Si han pasado últimamente por el Prado de San Sebastián, habrán comprobado que la estatua del Cid Campeador presenta un aspecto muy diferente al que nos tenía acostumbrado. No en vano, Rodrigo Díaz de Vivar ha sido vestido de croché por la artista Olek, famosa por haber cubierto esculturas y edificios de todo el mundo con sus extravagantes prendas. Esta diseñadora de origen polaco aprendió a coser por sí misma y sin recibir los consejos de nadie, hasta el punto de que es ella quien le hace jerséis a su abuela y no al revés. No es de extrañar, por tanto, que haya desarrollado un estilo muy personal que no deja a nadie indiferente y que haya encontrado en la lana su mejor manera de expresión.
Con el permiso del Ayuntamiento de Sevilla, Olek se subió la semana pasada a una grúa y enfundó su traje al caballero castellano mediante un laborioso proceso que duró varias horas. De esta manera, la estatua que Anna Hyatt Hutington regaló a la ciudad en 1927 abandonó los tonos oscuros del bronce para abrazar los rosas, morados, naranjas, verdes y rosas de su nueva modista. El caballo Babieca tampoco se ha librado de este cambio de ‘look’ que ha generado opiniones de todos los colores, nunca mejor dicho. Y es que, aunque la primera pregunta que se hacían los viandantes es si la transformación del Cid tenía algo que ver con la inminente celebración de Halloween, lo respuesta es no.
Agata Oleksiak (así se llama) se encuentra en la capital hispalense para presentar la exposición ‘Santa Agatha, la torera’, que será inaugurada el 7 de noviembre en la galería Delimbo. Se trata de la primera muestra individual que realiza en nuestro país, aunque ya hizo de las suyas en Barcelona cubriendo el Gato de Fernando Botero en la Rambla del Raval. Cabe destacar que la artista solicitó inicialmente vestir a San Fernando en la Plaza Nueva, pero la Comisión de Patrimonio se negó por su relevancia histórica y ofreció la estatua del Cid como emplazamiento alternativo. Su remozada apariencia podrá ser contemplada hasta el próximo 12 de noviembre, día en el que perderá sus flamantes ropajes.
Una de las noticias más tristes que nos dejó el pasado jueves 23 de mayo de 2013 fue el fallecimiento de Tate Montoya. Sesenta y tres años antes había nacido en la localidad de Hinojal (Cáceres), aunque a los pocos días de su llegada al mundo se trasladó con su familia a Utrera, de donde era originario su padre, el cantante Enrique Montoya. Estudió la carrera de Ingeniería Técnica Industrial y la ejerció durante una década en una empresa de automoción, aunque lo que corría por sus venas a velocidad de crucero era el flamenco. Por esta razón, nunca dejó su lado su pasión y más pronto que tarde obtuvo el reconocimiento del público.
primera mitad del siglo XX, para progresar en el mundo de las artes escénicas era obligatorio trasladarse a Madrid y eso fue lo que hizo siendo aún muy joven. En la capital de España recibió la formación que le permitió debutar en el Teatro Eslava y conseguir grandes papeles en el cine, en cintas como ‘El hombre que se reía del amor’, ‘La señorita de Trevélez’, ‘La rueda de la vida’, etc. Alcanzó tal grado de éxito que los directores más importantes del momento, como Florián Rey, Benito Perojo, Edgar Neville, se ‘peleaban’ entre ellos para contar con ella en sus proyectos.
Bartolomé Esteban Murillo nace en Sevilla en 1617, en el seno de una familia compuesta por numerosos hermanos que pronto quedarán sin padres (en un espacio muy breve de tiempo morirá el padre seguido de la madre). De esta manera, Esteban será criado por una hermana y su marido, con el cual mantendrá hasta el final cordiales relaciones.Será en esta ciudad también donde comience a desarrollar su profesión de pintor, primero realizando obras de temática religiosa para exportar a América y, tras un supuesto «paseo» por Madrid conociendo de la mano de Velázquez las colecciones del Escorial y el Alcázar, asentándose y recogiendo laureles hasta su muerte en 1682.Al igual que sucede en tantos otros casos se desconoce cuándo exactamente debió comenzar el aprendizaje del joven Esteban, aunque se cree que se inició alrededor de 1633 al lado del maestro pintor Juan del Castillo, en cuyo taller habría permanecido hasta la fecha de la marcha de éste a otras capitales andaluzas unos cinco años después.
Diego Rodríguez de Silva Velázquez nace en Sevilla y es bautizado en la iglesia de San Pedro el 6 de junio de 1599. Su padrino fue Pablo de Ojeda, quizá pintor de imaginería. Sus padres, Juan Rodríguez de Silva y Jerónima Velázquez, eran los dos sevillanos y pertenecían a familias distinguidas con algunos recursos económicos y tradición de nobleza.Este bautizo fue seguido de otros seis de los hermanos de Diego: Juan (1601), Fernando (1604), Silvestre (1606), Juana (1609), Roque (1612), y Francisco (1617), tras el último de los cuales se casa Diego, asegurando la fertilidad familiar.Las calles de la Gorgoja, de la Calceta, de la Morería, de la Vinatería, de la Alhóndiga, y las plazas del Buen Suceso y de la Encarnación, serían los primeros escenarios de los juegos y correrías del Velázquez niño. Gracias a su padre, Velázquez recibió una educación cultivada. Aprendió letras, la filosofía de su tiempo y algunas lenguas, posiblemente el latín, el italiano y, seguramente, también francés, pues se sabe que acompañó a visitantes ilustres y al embajador de Francia. Es posible que se educara en el Colegio de San Hermenegildo, entonces de jesuitas. Pero todos estos estudios no le apartaron de su temprana vocación como pintor.
