Joaquín, el trabajador de la Asociación lebrijana de Minusválidos Físicos (Almif) que encontró casualmente un cheque al portador por valor de 2.965,65 euros y lo entregó a la Policía Local, habita actualmente «en una caravana» y es una «persona muy necesitada» al percibir mensualmente poco más de 233 euros. La presidenta de Almif, Castillo Carmona, explicó que este trabajador de poco más de 45 años que ha protagonizado esta historia padece una minusvalía sensorial relacionada con el aparato auditivo, además de problemas en el habla.