Preparen los abanicos

Si el verano pasado fue más fresco de lo normal, el que está a la vuelta de la esquina será más cálido de lo habitual. Así lo ha asegurado la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, quien pronostica altas temperaturas para los meses de julio, agosto y septiembre en toda España, y muy especialmente, en Andalucía occidental.

No debe cogernos por sorpresa, pues este año 2015 ya venía avisando de lo que nos tenía reservado para el periodo estival. Sin ir más lejos, el Martes Santo (31 de marzo) se alcanzaron los 33 grados, la temperatura más alta registrada en este mes desde que se tienen datos oficiales. Asimismo, el pasado 14 de mayo los termómetros reflejaron 41 grados, cifra que solo ha sido superada esta temporada en Valencia y Lanzarote. Y es precisamente a este tipo de temperaturas a las que tenemos que irnos a acostumbrando, puesto que se espera que sean el pan de cada día durante todo el verano, que arrancó oficialmente ayer domingo 21 de junio a las 18:38 horas.

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Calor en la Feria

calor-feriaSi hace un par de semanas los sevillanos miraban al cielo para cerciorarse de que todas las hermandades harían su estación de penitencia a la Catedral, ahora no hace falta consultar ningún parte meteorológico para constatar que durante la Feria lucirá el sol. Este año se celebra más tarde de lo habitual (íntegramente en mayo) y quizás por ello las altas temperaturas están garantizadas. Todo feriante sabe que la lluvia desluce la fiesta, pero el bochorno tampoco es precisamente un aliado. No es de extrañar, por tanto, que los propietarios de las casetas vayan a intentar contrarrestarlo de diferentes maneras.

El utensilio más tradicional y estético es el abanico, pero suele asociarse a la mujer y su efecto es estrictamente individual, por lo que no dejará de ser visto como un último recurso. Tampoco parece que vayan a aliviar demasiado los ventiladores de techo, que son muy válidos para airear el ambiente, pero no tanto para influir en los termómetros. Siguiendo el curso tecnológico, el siguiente avance fue el aire acondicionado, el que para algunas personas calurosas ha sido el mayor invento de la historia, pero en el Real de la Feria presenta algunos inconvenientes.

Uno de ellos tiene que ver con la potencia eléctrica, ya que cada módulo puede usar un máximo de 10 kW y estos aparatos, dependiendo de sus características, pueden consumir  más de la mitad de esta cifra o incluso superarla. De esta manera, su puesta en marcha restringirá el uso de otros electrodomésticos, como podrían ser la freidora, la nevera…, por no hablar del calor que desprende hacia el exterior. Así las cosas, surge la necesidad de buscar otras alternativas más ecológicas y la más eficiente es el denominado ‘microclima’, que desde hace años viene utilizándose en bares y restaurantes del centro. Humidificando el aire, esta instalación consigue rebajar la temperatura en más de diez grados y más de 30 casetas ya la tienen. El problema, no obstante, es su considerable precio, pues actualmente oscila entre los 500 y los 1.200 euros en función del espacio.  

El abanico que firmó Costillares

CostillaresPor los años de 1770, el gran Costillares era la primera figura indiscutible del toreo, ídolo de las multitudes, a quien admiraban los hombres y  de quien se enamoraban las mujeres. Costilleres vino a torear a la Real Maestranza de Sevilla, y en uno de los momentos en que se acercó a la barrera durante la lidia, una dama que estaba en primera fila de barrera le echó su abanico, pidiéndole que al terminar la lidia se lo firmara. Costillares, en vez de dejar el abanico en manos de su mozo de espadas mientras el terminaba la faena´, sonrió a la dama, requirió la espada, y sin muleta, se dirigió al toro. Un grito de sorpresa recorrió los tendidos. Costillares, con la espada en la mano izquierda, abrió en abanico que empuñaba en la diestra, y citó al toro que acudió al engaño. Con el banico de la dama a modo de muleta realizó toda la faena y remató citando a matar, enterrando la espada hasta la bola.

 

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