Una aplicación imprescindible

Negar que el teléfono móvil se ha convertido en un elemento imprescindible en nuestras vidas es faltar a la verdad. Sobre todo, desde la llegada de los Smartphone, que nos ofrecen infinitas posibilidades de una manera fácil e intuitiva. No debe sorprender, por tanto, que las instituciones públicas también se hayan subido al carro de las nuevas tecnologías para ofrecer servicios digitales de gran utilidad. Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Sevilla ha presentado recientemente una aplicación que pretender dar a conocer a propios (sevillanos) y extraños (turistas) los monumentos más importantes de la ciudad.

La app, que se llama ‘Sevilla, Patrimonio Mundial’ y es totalmente gratuita, está estructurada en cuatro apartados, uno por cada uno de los monumentos declarados como Patrimonio Mundial (la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias) más otro dedicado al entorno (el Arenal, Santa Catalina, Triana, Santa Cruz….). Los contenidos son muy variados (planos, fotografías recientes y antiguas, grabados…) y se adaptan a los intereses de cada usuario (generales, turísticos, históricos y artísticos).  

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Los códices que nunca viste

Siempre es un buen momento para visitar el Real Alcázar de Sevilla, pero actualmente hay un motivo adicional. Y es que la Sala Cantarera, que siempre había estado cerrada al público porque hacía las veces de almacén, ha sido habilitada por primera vez como espacio expositivo. Hablamos de un recinto que fue construido por Alfonso X en el siglo XIII y redecorado por Felipe II tres centurias más tarde, cuando pasó a formar parte del Palacio Gótico. Su gran atractivo reside en su vistosa azulejería, que fue encargada a Cristóbal de Augusta, el mejor ceramista de la época, en el año 1577. Fueron las primeras baldosas planas policromadas que llegaron a la capital hispalense.

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La sangre derramada en El Alcázar

Hoy vamos a relatar una leyenda que tiene como escenario Los Reales Alcázares de Sevilla. La protagoniza, una vez más, el rey Pedro I, apodado el ‘el Cruel’ por la fama de despiadado que adquirió durante su estancia en el trono, si bien sus partidarios lo calificaban como ‘el Justiciero’ para intentar equilibrar la balanza. No es la primera vez que hacemos referencia a sus presuntas fechorías (algunas de ellas no están documentadas), y probablemente tampoco será la última, pues su trayectoria como monarca dio mucho que hablar en toda Castilla, incluida la capital hispalense.

La historia que nos ocupa es, en esencia, un crimen pasional que tuvo lugar a mediados del siglo XIV. El rey estaba casado con Blanca de Borbón, pero, según las malas lenguas, el matrimonio sólo se consumó dos veces por motivos no demasiados claros. Había quien pensaba que Pedro I no tenía interés en ella porque realmente estaba enamorado de otra mujer (María de Padilla). También se rumoreaba que el hecho de que la familia de Blanca de Borbón no abonara la dote estipulada enfureció al monarca. Y también coexistía una tercera teoría que fue la que dio pie a la leyenda.

Según esta versión, Blanca de Borbón mantenía relaciones sexuales con Don Fadrique, hermanastro de su marido. El idilio llegó a oídos del rey, quien hizo llamar a Don Fadrique inmediatamente. Ambos se vieron las caras en El Alcázar, entablando una fuerte discusión que acabó en tragedia, pues Pedro I acuchilló a Don Fadrique con una daga hasta causarle la muerte. Dado que el suelo, de mármol, aún estaba en bruto y sin pulimentar, absorbió por completo la enorme mancha de sangre, que aún puede contemplarse en la sala de los azulejos.

Juego de Consistorios para ser el séptimo reino

juego de tronosLa HBO, el canal de pago más prestigioso de Estados Unidos, desveló hace unas semanas que estaba buscando localizaciones en Andalucía para el rodaje de la quinta temporada de ‘Juego de Tronos’, de ahí que Sevilla esté haciendo todas las gestiones habidas y por haber para ser una de las elegidas. No en vano, hablamos de la serie del momento y una de las más vistas de la historia, con una audiencia media de 18,4 millones de espectadores sólo en su país de origen. También tiene el ‘honor’ de ser la producción audiovisual más pirateada de toda la era digital, un dato que deja a las claras su impacto mundial.

