Probablemente las habrán visto recientemente y las seguirán viendo durante un tiempo más, pero no se asusten: son totalmente inofensivas. Hablamos de las falsas polillas que invadieron Sevilla la semana pasada y que parecen haber encontrado acomodo en nuestras viviendas, donde han provocado más de un susto al abrir una puerta o tras pulsar el interruptor de la luz. Cabe reseñar que no son polillas como las que dejan huella en los muebles de madera y en la ropa, sino otras especies diferentes. De hecho, están consideradas como mariposas nocturnas.
Hasta tres tipos se han dejado ver por la capital hispalense y la provincia de Sevilla en los últimos días. Pueden distinguirse fácilmente unas de otras por el color de sus alas: la ‘Plussia Gamma’ las tiene blancas, la ‘Noctua’ las presenta amarillas y la ‘Catocala’ las luce rojas. Todas ellas proceden de África, alentadas por las altas temperaturas y la ausencia de lluvias, de ahí que también hayan proliferado en otros puntos de Andalucía.
Según los expertos, no sólo son inocuas, sino que pueden intervenir de manera beneficiosa en la polinización. Se alimentan exclusivamente de néctar y su esperanza de vida es muy corta, por lo que en una o dos semanas como mucho desaparecerán sin dejar rastro. No hará falta, por tanto, hacer una fumigación a gran escala, aunque en algunos sitios sí ha sido necesario tirar de insecticidas. Sin ir más lejos, en los juzgados del Prado de San Sebastián se vivió una jornada con momentos tensos o cómicos, según con el cristal con el que se mire. No en vano, la Asociación de Abogados Independientes ha llegado a denunciar que algunos de sus afiliados tuvieron que salir corriendo “porque las polillas se les pegaban en la cabeza”.