Pese a estar situada en el corazón de Sevilla, la Alameda de Hércules tiene una personalidad propia que le diferencia del resto del casco antiguo, y la saca a relucir durante todas las épocas del año. La Navidad, obviamente, no es una excepción, y en estas fechas se celebra de una manera muy particular. Concretamente, este año el Ayuntamiento ha tenido a bien instalar allí un nuevo espectáculo de luz y sonido en el que más de 40.000 bombillas led, colocadas sobre un árbol de 16 metros de altura, brillan al compás de sintonías navideñas. Pero no hablamos de los clásicos villancicos de toda la vida, sino de versiones de los mismos con tintes de rock y heavy.
Según sus responsables técnicos, este llamativo espectáculo, que ha sido bautizado con el nombre de ‘Navidad de luz’, no persigue competir con el ‘mapping’, sino ampliar la enorme oferta temática de Sevilla. Se proyectará todas las tardes a las 18:30 horas hasta el día 6 de enero, su duración aproximada es de 10 minutos y cada día narrará una historia diferente. Con todo, el atractivo de la Alameda en estos días no se reducirá a la iluminación y la música, ya que se han vuelto a habilitar numerosos puestos artesanales en los que se podrán adquirir dulces, golosinas, frutos secos, y un largo etcétera.
Además, el bulevar cuenta con un puñado de atracciones, entre las que se encuentran una pequeña noria, los tradicionales cochecitos locos y el circo de pulgas amaestradas, sin olvidar a los dromedarios y a los ponis, que por segundo año consecutivo pasearán a los niños más atrevidos por sus inmediaciones. Por último, cabe destacar que el próximo 15 de diciembre se tejerá, de forma participativa, un árbol navideño de croché en el centro cívico ‘Las Sirenas’, ubicado en la misma Alameda. De esta manera, todo aquel que lo desee podrá poner su imaginación y sus conocimientos de costura al servicio de un proyecto realmente original.
El Ayuntamiento ya ha desvelado cómo engalanará la ciudad durante el periodo navideño y hay algunas novedades significativas. Una de ellas tiene que ver con las fechas, ya que la iluminación artificial empezará a funcionar antes que nunca, concretamente, a partir del 29 de noviembre. Además, por primera vez se trazará un camino ininterrumpido de luces desde el Prado de San Sebastián hasta el Puente de la Barqueta, dejando entre medias un total de 190 calles (26 más que el año pasado) alumbradas con bombillas de bajo consumo. Y todo ello, con un gasto público menor al de los últimos años (unos 450.000 euros), gracias a la aportación de entidades privadas.
tampoco estaba a la orden del día. De hecho, en un principio se utilizaba el petróleo como fuente de energía y posteriormente se pasó al gas, con las consabidas ventajas e inconvenientes que presenta este combustible. Ya en 1877, con motivo de la visita de la reina Isabel II, se instalaron por primera vez los vistosos farolillos de papel que han llegado a nuestro tiempo, pero sólo por una cuestión estrictamente estética, ya que por aquel entonces aún no emitían luz.
El Centro se ilumina para las fiestas. Hay bullicio de gente en las calles del Centro, nubladas por el humo de un puesto de castañas. Y músicos que animan con su jazz el carrusel continuo de familias y niños. Aún no ha oscurecido pero el cielo ya cuenta los minutos que le quedan al día.Un tumulto de niños ha asaltado la Plaza Nueva. El rey San Fernando mira atento sus idas y venidas, cómo corren y dan saltos y llaman con gritos a sus madres. De pronto se reúnen frente al Ayuntamiento. Todos esperan quietos a que alguien apriete el botón blanco que han puesto frente a ellos, sobre una mesa roja. Algunos aún no saben qué rara maravilla saldrá de ese artilugio que, dicen, hace magia.Entonces aparece, con aura de rey mago, Antonio Torrijos. Delante va una niña sonriente.