El enorme presupuesto de Juego de Tronos le permite rodar simultáneamente en Irlanda del Norte, Croacia, Islandia, Marruecos y Malta, y ahora busca un nuevo emplazamiento para recrear el reino de Dorne, que hasta ahora sólo había sido nombrado de pasada. Con todo, su protagonismo irá en aumento, ya que así lo atestiguan los libros de George R.R. Martin, en los que está basada la serie. Dorne es descrita como una región sureña rodeada de mar y montañas. Es la más calurosa y seca de todo Poniente, aunque cuenta con valiosos ríos que le garantizan tierras fértiles.

Partiendo de estas características, no es de extrañar que la HBO se haya fijado en Andalucía y ya esté negociando con varias ciudades de nuestra región. Sevilla podría haber ofrecido los Reales Alcázares para representar Punta del Sol, la capital de Dorne, mientras que Granada y Málaga habrían hecho lo propio con La Alhambra y La Alcazaba respectivamente. “No estamos cruzados de brazos, sino todo lo contrario. Estamos trabajando intensamente para que ‘Juego de Tronos’ llegue a Sevilla y soy moderadamente optimista”, afirmó hace unos días Gregorio Serrano, concejal de Empleo, Economía y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla. 

Más luz para el Alcázar

alcazarsevillaDesde hace unos días existe un motivo adicional para visitar el Real Alcázar, el monumento más concurrido de Sevilla. El reclamo no es otro que un nuevo sistema de iluminación artificial que conseguirá realzar su belleza en ausencia del sol, gracias a una inversión de 290.000 euros que ha corrido a cargo de la Fundación Sevillana Endesa.  De esta manera, las tres principales estancias del conjunto arquitectónico, la fachada del Palacio del Rey Don Pedro, el Patio de las Doncellas y la Fachada del Patio de Banderas, brillarán más que nunca a los ojos de sevillanos y turistas en horario nocturno.

Lejos de suponer un gasto adicional para el Ayuntamiento, este proyecto supondrá un ahorro de energía del 75%, que en términos económicos se traducirá en un 17% menos de consumo eléctrico con respecto al sistema que venía utilizándose. Otra de las particularidades de la novedosa iluminación es que se adaptará a los distintos espectáculos que se realicen en el interior del Alcázar, así como a las condiciones meteorológicas, por lo que hablamos de una técnica ‘camaleónica’ capaz de graduar la intensidad, el colorido, la intermitencia, etc.

En cuanto a cantidades concretas, hay que reseñar que se han instalado un total de 126 proyectores de alta eficiencia basados en la tecnología led. Para que nos hagamos una idea, el coste global de una hora de encendido será de aproximadamente de un euro.  Sin duda alguna, el flamante alumbrado artístico hará más atractivo si cabe al Alcázar, un monumento que recibió nada más y nada menos que 1.200.000 visitas el pasado año, dejando en las arcas municipales la importantísima cifra de 6.800.000 euros.  

Las joyas arqueológicas de Sevilla

No hay mejor manera de adentrarse en la historia más antigua de Sevilla y su provincia que recorriendo de punta a rabo el Museo Arqueológico de Sevilla. Ubicado en la Plaza de América, junto al Pabellón Real y dentro del Parque de María Luisa, fue fundado en 1879 para reunir las piezas de valor que habían sido encontradas durante las excavaciones estatales y las obras de arte que liberaron los conventos tras las desamortizaciones. Sus primeros  fondos procedían casi exclusivamente de Itálica (Santiponce), los cuales fueron expuestos durante un tiempo en los Reales Alcázares,  pero conforme pasaron los años  se fueron incorporando más hasta convertirlo en uno de los museos de referencia en nuestro país.

 

 
Su primer director, Manuel de Campos y Munilla, ya se encontró con el problema del espacio en el Convento de la Merced, sede original, y no sólo por el ingente patrimonio que debía almacenar, sino por las numerosas visitas (más de 12.000) que recibió el museo a las primeras de cambio. Sin embargo, para hallar una solución hubo que esperar hasta el año 1941, cuando el Ayuntamiento de Sevilla cedió el emplazamiento actual. Dos décadas más tarde el edificio fue declarado Monumento Histórico Artístico y a renglón seguido fue remodelado para ampliar el número de salas hasta las 27 que posee a día de hoy.

