La hombría de los garrochistas de Utrera

garrochistasSólo los apasionados de la Historia tienen constancia de la decisiva participación de un grupo de utreranos en la Batalla de Bailén (1808), una de las más importantes de la existencia de España. No en vano, supuso la primera derrota de las tropas napoleónicas en campo abierto, la huída de José I Bonaparte y el regreso forzado de su hermano menor (Napoleón) a la península ibérica para intentar consolidar su posición dominante.

Podría decirse que en Utrera nació lo que hoy conocemos como guerra de guerrillas, es decir, el hostigamiento continuado al enemigo con maniobras rápidas, sorpresivas y, hasta cierto punto, rudimentarias. No en vano, cualquier cosa servía para atacar a los franceses o afrancesados, ya fuese una pala, una azada o una piedra. Todo lo que causara daño era válido y el éxito de las escaramuzas llegó a oídos de los generales españoles, que decidieron instalar allí un cuartel general. Con todo, cabe aclarar que no es que en La Campiña hubiese un movimiento perfectamente organizado para expulsar a las fuerzas de ocupación, pero sí una fuerte convicción de que eso era justamente lo que había que hacer.  

Así se explica que, durante la Guerra de la Independencia, un grupo de utreranos y jerezanos sin experiencia militar se ofrecieran como voluntarios para intervenir en la Batalla de Bailén. Fueron denominados como ‘garrochistas’ y pusieron a disposición de la causa sus propios caballos. Vestían como lo que eran, hombres de campo, y utilizaban como armas las lanzas de conducir el ganado. Pero tras una apariencia un tanto grotesca, el escuadrón escondía una valentía y una fiereza fuera de lo común, hasta el punto de que sus cargas contra los franceses se hicieron famosas en aquellos tiempos y han llegado a nuestros días para ser recordadas por siempre.  

Golf en Los Bermejales

golf foroHabitualmente asociamos el golf a una práctica elitista reservada a personas acaudaladas, omitiendo el incontestable dato de que es el tercer deporte con más federados en España. Prejuicios al margen, estamos hablando de una actividad en plena expansión que genera mucho dinero, de ahí que cada vez sean más las ciudades que ofrecen este servicio, normalmente a nivel privado. El gran problema del golf con respecto al resto de deportes es que se practica en un escenario muy grande y costoso, precisando además determinadas condiciones geográficas y una serie de infraestructuras hidráulicas que no pueden ser resueltas de manera artificial así como así.   

Para construir un campo de golf se necesita principalmente un buen terreno, a poder ser, llano y con pequeñas ondulaciones, requisitos que, según el Ayuntamiento de Sevilla, cumplen perfectamente dos parcelas de propiedad municipal situadas en Los Bermejales. Allí mismo veremos emerger más pronto que tarde un campo de golf, puesto que su edificación ya ha sido aprobada por los cauces oficiales tras el fuerte interés mostrado por diferentes inversores privados, que serán los que financien las costes.

Cabe aclarar que tanto la construcción como la gestión se llevarán a cabo en régimen de concesión administrativa previo concurso público. El proyecto promete ser sostenible y respetar todo el entorno urbanístico de la zona, si bien el impacto visual será inevitable. No en vano, se habilitarán más de 30.000 metros cuadrados para el campo de prácticas, unos 9.500 estarán reservados a los hoyos y unos 1.500 se destinarán al levantamiento de un club social con cuatro pistas del pádel, el otro deporte de moda. Con este arriesgado plan, el Consistorio pretende generar puestos de trabajo, y por ende, beneficios para la ciudad, al tiempo que amplía la oferta deportiva (y turística) de la ciudad con unas infraestructuras modernas y, del mismo modo, accesibles para todos los públicos. 

Los misterios de El Palmar de Troya (I)

El 30 de marzo de 1968, cuatro niñas de entre 12 y 13 años caminaban juntas por un campo cercano a El Palmar de Troya, pedanía de la localidad sevillana de Utrera, cuando distinguieron la figura de la Virgen María en un árbol. Asustadas, rápidamente corrieron al pueblo para contárselo a sus padres, los cuales difundieron la noticia, que corrió como la pólvora de boca en boca. Como no había motivos aparentes para desconfiar del testimonio de unas crías, hubo quien empezó a acudir al lugar de los hechos para realizar sus oraciones. Así las cosas, de la noche a la mañana aquella zona de lentisco se convirtió poco menos que en un lugar sagrado.

A partir de ese momento comenzaron a multiplicarse las presuntas apariciones, curaciones milagrosas y demás fenómenos paranormales. De hecho, decenas de personas de otros lugares se trasladaron hasta el Palmar de Troya para pregonar sus propias experiencias místicas, aunque un hombre en concreto se erigió en el líder de todos aquellos videntes: Clemente Domínguez Gómez. Este corredor de seguros, que nació en Écija y trabajaba en la capital, juró haber visto a la Virgen María y difundió que le había ordenado librar a la iglesia católica de la herejía, el modernismo y el comunismo. Para hacer más creíble la revelación, se estigmatizaba delante de la muchedumbre, en espectáculos en los que abundaba la sangre.

En uno de ellos entró en trance nada más y nada menos que ante 30.000 personas, lo que deja a las claras que su popularidad crecía como la espuma. Con una legión de adeptos tras sus pasos, el 22 de diciembre de 1974 Clemente fundó la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, cuyas doctrinas eran realmente peculiares, aunque de ellas hablaremos detenidamente en el siguiente artículo. El caso es que, para emprender un proyecto religioso como el que tenía entre manos, necesitaba financiación y en ese apartado entró en juego su amigo de confianza: Manuel Alonso Corral. Este abogado se encargó de los asuntos burocráticos y de divulgar los milagros de El Palmar en términos locales, nacionales e internacionales, consiguiendo los donativos que permitieron construir el templo. Los más jugosos llegaron procedentes de empresas extranjeras que pretendían deducir impuestos.

El golf emboca más de 500 millones de euros en los 116 campos que hay en Andalucía

El consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, ha destacado la importancia del golf en la economía andaluza y ha cifrado en más de 500 millones los ingresos generados (en el pasado ejercicio) por esta disciplina deportiva.

«El pasado año fueron más de 360.000 las personas que estuvieron en Andalucía atraídas por el golf, lo que ha generado más de 4.400 empleos y más de 500 millones de ingresos» ha explicado el Consejero en la presentación del Abierto de España de Golf, que se disputará de mañana al 2 de mayo en el Real Club de Golf de Sevilla.

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