Las sevillanas: nuestro baile

La Feria de Abril está a la vuelta de la esquina y muy pronto empezarán a entonarse un sinfín de sevillanas en el Real, de ahí que hayamos elegido este momento para hablar sobre el mayor rasgo distintivo de nuestro folclore tradicional. Sus antecedentes más remotos datan del periodo de los Reyes Católicos,  cuando eran conocidas como ‘seguidillas castellanas’ y aún no se bailaban, pero con el tiempo fueron transformándose en lo que hoy conocemos. Naturalmente, pasaron por distintas etapas de transición: durante el Renacimiento eran una danza bulliciosa, en el siglo XVIII se acompasaron, posteriormente el maestro Pedro de la Rosa fijó la estructura de tres cuerpos de tres tercios, a comienzos del XIX tomó prestados elementos del bolero, etcétera.

En torno a 1850 la sevillana adoptó su identidad definitiva y empezó a extenderse por toda la ciudad como una ola, pues se había encontrado una perfecta simbiosis entre los sonidos de la guitarra flamenca, las voces afinadas con acento andaluz, las palmas y las castañuelas. Se bailaban en todas las ferias, tanto en las de la capital como en las de la provincia, en bodas, en cumpleaños, en los corrales de vecinos, en los salones de los aristócratas, en las romerías…  Su éxito traspasó las fronteras hispalenses y recorrió la región, luego el país y más recientemente, todo el globo terráqueo.

No hay que olvidar que en la actualidad las sevillanas son el baile regional más divulgado en España y también el más exportado al exterior, fruto de una profesionalización llevada a cabo en las últimas décadas con la implantación de academias repartidas por la geografía internacional, donde enseñan a realizar los cuatro movimientos más característicos: el paseíllo, la pasada, el careo y el remate, que pueden ejecutarse con matices diferentes en función de la personalidad y el salero de cada uno. Los que residimos en Sevilla tenemos la suerte de asociar cada uno de estos pasos casi de manera innata gracias a los conocimientos que se transmiten de generación en generación y el momento de ponerlos en práctica ha llegado.

Las ricas que envidiaban a las pobres

Afirmar que los pobres siempre han aspirado a llevar el estilo de vida de los ricos es una obviedad, pero ha habido casos excepcionales en los que ha sido a la inversa. Y la historia del traje de gitana supone uno de ellos. En los primeros tiempos de la Feria, relatados en nuestro anterior artículo, los comerciantes de ganado acudían acompañados por mujeres. Los más humildes llevaban a sus esposas porque vivían de forma ambulante y entre los dos trasladaban el hogar de lonetas al Real, hecho que deja a las claras cuál fue el origen de las casetas. A su vez, los tratantes más pudientes recibían la inestimable ayuda de sus campesinas. Pero entre las cónyuges de unos y las sirvientas de otros no había demasiadas diferencias, ya que casi todas ellas eran de etnia gitana.

Así pues, no es de extrañar que la muestra se impregnara de sus hábitos, costumbres y por supuesto, de su tradicional manera de vestir. Las gitanas, como todas las andaluzas de las clases bajas, portaban unas simples batas con un par de volantes a las que se les añadía un delantal para faenar con comodidad. Eran prendas más estrechas de lo habitual en su época, realzaban la figura femenina e imponían un caminar sensual. Todo ello no pasó desapercibido a los ojos de los hombres… ni tampoco a los de las mujeres aristocráticas, quienes, viendo el éxito progresivo que fueron adquiriendo aquellos modelos en un evento tan emergente como la Feria de Abril, empezaron a copiarlos y a lucirlos ellas mismas a partir de la Exposición Universal de 1929.

Esta imitación y, por qué no decirlo, competencia entre unas mujeres y otras, provocó que el traje de gitana fuera evolucionando con el paso de los años. Para ir un paso por delante, se fueron añadiendo los colores vivos, los lunares, el escote de pico, los talles cada vez más ceñidos, las flores en un pelo recogido para enaltecer los marcados rasgos sureños, los mantones de manila… dando forma a lo que se conoce como ‘cuerpo de guitarra’. Llegó un momento en el que era materialmente imposible diferenciar a una mujer por su condición social, ya que todas vestían de la misma manera. Además, como la Feria dejó de ser un centro de negocios para ir convirtiéndose en uno de ocio y diversión, las mujeres, y por ende, sus vestidos, fueron adquiriendo cada vez más protagonismo. Tanto es así que el traje de gitana, también llamado de flamenca por haber estado ligado siempre a este estilo musical, se erigió como el traje típico de Sevilla, rápidamente se extendió a toda Andalucía y hoy día, de cara al turismo, ya tiene la etiqueta de ‘traje español’.