 

 
¿Qué podemos encontrar exactamente en el Museo Arqueológico de Sevilla? En términos numéricos, más de 60.000 piezas que van desde la Prehistoria hasta la Edad Media, con muestras muy valiosas de la cultura tartésica (una copia exacta del Tesoro de El Carambolo), la cerámica ibérica, la mitología griega (un torso de Artemisa), el Imperio Romano (esculturas, mosaicos, orfebrería…), Alejandro Magno (un retrato), los periodos visigodos y califales, y un largo etcétera.

 

 
En estos días el museo es motivo de actualidad por la paralización del proyecto de rehabilitación integral, una obra que está pendiente desde 2009 y que no se ha llevado a cabo por falta de financiación. Por esta razón, el Ayuntamiento, con el apoyo de todos los grupos políticos, ha solicitado formalmente a la Junta de Andalucía y al Ministerio del Interior que culminen lo antes posible esta necesaria reforma y que hagan un esfuerzo para que el Tesoro de El Carambolo (el original) pueda exhibirse permanentemente al público, algo que hasta ahora no ha sucedido por problemas seguridad.

El Alcázar bajo las estrellas

Quien no haya visitado nunca el Real Alcázar de Sevilla o desee recorrerlo desde otra perspectiva más original, tiene ante sí una magnífica oportunidad, ya que sus puertas abrirán a partir del 7 de febrero en horario nocturno. Se trata de una novedosa iniciativa propulsada por el Ayuntamiento para potenciar el turismo en una zona que fue declarada como Patrimonio Artístico de la Humanidad en el año 1987. Como todo el mundo sabe, o debería saber, este bellísimo monumento está formado por varios palacios que beben de distintos estilos arquitectónicos: desde el islámico de sus primeros ocupantes, pasando por el mudéjar y gótico que imperaron durante el periodo castellano, hasta llegar a otros más recientes como el barroco o el renacentista.

Al margen del aliciente de poder contemplar el monumento bajo la luz de la luna y las estrellas, los espectadores encontrarán a sus antiguos moradores (Al-Mutamid, Fernando III, Pedro I el Cruel, Carlos V, Isabel II, etc.) en las estancias que habitaron antiguamente gracias a la compañía Teatro Clásico, que se encargará de encarnarlos y de representar escenas y conversaciones históricas. No hay que olvidar que el Alcázar está considerado como el palacio real más antiguo que sigue en pie en Europa y que durante siglos fue lugar de alojamiento para los miembros de la monarquía y jefes de Estado durante sus viajes a Sevilla.

Pero no sólo nos cruzaremos con gobernantes. También veremos pasear por los jardines a otros personajes legendarios como Lope de Vega, Calderón de la Barca y a algunos más que no se han dado a conocer para sorprender al público. La entrada al recinto costará 12 euros y deberá ser reservada con antelación en la taquilla del Alcázar o a través de la web oficial (www.alcazarsevilla.org). Asimismo, habrá tres pases (19:30, 20:30 y 21:00 horas) en invierno y otoño, y cuatro (21:00, 21:30, 22:00 y 22:30 horas) en primavera y verano. Los grupos serán de un máximo de 40 personas y el recorrido dura aproximadamente 75 minutos.

Nuestro patrimonio en imágenes

En 1987, es decir, hace poco más de 25 años, la Unesco declaró como Patrimonio de la Humanidad al conjunto formado por la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar debido a su valor arquitectónico e histórico. No en vano, estos tres monumentos simbolizan tres periodos importantísimos tanto para la ciudad como para España: el dominio musulmán, la posterior reconquista cristiana y finalmente, su rol de puerto de Indias allá por el siglo XVI. Gracias a esta distinción, que hace las veces de sello de garantía suprema, Sevilla se aupó al primer peldaño del turismo internacional y desde entonces no se ha bajado un milímetro de él.

