Prueba superada

Pese a las firmes amenazas de la Unesco, la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar no entrarán en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro este año. Ya comentamos en su momento que la polémica construcción de la Torre Pelli había puesto en entredicho este prestigioso sello, pero al final el sentido común ha terminado por imponerse. También ha influido, todo hay que decirlo, la defensa a ultranza de nuestra ciudad que realizó Juan Ignacio Zoido durante el debate del último Comité celebrado en San Petesburgo (Rusia), convenciendo a todos los países que pregonaban inicialmente la incompatibilidad entre el rascacielos y los tres monumentos más importantes de la ciudad. No en vano, las enmiendas fueron aceptadas sin ningún voto en contra.

Como argumentos, Zoido expuso que la Torre Pelli está situada lejos del centro de la ciudad y separada por un río, incidió en la legalidad de su edificación y recordó los beneficios que acarreará para los sevillanos tanto en términos de riqueza. Así pues, cumplido el objetivo, se puede decir que todo ha quedado en un susto y que Sevilla ha salvado un ‘match ball’ decisivo de cara a su imagen en el exterior. No obstante, el alcalde ha tenido que comprometerse a no construir en el futuro ningún edificio más de gran altura en las cercanías del casco antiguo y, como muestra de buena voluntad, organizará en el capital hispalense un encuentro internacional de expertos para abordar el concepto de paisaje histórico urbano y arquitectura moderna.

Así las cosas, la controversia del impacto paisajístico de la Torre Pelli quedará reducida al ámbito local y el rascacielos seguirá creciendo a buen ritmo. De hecho, está previsto que en un plazo de dos meses alcance su techo, es decir, los 178 metros de altura planificados por el arquitecto César Pelli. Y cuando llegue ese momento, desde su cúspide se podrá divisar el Coto de Doñana y el mar en días de buena visibilidad.  Sin duda, una experiencia que resultaría utópica de no haberse levantado semejante edificio.

La valentía de La Estrella

La historia de la Semana Santa de Sevilla está repleta de episodios fascinantes y hoy vamos a narrar lo sucedido en 1932. Por aquel entonces la II República acababa de echar a andar y el debate de si el Estado debía ser laico o no estaba en la calle. Lo cierto y verdad es que el anticlericalismo se hacía cada vez más latente en determinados sectores de la sociedad y hay quien dice que las autoridades civiles no garantizaron la seguridad de los cortejos aquel año, y que por esta razón, todas las hermandades de la capital decidieron no hacer estación de penitencia por temor a posibles incidentes.

No obstante, existe otra versión de los hechos que apunta directamente a una cuestión política. Según esta teoría, el gobierno republicano intentó por todos los medios que la Semana Santa trascurriese con total normalidad, pero la Iglesia y los partidos conservadores promovieron un plante como respuesta a su programa de secularización. Sea como fuere, el caso es que La Estrella, pese a la oposición y las críticas del resto de hermandades, fue la única que decidió actuar por su cuenta y riesgo y puso sus dos pasos en la calle en la tarde del Jueves Santo. No salió el Domingo de Ramos porque era una corporación muy humilde y dependía de una subvención municipal que se hizo de rogar.

Cuentan las crónicas periodísticas que una riada humana acompañó a la cofradía durante todo su recorrido y transformó la comitiva en un lento paseo triunfal debido a la flexibilidad horaria y a los incesantes vítores. Pero hubo quienes no se tomaron tan bien la salida de La Estrella. Al parecer, sus hermanos recibieron en los días previas cartas anónimas y amenazas para que dieran marcha atrás, pero no lo hicieron. Es más, algunos de ellos salieron aquel día con navajas al cinto para proteger a sus imágenes, pero no pudieron evitar los atentados que se produjeron. El primero de ellos acaeció en la calle Valázquez, donde cayó sobre el palio un objeto pesado que, tras ser examinado posteriormente, resultó ser una perilla de cama que había sido manipulada para funcionar como bomba. Por suerte, no estalló.

