Las concentraciones juveniles, incluso en días laborables, llenan de basura el entorno.La botellona ha vuelto con fuerza a las inmediaciones de la Torre del Oro, después de que la presión policial mantuviera limpia esta zona desde el pasado otoño. A media mañana de ayer, los bajos del monumento todavía permanecían completamente sucios, con restos de botellas, vasos, cristales rotos y orines procedentes de una botellona de la noche anterior. Fuentes de la empresa municipal de limpieza (Lipasam) explicaron ayer a este periódico que desde el pasado otoño no se habían celebrado botellonas en esta zona, por lo que no tenían constancia de que hubiera habido una la noche del miércoles. De ahí que la empresa no fuera avisada hasta bien entrada la mañana de los restos que se acumulaban allí a plena luz del día y ante los ojos de todos los sevillanos y turistas que paseaban por la zona.Los vecinos del entorno de la Torre del Oro exigieron ayer a Lipasam que recogiese los restos que dejaron miles de jóvenes junto al río. La presidenta de la asociación de vecinos Plaza de Armas y entorno, Dolores Dávila, aseguró ayer que los jóvenes ya no sólo se reúnen los fines de semana para beber en la calle.
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La Policía calcula que en el Charco de la Pava se concentraron más de 4.000 jóvenes. Si en Egipto, Túnez y Libia utilizan las redes sociales para convocar manifestaciones en busca de los derechos del pueblo, aquí lo más jóvenes las utilizaron ayer para quedar en masa en el Charco de la Pava (Isla de la Cartuja). En esta ocasión, el motivo fue celebrar el final de los exámenes universitarios, aunque curiosamente, una buena parte de los asistentes a este encuentro no eran universitarios y sí, en muchos casos, menores de edad.El Cecop calculó que más de 4.000 personas asistieron al macrobotellona. Y es que el buen tiempo animó a los jóvenes a acudir en masa al Charco de la Pava.
La víctima, de 19 años, se subió a la estructura junto al botellódromo.