pintura sevillana de la primera mitad del Siglo XX, como Juan Miguel Sánchez, Alfonso Grosso, Diego López, Manuel González Santos, Santiago Martínez, José Rico Cejudo y Eugenio Hermoso
Pintores y escultores del Museo:
Fuente: Wikipedia.
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