No todo el mundo sabe que Marifé de Triana nació en Burguillos (1936), aunque si adoptó el nombre del barrio con más solera de Sevilla para su apellido artístico no fue por casualidad, sino porque vivió buena parte de su infancia allí. Y además, en su salsa, pues su carácter encajaba a la perfección en aquel arrabal, que encontraba motivos para la alegría incluso en plena posguerra. Su padre, que era contratista de obras públicas, murió cuando ella solo tenía 9 años y al poco tiempo decidió dejar los estudios para intentar labrarse un hueco en el mundo del espectáculo. Sin embargo, aún era demasiado pequeña para ganar dinero, los ingresos escaseaban en casa y su madre hasta se vio obligada a vender la máquina de coser. Y cuando ya no había nada más que vender, tomó la determinación de llevarse a sus cinco hijos a Madrid.
María Felisa Martínez López, que era como realmente se llamaba Marifé, se ganó su primera oportunidad de una manera un tanto peculiar. Un día acompañó a su hermana mayor, costurera de profesión, a casa de unos clientes para tomar medidas de unas cortinas y durante la espera se puso a canturrear emulando a Juanita Reina. La sirvienta del hogar se quedó asombrada y en cuanto llegaron los propietarios instó a la niña a repetir su demostración. Y fue entonces cuando su anfitrión ocasional, el señor Lombardía, utilizó sus contactos y le gestionó una actuación en Radio Nacional de España de la mano del locutor David Cubedo, que fue quien le puso el sobrenombre.
Esa aparición pública le valió para introducirse en varias compañías que hacían giras por el territorio nacional y en una de ellas el promotor Juan Carcellé le ofreció estrenarse en solitario en el Coliseo de Price (Madrid), donde se ganó al público. Llegados a este punto, las discográficas se pelearon por ella y con razón, pues en cuanto la canción ‘Torre de arena’ empezó a sonar en las radios se convirtió en un éxito rotundo. Tras este vinieron otros ‘hits’ como ‘La loba’, ‘13 de mayo’, ‘Romance de Zamarrilla’ o ‘Quién dijo pena’, por lo que su ascensión a la fama fue meteórica. Tanto es así que los críticos la catalogaron como ‘La actriz de la copla’ por su capacidad para emocionar y transmitir sentimientos a través de la música.
Marifé de Triana falleció hace solo unos meses a la edad de 76 años y fue homenajeada a través de distintos actos, destacando especialmente el que tuvo lugar en el Teatro de La Maestranza. Antes de morir también recibió varias distinciones, entre ellas la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo en 2011.