El hijo de un albañil y de una vendedora de mercado puede llegar a ser el Presidente del Gobierno de un país. Incluso habiendo nacido en España y en una fecha tan lejana como 1883. Lo demostró Diego Martínez Barrio, un sevillano de pura cepa al que la vida no se lo puso fácil. No en vano, a los once años perdió a su madre y se vio obligado a trabajar, primero como aprendiz de panadero y luego como tipógrafo en una imprenta, de donde absorbió su interés por la lectura. “Mi infancia no conoció otras alegrías que las inevitables de la edad, entreveradas con escaseces que, después de la muerte de mi madre, se convirtieron en miserias”, escribió en sus memorias.
Las injusticias sociales que veía pasar ante sus ojos acrecentaron su inconformismo, de ahí que decidiera meterse de lleno en mundo de la política para intentar cambiar las cosas. Así, al cumplir la mayoría de edad se afilió a la Juventud Republicana de Sevilla y al Partido Republicano Liberal que lideraba Alejandro Lerroux, al tiempo que empezaba a colaborar con algunos periódicos. Escribía con tanta valentía, que uno de sus artículos le mantuvo en la cárcel durante dos meses en 1907 por un presunto delito de opinión, aunque finalmente el caso fue sobreseído.
Un año más tarde ingresó en la masonería, a través de la cual conoció a personas muy influyentes antes de convertirse en uno de sus maestres, y seguidamente fundó el diario El Pueblo para difundir sus ideas republicanas. Su hiperactividad quedó más que probada en 1910, cuando, no saciado con todos los frentes en los que estaba inmerso, fue elegido concejal del Ayuntamiento de Sevilla. Ya en la década de los veinte quiso dar un paso más en su carrera política, convirtiéndose en el adalid del Partido Republicano Liberal en Sevilla y presentándose como candidato para diputado en las Cortes. Y cuando Primo de Rivera dio el golpe de Estado (1923), se alineó claramente en su contra, por lo que no es de extrañar que terminara exiliado en Francia. De su regreso a España, su ascenso al poder central y su participación en la Guerra Civil hablaremos en el siguiente artículo.