Para conmemorar dicho reconocimiento, en los últimos meses se han llevado a cabo múltiples actos de diversa índole, incluyendo la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la firma de un nuevo acuerdo para proteger más si cabe estos espacios, jornadas de puertas abiertas, etcétera. Como colofón, desde mediados de enero hasta marzo tendrá lugar una exposición fotográfica en la Avenida de la Constitución, la cual ha sido orquestada por el Patronato del Alcázar, junto con el Ayuntamiento y el Arzobispado. La muestra estará compuesta por 35 paneles dobles con imágenes e información escrita sobre esta efeméride y explotará el recurso de la comparativa.

¿Cómo lo hará? Enfrentando fotografías antiguas con otras actuales, tomadas exactamente desde la misma perspectiva, para apreciar con meridiana claridad los efectos del paso del tiempo y el empuje de la modernidad. Habrá vistas de pájaro, que revelan el crecimiento de la ciudad en todas las direcciones; planos generales, que descubren los cambios en el entorno y en algunas estructuras; y también planos más cercanos, para detenerse en los detalles. La exposición está destinada a todos los públicos, ya que los más exigentes podrán encontrar estampas inéditas y los menos doctos en la materia tendrán una buena oportunidad para aprender con la vista, pues ya se sabe que una buena imagen vale más que mil palabras.

El hospital de todos (III)

Una vez instaurada la Constitución Española de 1978 y aprobado el Estatuto de Autonomía en 1981, el Hospital de las Cinco Llagas fue el primer emplazamiento en el que pensaron las autoridades para establecer la sede del Parlamento Andaluz. Sin embargo, las gestiones no fueron rápidas ni sencillas, de ahí que la cámara fuera itinerante durante algunos años. Así las cosas, la sesión inaugural se celebró en el Salón de Tapices de los Reales Alcázares el 30 de junio de 1982, es decir, hace dos décadas.  Aquel día se decretó que Sevilla sería la capital administrativa y Granada, la judicial. En sucesivos plenos, en dicho enclave también se oficializó el himno, el escudo y la elección de los primeros reglamentos y senadores.

Parlamento de Andalucía

Pese a que el país respiraba optimismo por los cuatro costados, no eran tiempos de bonanza económica y el Estado de las Autonomías era un melón por calar. Valga como ejemplo el discurso que pronunció Antonio Ojeda Escóbar, primer presidente del Parlamento Andaluz: “Tenemos ante nosotros una labor gigantesca, una obra ingente para realizar […] partimos también de una situación material precaria, pues ni siquiera contamos con los medios mínimos necesarios para cumplir nuestro trabajo, pero tenemos una gran ilusión, una voluntad política firme y un pueblo decidido a ilusionarse y luchar por su autonomía, por solucionar sus problemas y por recuperar su dignidad”.

Había muchas ilusiones e ideas, pero muy pocos recursos para llevarlos a cabo. Las decisiones se tomaban en los Reales Alcázares y se ejecutaban en el Edificio Cristina, algo que no resultaba nada práctico. Por esta razón, se acordó trasladar la sede en 1983, esta vez al Palacio de la Real Audiencia de Sevilla gracias a la gentileza de la Caja de Ahorros San Fernando, fiel reflejo de que los órganos andaluces dependían de los favores de otras instituciones. Sin ir más lejos, unos años más tarde, el creciente volumen de trabajo forzó una nueva mudanza hacia unas dependencias más espaciosas. Fue entonces cuando el salón de plenos fue instalado en la Iglesia de San Hermenegildo y el centro administrativo, en el edificio de la calle Reyes Católicos en el que hoy opera el Defensor del Pueblo Andaluz, propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social.

Pero la sensación siguió siendo de provisionalidad hasta que la cesión del Hospital de las Cinco Llagas por parte de la Diputación de Sevilla se hizo efectiva en 1992. Fueron necesarios siete años de intensas obras para adecentar y readaptar el edificio, el cual se encontraba en un horrible estado de conservación, pero la espera valió la pena. De forma progresiva, los espacios que en su día fueron ocupados por enfermos y médicos pasaron a manos de funcionarios y políticos con una naturalidad asombrosa.