La metamorfosis de la Feria

Resulta paradójico que la Feria de Abril, una de las manifestaciones más castizas de Sevilla, fuese promovida inicialmente por un catalán (Narciso Bonaplata) y un vasco (José María de Ybarra) en 1846. Ambos, a la sazón concejales de la ciudad hispalense, habían oído de hablar de las dos ferias anuales (una en abril y otra en septiembre) que se celebraban siglos atrás durante el reinado de Alfonso X el Sabio y remitieron una propuesta al Cabildo Municipal para recuperarlas. El alcalde, Conde de Montelirio, trató de convencerles de que esa idea estaba condenada al fracaso porque ya existía una muestra de mucho tirón en Mairena del Alcor, pero tras la insistencia de los dos ediles terminó dando su brazo a torcer. Eso sí, sólo autorizó una de ellas: la primaveral.

 

Así pues, durante los días 19, 20 y 21 de abril de 1847 se celebró la primera edición en el Prado de San Sebastián, que en esos momentos formaba parte de la periferia de la ciudad. Alrededor de sus 19 casetas se comerció con chacinas, dulces, vinos, licores, y sobre todo, con ganado. Al fin y al cabo, la feria había sido concebida principalmente para la compra y venta de caballos, bueyes, carneros, toros…y las escasas fotografías que se conservan dan buena fe de que el terreno se convirtió por momentos en una especie de dehesa densamente poblada. El éxito fue rotundo y las crónicas cifraban una asistencia aproximada de 75.000 personas sumando a autóctonos y forasteros.

 

Desde su concepción, la Feria también estuvo estrechamente ligada a los acontecimientos taurinos y las mejores corridas se reservaban para esas fechas. Por aquel entonces ya era una estampa habitual que los aristócratas y los ganaderos más prósperos se desplazaran desde el Real hasta la Plaza de la Maestranza en carruajes. Se puede decir que esa es una de las pocas cosas que no han cambiado, ya que con el paso del tiempo la fiesta ha ido evolucionado y desmarcándose de lo que fue en su origen. Una de las razones que explican la metamorfosis es que fue seduciendo a todos los sevillanos independientemente de su condición social. Y claro, al disparase la demanda, la oferta no sólo se multiplicó, sino que también se diversificó. Así, fue necesario construir una pasarela (el origen de lo que hoy es la Portada) que servía como paso elevado y evitaba aglomeraciones, se habilitaron zonas de baile, se fomentaron las comidas en grupo, se instalaron atracciones de ocio… hasta transformarse en lo que hoy conocemos como la Feria de Abril de Sevilla.

La » Calle del Infierno»

calle infiernoEscuchar la risa de los más pequeños cuando se comparte con ellos un día de emociones y sensaciones en el parque de atracciones, o más conocido como «Calle del Infierno», en la feria no tiene precio. Si se acercan a la Feria de Abril de Sevilla no pueden irse sin visitar la “Calle del Infierno” y perderse el magnifico espectáculo de movimiento, sonido y luces que harán las delicias de los más pequeños. La Calle del Infierno ofrece una oferta lúdica importante y de gran interés para todos los gustos. Cada año los feriantes nos sorprenden con algunas novedades. Aquí nos podemos encontrar desde las atracciones más tradicionales como la noria, el látigo, los coches locos, montaña rusa, etc.  a una serie de atracciones más modernas e impactantes como los tirachinas humanos, los molinos de cestas o la caída vertical, atracciones que alcanzan gran altura y velocidad.

