Real Maestranza de Caballería de Sevilla

La Real Plaza de Toros de Sevilla se construyó sobre una elevación cercana al río Guadalquivir, llamada monte del Baratillo. Cuando se erigió la plaza apenas había construcciones a su alrededor. Las edificaciones adosadas forman una manzana casi triangular delimitada por tres calles: paseo de Cristóbal Colón, Adriano y Antonia Díaz. El edificio de la plaza tiene, tanto exterior como interiormente, forma de polígono irregular, constando de 30 lados desiguales, consecuencia de una obra realizada a lo largo de 120 años.

El aspecto externo del coso del Baratillo nos remite a una arquitectura tardo-barroca, propia de la segunda mitad del siglo XVIII, apuntando ya hacia el clasicismo, realizada con más gracia que monumentalidad y en la que sobresale la portada principal, con su cuerpo inferior de piedra vista, frente al resto de los paramentos revestidos y mayoritariamente encalados. La puerta principal está delimitada por dos torreones, con sendas entradas menores adinteladas -de acceso a los palcos de la Maestranza y de autoridades-, rematadas con curiosa ornamentación de formas cóncavo-convexas, roleos, molduras, motivos vegetales y lo que parecen ser coronas.

La estructura fundamental de la plaza de toros consiste en un primer anillo alrededor del ruedo, que está constituido por las localidades de barrera y tendido, y bajo las cuales se sitúan, en la planta baja y en algunas zonas, pequeños locales en los que hay instaladas algunas dependencias para almacenamiento o uso del público; un segundo anillo, que comprende en la parta alta la grada cubierta, y en la planta baja una galería interior de distribución y accesos, de un lado a los tendidos y de otro a todos los servicios de la plaza (corrales, cuadrillas, desolladero, enfermería, etc).

Estos servicios se sitúan en un tercer anillo en el que se encuentran escaleras de acceso a las localidades situadas en la grada cubierta; en la planta alta, este tercer anillo corresponde a una zona que en parte comprende amplias azoteas con antepecho y una galería exterior que da acceso directo a las localidades del piso alto, y otras veces está ocupada por edificaciones que pertenecen a la sede de la Real Maestranza de Caballería o son viviendas particulares.

Hacia 1760, la Real Maestranza de Caballería acometió la empresa de construir un edificio de fábrica, para sustituir a las plazas provisionales de madera que se habían levantado antes en el mismo emplazamiento. Se iniciaba así un proceso constructivo que se alargaría durante 120 años, cubriendo distintas fases y superando serias dificultades hasta concluir el cerramiento total en 1881

Fuente: realmaestranza.com