La última iniciativa municipal contra este fenómeno vuelve a fracasar · La Policía y los vecinos detectan un incremento de los aparcacoches ilegales, muchos de los cuales son africanos.Lleva más de quince años aparcando coches en la Gavidia. Vive en la calle, duerme en el suelo, junto a su mujer, en la misma plaza. Trabajó como decorador y desde siempre ha sido vecino del barrio. «Vivía aquí al lado, pero llevo ya treinta años en la calle». Dice que todos los vecinos le conocen y que jamás ha sido motivo de conflicto. «Los de la Consejería de Justicia me daban hasta la cesta de Navidad», cuenta. Pero hace unas semanas ha empezado a tener problemas. «Ha llegado gente nueva, y gente peligrosa, que quieren quitarnos el sitio. Y a mí para quitarme el sitio tienen que quitarme la vida. La Policía me respetaba pero ahora han venido con Lipasam y se han llevado todo lo que tenía, todos mis papeles, hasta la cita del médico que tengo para septiembre porque padezco un cáncer de pulmón y tienen que examinarme».Lo que cuenta este gorrilla de la Gavidia refleja lo mismo que han notado los vecinos y también la Policía: el número de aparcacoches ilegales ha crecido en Sevilla en los últimos meses. Los vecinos de la plaza de la Gavidia y las calles colindantes denunciaron esta semana el incremento de la conflictividad entre los aparcacoches que operan en esta zona del centro.