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Renfe refuerza con 9.500 plazas la oferta de trenes durante este fin de semana de Feria de Abril

renfeDurante la segunda mitad de la Feria de Abril, de jueves a domingo, circularán 28 trenes especiales en el núcleo de Cercanías de Sevilla que añadirán 21.200 plazas a la oferta habitual.Renfe refuerza con 9.500 plazas la oferta de trenes de Sevilla desde este jueves hasta el próximo domingo, coincidiendo con la segunda mitad de la Feria de Abril.Así, en una nota, Renfe ha detallado que los trenes AVE que comunican Sevilla con Madrid contarán con 5.300 plazas adicionales y los servicios de Alta Velocidad-Larga Distancia entre la capital hispalense y Barcelona dispondrán de 2.200 plazas más. Por su parte, los trenes de Media Distancia convencional que comunican Sevilla con otras ciudades andaluzas, como Cádiz o Córdoba, se reforzarán con 2.000 plazas.

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Las Casetas de Feria

casetaLos días previos al comienzo de la Feria de Abril se preparan con mimo la decoración y detalles que embellecen la caseta. Antiguamente se trasladaban a la caseta elementos de decoración de la propia casa. Con el paso del tiempo se ha ido perdiendo aquel sabor tradicional. Cada caseta tiene su propio estilo aunque deben mantener unos parámetros comunes. Para ello, el Ayuntamiento aprobó hace tiempo unas ordenanzas que regulan determinados aspectos de las casetas. El domingo sigue siendo tradición que acuda toda la familia y socios a colocar los adornos, farolillos y flores de papel.Son más de mil el número de casetas que  se instalan en el Real de la Feria. La mayoría de ellas son casetas familiares, asociaciones y peñas con entrada reservada a sus asociados y familiares. La única forma de entrar en ellas es con invitación de algún socio o titular.

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Historia y tradición de la Feria de Abril

feria de abrilCorría el año 1254 cuando el Rey Alfonso X, también llamado el Sabio, hijo de Fernando III el Santo otorgaba el permiso para la celebración en Sevilla de dos ferias anuales, una de primavera en abril y otra de otoño en San Miguel. De ambas se tenía lejanos recuerdos cuando en 1846 dos sevillanos de adopción, concejales del Ayuntamiento hispalense, el vasco José María Ybarra y el catalán Narciso Bonaplata, se les ocurría la hermosa idea de su restauración.Tras su propuesta formal, y previo estudio por parte de la comisión designada a tal efecto, el Ayuntamiento aprobó el 18 de septiembre de 1846 la celebración de una única feria anual en los días 18, 19 y 20 de abril, dejando la de San Miguel para un «después» y evitando la coincidencia en fecha con la de Carmona. El 5 de marzo de 1847 Doña Isabel II estampaba su firma en una Real Orden confirmatoria.

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La información de la Feria, en tiempo real en el móvil

feriaQuien tenga un móvil de alta gama podrá disponer en tiempo real de toda la información que genere la Feria de Abril, así como podrá consultar en su teléfono un mapa con la localización de cada una de las casetas, saber si hay atascos o si hay incidencias en los autobuses.Así lo explicó ayer la delegada de Fiestas Mayores y Turismo, Rosamar Prieto-Castro, quien aseguró que la nueva aplicación informática para los teléfonos de última generación es gratuita para los usuarios y proporciona la información oficial de la Feria, así como de las corridas de toros de la Maestranza, noticias en tiempo real y el plano del Real.

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AUSSA pone a la venta a partir de este martes 1.740 abonos de los aparcamientos

feria  Serán comercializadas a través de los centros de El Corte Inglés y se suman a las 10.000 plazas disponibles en rotación en el aparcamiento del Charco de la Pava con servicio de lanzaderas hasta el Real de la Feria.La empresa AUSSA pone en venta, a partir de este martes, los abonos de los distintos aparcamientos para la Feria de Abril 2011, un total de 1.740 abonos correspondientes a los cuatro espacios situados en el entorno del Real. Para la comercialización de los mismos se ha contratado a El Corte Inglés, que se encargará de su venta desde mañana martes, concretamente en su centro comercial de Nervión, mientras que a partir de este miércoles el abono se podrá adquirir en todos sus centros comerciales con servicio de venta de entradas de España y Portugal, a través de su página web y por el resto de canales de venta de la empresa.

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