El segundo tuvo lugar en la calle Sierpes, donde otro descerebrado lanzó una piedra al paso del Cristo ocasionando desperfectos en uno de los ángeles. El autor fue detenido por la policía justo a tiempo antes de ser linchado por la muchedumbre. Pero lo peor estaba por llegar. Sobre las ocho y media de la tarde, cuando la Virgen se detuvo ante la Puerta de San Miguel, un individuo sacó una pistola y efectuó dos disparos apuntando al paso, aunque afortunadamente no logró alcanzar a la imagen. El pánico se apoderó de los presentes y el agresor trató de huir en medio del caos sin éxito, ya que entre la Benemérita y los propios ciudadanos consiguieron reducirle en la calle San Gregorio. Al parecer, se planeó otro ataque, esta vez colectivo, en el Paseo Colón, pero fue abortado a tiempo gracias al chivatazo de un anciano vendedor de sultanas.

Pese a todos los percances, la cofradía de La Estrella regresó ‘sana y salva’ a Triana en loor de multitudes y comenzó a forjar su leyenda de ‘La Valiente’.

La Torre Pelli y las amenazas de la Unesco

La Torre Pelli, ese rascacielos que crece a un ritmo vertiginoso en la Isla de la Cartuja, no está pasando desapercibido para nadie. Tampoco para la Unesco, que ha abierto un expediente al proyecto y ha enviado recientemente a dos delegados con la idea de que examinen in situ la obra. Dicho organismo nombró a Sevilla como Patrimonio de la Humanidad gracias a la Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias, pero ahora amenaza con desposeerla de dicha condición si el nuevo edificio, dada su magnitud, causa un impacto negativo sobre el entorno e incumple la normativa. 

 

El problema radica en que las tareas de construcción ya están en una fase avanzada y se calcula que en un plazo de un año podrían estar finiquitadas. Por eso, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, le ha pedido a la Unesco celeridad en su pronunciamiento. Las relaciones entre las partes no son del todo fluidas, ya que en 2009 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura solicitó que se detuviera la cimentación y no consiguió su propósito. También instó al Ministerio de Cultura a tomar partida, pero el Gobierno central se declaró incompetente en este sentido.

 

Prácticamente desde que se aprobó su diseño, la Torre Pelli, promovida por Cajasol, ha generado mucha controversia en la capital hispalense. Sus partidarios defienden que creará en torno a  4.000 puestos de trabajo, que representará el avance de Sevilla hacia la modernidad y que revitalizará la Isla de la Cartuja de una vez por todas. Por el contrario, sus detractores consideran que va en contra del modelo sostenible y que sus 178 metros de altura eclipsarán a la Giralda y al resto de la ciudad para siempre. Así pues, la polémica está más que servida y habrá que esperar algo más para conocer el desenlace de esta historia.

Detenido un indigente acusado de tirar piedras a la Basílica de la Macarena, entre otras iglesias

basílicaLlegó a entrar cuando se celebraba el culto para insultar a la imagen de la Virgen y amenazar con dañarla. Agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Comisaría de Distrito Centro de Sevilla han detenido a Angel M. R. de 49 años de edad y con 15 detenciones policiales y considerado un indigente como presunto autor de un delito de daños contra el patrimonio artístico y contra los sentimientos religiosos, al realizar daños en diversos templos de la ciudad, como la Basílica de la Macarena y otros declarados Monumento Nacional o Bien de Interés Cultural (BIC).Según ha informado la Policía en un comunicado, los hechos están siendo investigados desde enero tras varias denuncias por daños a iglesias de la capital hispalense, todas de ellas de gran valor histórico, y ha detenido en dos ocasiones diferentes al presunto autor, un indigente de la zona que «considera que su misión en la vida es quemar y destruir iglesias», según la Policía, que añade que tenía en vigor una reclamación judicial.

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