El artista sevillano actuará este viernes y sábado en el Teatro Quintero, donde volverá el 12, 13 y 14 de noviembreFalete, nombre artístico de Rafael Ojeda Rojas, presentará este viernes y el sábado en el Teatro Quintero, a partir de las 21,00 horas, ´Coplas de menta y canela´, un espectáculo de copla «pura y dura», según el artista, que ha expresado su deseo de que «todo salga como yo soy, redondo», y para el que ya están agotadas todas las entradas.Con este espectáculo se pone fin al ciclo ´Andalucía en la copla: Tres generaciones de artistas en el Teatro Quintero´ organizado por este espacio escénico coincidiendo con la celebración de la XVI Bienal de Flamenco de Sevilla, un hecho, éste último, que le «da mucha más importancia y más auge a esta actuación», ha señalado Falete en una entrevista a Europa Press.
La bailaora granadina Fuensanta Fresneda Galera, conocida artísticamente como La Moneta, pondrá mañana en escena su espectáculo ‘Bailar, vivir. Suite flamenca para bailaora y Compañía’, del que ha adelantado este jueves que bailará «sin grandes adornos» aunque con los que para ella son el mejor toque y el mejor cante.Al cante tendrá a David Sánchez ‘El Galli’ y Miguel Lavi, y en el toque a los guitarristas Miguel Iglesias y Paco Iglesias, si bien contará también con el piano de Diego Amador, quien le ha compuesto la música expresamente para este espectáculo junto a Miguel Iglesias y Mauricio Sotelo.Pese a su juventud, 26 años, la bailaora ha concebido todo el espectáculo, ha creado las coreografías, en las que bailará en solitario y acompañada por tres bailaores, y ha elegido la música, el orden de los pasos y hasta los enlaces entre ellos para su ‘Bailar y vivir’, que este viernes estrenará en el teatro Lope de Vega de Sevilla, como uno de los últimos espectáculos de la Bienal de Flamenco.
Este martes, dentro de la programación de la XVI Bienal de Flamenco, el cantaor Arcángel y el guitarrista José Antonio Rodríguez presentarán en el Teatro de la Maestranza, a partir de las 20,30 horas, su espectáculo ‘F2’, que contará como artista invitado al baile a Antonio Canales. Con este proyecto estos dos artistas pretenden unir de forma natural sus estilos y crear un flamenco de alto nivel, actual en el concepto y en el fondo. Además, su gusto por las nuevas tecnologías y su manera de sentir el flamenco les lleva a esta representación equilibrada de la guitarra y el cante. Por su parte, a partir de las 23,00 horas el Teatro Central acogerá ‘Algo’, un espectáculo flamenco en tres partes sin intermedio con el que la bailaora Concha Jareño se sincera ante el público y ante sí misma. El baile le sirve para contar vivencias personales que la han marcado profundamente y le han servido para que sea la artista que es hoy en día.
El artista estará acompañado por José Mercé, Esperanza Fernández, ´El Lebrijano´, El Pele, y el contrabajo especial de Renaud García-Fons.El pianista David Dorantes presentará ´Sin muros!´, su tercer disco, este miércoles 22 de septiembre en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, dentro de la programación de la Bienal de Flamenco 2010, un actuación para la que están agotadas desde principios de septiembre las 1.800 entradas puestas a la venta.En esta ocasión, Dorantes estará acompañado por los artistas José Mercé, Esperanza Fernández, Juan Peña ´El Lebrijano´ y El Pele, además de por el contrabajo especial de cinco cuerdas de Renaud García-Fons, el bandoneón de Marcelo Mercadante, la guitarra acústica de Ricardo Moren, el violín de Faisgal Kourrich, el contrabajo de Yelsy Heredia, las palmas y coros de los hermanos Saavedro y Tete Peña, y la voz de Rafael de Utrera.En este tercer trabajo, que aboga por la pacífica y enriquecedora coexistencia intercultural, se encuentra a un Dorantes en todo su espectro: flamenco, contemporáneo, sencillo, complejo, y lo hace con una propuesta donde se muestra al público el gran abanico del género flamenco como bulerías, siguirillas, alegrías, verdiales, romance, granaínas, malagueñas, tangos, soleá, o tientos. A Dorantes (Lebrija, Sevilla, 1969) no se le puede homologar musicalmente con facilidad. Pertenece al mundo flamenco por cuna y vivencias, pero sus creaciones son absolutamente personales, y no tiene nada que ver con los experimentos de fusión más habituales. Desde su primer disco, ´Orobroy´ (1998), ha mostrado su talento y versatilidad junto a numerosas primeras figuras del arte jondo, como su propio tío ´El Lebrijano´.